Esnórquel y Perra de Satán, la simbiosis que corona el mundo podcast derribando tabúes
¿Puedo Hablar!, podcast parido en 2019 por Enrique Aparicio --Esnórquel-- y Beatriz Cepeda --Perra de Satán-- , sigue al alza rozando ya 60 episodios en dos años en los que han cosechado una legión de fieles a base de desnudar sentimientos y conectar con la audiencia desde el plano más personal.
En entrevista con Europa Press con motivo del Día Mundial de la Radio, Aparicio (Alpera, Albacete); y Cepeda (Zamora) comparten reflexiones, rememoran los inicios y deslizan planes a corto plazo, que pasan por dar más vida al formato en teatros para sacarlo a pasear de gira por toda España.
Aparicio reconoce que si en verano de 2019 alguien le vaticina el éxito del programa, podría haber llegado a creérselo. "El angelito de mi hombro derecho hubiera dicho: '¿Pero qué dices?'; y el diablito del otro hombro: '¡Por supuesto!", asegura.
Bea, de su lado, nunca se hubiera creído en los primeros pasos poder llegar a este nivel de crecimiento. "No me lo hubiera creído. Al principio acepté pensando que sería un entretenimiento, una charla entre amigas mientras merendábamos, pero la cosa se fue de madre y aprovechamos la oportunidad".
Rememora cómo plantearon la idea de poner en marcha el diván del podcast, decisión surgida desde de la complicidad que ambos destilaban en sus conversaciones precedentes, aún sin haber forjado la amistad de la que ahora hacen gala.
"Éramos amigos, pero no íntimos, y eso es parte del encanto del programa, sobre todo los primeros episodios donde nos contábamos las cosas por primera vez", recuerda Aparicio, añadiendo que si bien el proyecto arrancó sin pretensiones, nació con la premisa de ser hacer las cosas de forma profesional.
El planteamiento se asemejaba al concepto de las cápsulas del tiempo Andy Warhol para dejar constancia en forma de diario relatado de las experiencias, diatribas y pensamientos de la dupla.
Tras más de 70 horas de diálogo, la amistad entre Aparicio y Cepeda se ensancha. "Hemos estrechado lazos. Al principio fue todo a golpe de ilusión. Ahora no es que nuestra relación haya cambiado, es que somos otras". Con una primera temática girando en torno a la salud mental, la iniciativa fue evolucionando y ganando masa social y proyección a golpe de episodio.
ALGO MÁS QUE UNA AMISTAD
Bea Cepeda recuerda la relación antes del micrófono con Enrique Aparicio y cómo ha sobrepasado con el tiempo las fronteras de la amistad.
"Al principio coincidíamos en fiestas, poco más. La audiencia nos ha ido conociendo al mismo tiempo que nosotros íbamos conociendo a la otra persona en tiempo real", señala, detallando cómo la simbiosis fue creciendo capítulo a capítulo. "Es muy bonito, el nacimiento de algo más que una amistad. Con él me he desahogado, he compartido experiencias maravillosas y he discutido --entre comillas--".
En su opinión, la doble visión que ambos complementan fortalece el podcast. "Aunque tenemos los mismos valores y puntos de vista y mismas creencias, luchas e ideologías, somos muy diferentes y eso le sienta genial a lo que hacemos juntos".
Esa compenetración es la clave del éxito según Cepeda. "Lo bueno del podcast son nuestros puntos de vista y experiencias. Aunque en el fondo son las mismas --discriminación, soledad, sentir que no encajas--, las hemos sentido de maneras diferentes, él como maricón de pueblo y yo como gorda de provincia", asegura, admitiendo que la magia entre ambos es también el punto de partida del éxito cosechado.
En el plano personal, Cepeda revela que la comodidad ante el micrófono le aporta un plus de sinceridad, y al margen del resto de sus facetas artísticas --en redes sociales o en sus dos novelas ficcionadas con ella de fondo-- ha encontrado un espacio donde halar "sin miedo ni a represalias ni a comentarios".
