CSIF ve en el bajo porcentaje de trazabilidad de la Covid-19 en Valladolid otra señal de falta de sanitarios
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Valladolid alerta de que el bajo porcentaje de casos positivos de Covid-19 con trazabilidad -menos de la mitad- es una señal de alarma más de falta de personal sanitario.
A fecha de 6 de febrero, en la provincia de Valladolid sólo se conocía el origen del contagio en el 40,27 por ciento de los casos diagnosticados, cuando la media de la Comunidad es de un 54,27 por ciento, explica CSIF a través de un comunicado remitido a Europa Press.
El porcentaje de trazabilidad es el porcentaje de contagiados detectados de los que se conoce el origen, explica el sindicato. Un porcentaje bajo implica que el sistema no es capaz de identificar las cadenas de transmisión, y que la expansión del virus está descontrolada. Este porcentaje se calcula sobre datos semanales acumulados, en este caso con suficiente decalaje (5 días) para el trazado del caso, añade la plataforma.
La labor del rastreador es buscar la trazabilidad caso por caso, individuo por individuo, siguiendo la cadena. Dado que el rastreo se lleva a cabo desde los servicios de Atención Primaria, CSIF asegura que ese mal indicador se debe, en buena medida, a la saturación que hay en Atención Primaria, por la falta de personal médico y -muy especialmente- de enfermería, que son quienes compatibilizan su trabajo habitual con el de rastreador de Covid-19.
En el periodo comprendido entre los años 2010 y 2015, el sistema sanitario público contaba en Valladolid con unas 510 enfermeras en Atención Primaria, mientras que 2020 comenzó el año con tan solo 437 enfermeras, para los 41 centros de salud repartidos por la capital y los municipios vallisoletanos. En el caso de médicos, entre el 2012 y 2015 había aproximadamente 560 médicos contratados, y el 31 de diciembre de 2019 la cifra descendía a 452.
Es decir, los centros de salud de la provincia han sufrido la reducción del 14,3 por ciento en el número de enfermeras y del 21 en el de médicos en sólo cinco años. Y estos profesionales son los que están asumiendo, principalmente, la tarea del rastreo de los contagiados y posibles afectados. En 2010 y 2015 no había pandemia, pero el número de contratos de médicos y enfermeras en esos años era mayor que ahora, en plena emergencia sanitaria, agrega el comunicado.
La carga de trabajo ha aumentado "enormemente", con la realización de test de antígenos, PCR, los cribados masivos, rastreos o la próxima vacunación a los distintos grupos de población, "lo que requiere que la Consejería de Sanidad aumente las plantillas de profesionales sanitarios".
El sistema sanitario público de Castilla y León (Sacyl), ha visto reducido año tras año su plantilla de trabajadores, reducciones que ha sufrido en mayor medida la Atención Primaria. En la provincia de Valladolid, según el Portal de Transparencia de la Junta, la Atención Primaria contaba, en 2012, con 1.132 sanitarios (509 en el Área Oeste y 623 en el Este); 1.134 en diciembre de 2017 (510 en el Área Oeste y 624 en el Este); y se reducen a 1.124 en 2019 (513 en el Oeste y 611 en el Este), a la espera de que se publiquen los datos de 2020, concluye el comuniado.