"Quien haya escuchado todos los programas, ya me conoce bastante, aunque yo sigo teniendo el control de mi intimidad. Pero siempre he querido hablar de mi verdad, y quien nos siga ya tiene una idea bastante certera de quién puedo ser", argumenta.
EL MICRÓFONO COMO REVELADOR
Enrique Aparicio, parafraseando a cineasta Jean-Luc Godar y su teoría de que el microscopio y el telescopio te enseñan otras ópticas más allá de la realidad, otorga al micrófono el mismo poder. "Nos ha revelado cosas de nosotras mismas incluso a nosotras mismas", afirma.
Desde conversaciones sinceras como punto de encuentro hasta la viralidad de su podcast, admite que el éxito del producto digital radica en "discursos y experiencias" que no se encuentran en la radio convencional. "Somos una gorda de Zamora y un maricón de pueblo, y parte del valor de nuestras historias nace ahí".
Así, en los programas en los que no echan mano de invitados y se limitan a conversar alrededor de cualquier temática, la conexión con Cepeda crece. "Es evidente que en esos programas entablamos de una forma más íntima. Nos hemos ido descubriendo uno a otro y he contado cosas que ni siquiera he hablado con otros amigos".
DE LA INTIMIDAD AL GRAN FORMATO
De los inicios de verano 2019 al producto actual, ¿Puedo hablar! ha evolucionado y ganado músculo, pasando de entregas íntimas a dos voces y un micro hasta el gran formato estrenado en teatro el pasado mes, con un segundo pase previsto para el próximo abril y para el que ya quedan pocas entradas.
Tras un periodo de pandemia donde los oyentes reclamaron "constancia y asiduidad", Aparicio defiende que apuntalar la periodicidad semanal de los episodios está siendo clave para fidelizar al personal.
El confinamiento hizo que mucha gente "se enganchara" al programa, dando además las gracias por "hacer el confinamiento más llevadero".
Ahora, el producto final "ya ha alcanzado su forma definitiva" y conservará su espíritu íntimo. "Eso lo debemos preservar. Aunque se convertirá en lo que los oyentes quieran, ya estamos haciendo algo muy refinado", asevera, sin descartar actividades paralelas en forma de espectáculos en directo con grabaciones.
En este punto, Cepeda desvela los planes a corto plazo siempre y cuando lo permita la pandemia: "Estamos muy cómodos con lo que hacemos en el teatro con público y en vivo, nos sienta muy bien. ¿Un sueño? La gira de ¿Puedo hablar! por toda España. Estamos en ello y esta previsto para primavera, aunque al final irá para otoño", ha adelantado.
El punto de inflexión de la cuarentena hizo que el podcast se afianzara, sobre todo a la vuelta del parón vacacional, momento en el que, revela Cepeda, "batimos récords semana a semana" en niveles de audiencia.
Desde el otoño y en adelante el programa ha seguido al alza. "Hemos estrenado el show en teatro, nos lo tomamos cada vez más enserio y buscamos mejor a los invitados. El gran cambio ha sido en 2020 y ahora queremos mantener la profesionalización, además de mostrar que no sólo somos capaces de mantener una charla distentida y divertida, que es la esencia del podcast, sino que también somos capaces de tocar otros temas y llegar a otros lugares".
"LA RADIO CONVENCIONAL NO DESAPARECERÁ"
Ante el contexto de creciente auge de podcast, Aparicio no da por derrotada a la radio convencional. "No creo que vaya a desaparecer, igual que la televisión no ha desaparecido con YouTube, con Netflix o Twitch. Y tampoco creo que le reste demasiada audiencia. La gente que escucha podcast no usa mucho la radio".
En este sentido, considera que los medios tradicionales "seguirán mandando", pero si la radio convencional es "inteligente", terminará por integrar voces surgidas del movimiento podcast en sus antenas.
Cepeda, de su lado, augura un futuro en el que podcast y Twitch hagan coincidir sus caminos. "Muchos hacen ya las dos cosas e incluso Spotify ya tiene su opción de añadir video al podcast. Se combinarán y acabarán generando otro formato", vaticina.