Petit Mafalda,

Petit Mafalda, Petit Mafalda

Sociedad

Laura y Lara, las primas que se han convertido en las wedding planners de los famosos con Petite Mafalda

Juntas han organizado la boda de rostros muy conocidos del deporte y del mundo influencer, como es el caso de María Pombo, Lucía Bárcena, Lucas Vázquez, y ahora... Willy Bárcenas

19 marzo, 2023 07:00

Han pasado varios años desde que en el mundo laboral aterrizó una nueva profesión que hoy ha logrado cobrar mucho protagonismo. Se trata de la organización de bodas, a cuyos profesionales se les conoce como 'wedding planners'. 

Unas de las pioneras de este negocio son, sin duda, Laura Melilla y Lara Goretti, amigas, familiares y socias de Petite Mafalda, una empresa referente en el mundo de las bodas que nada tiene que ver con lo que ellas creían que querían ser, de ahí que estudiaran periodismo y derecho, respectivamente, sin llegar a imaginar que, finalmente, se acabarían dedicando a lo que para ambas parece haberse convertido en su verdadera vocación, la organización de bodas.  

En una entrevista exclusiva con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León en Valladolid, donde se encuentra la única tienda física que existe de la firma, Laura Melilla ha explicado que Petite Mafalda nació a partir de un blog que ambas socias iniciaron en 2010 cuando "casi nadie hablaba de bodas" y tras organizar la boda de un familiar: "Empezamos con el blog porque ayudamos a organizar la boda a una tía de Lara y de mi marido y nos dimos cuenta de que era interesante hablar de esto porque apenas había información, entonces empezamos a recopilar y a subir, nos gustaba". 

Fue al tiempo cuando se animaron a organizar la fiesta de Miriam Pérez, una compañera de piso que, casualmente, también era bloguera. Y es que fue tal el éxito de la celebración, que pronto, en 2012, les salió su primera boda pagada: "Nosotras teníamos cada una nuestro trabajo y al mismo tiempo escribíamos del blog, pero de la primera boda nos salió otra y otra, y ya, como llegó un momento en el que no podíamos hacer las dos cosas a la vez, dejamos el trabajo en 2013 y empezamos con esto en serio. En 2014 fue cuando escribimos 'El diario de la novia' y eso ya fue como el despegue de verdad de la empresa", ha desvelado. 

Aunque al tomar la decisión, tanto Laura como Lara eran conscientes de que asumían ciertos riesgos, lo cierto es que nunca les llegó a dar miedo: "Lo tuvimos bastante claro porque como nos gustaba lo que estábamos haciendo y había hueco... Además, ya funcionaba. La cosa fue que empezamos a ingresar dinero y vimos en ello un negocio", ha revelado. 

No se equivocaban, ya que hoy Petite Mafalda es una de las empresas organizadoras de bodas más destacadas del país: "Nos ha ido muy buen. Nosotras hemos dicho que hemos tenido mucha suerte y de momento ha ido siempre todo bien", ha apostillado.

No obstante, Laura reconoce que el hecho de que su empresa sea tan conocida, en determinados momentos, también supone "bastante presión". ¿El motivo? "La gente espera una boda espectacular, pero muchas veces no depende de nosotras. Podemos hacerla siempre y cuando nos den presupuesto, así hacemos maravillas, aunque también depende mucho de los gustos de los novios. Al final la boda es suya, entonces si quieren poner algo a nosotras no nos guste, yo no lo puedo decir porque es su boda. También es verdad que cuando nos contratan, saben ya cuál es nuestro estilo y con eso también jugamos mucho. Siempre intentamos que las bodas tengan unos mínimos que cumplan con la filosofía del negocio", ha afirmado. 

Laura y Lara, las wedding planners más solicitadas de cada temporada, dedican sus días a organizar bodas en todo el territorio. Aceptan un máximo de 20 bodas por temporada y dos por fin de semana, pues la mayoría de ella suelen concentrarse entre junio, julio, septiembre y octubre, para ellas, los meses más fuertes. Y es que, boda que montan, boda que acaba convirtiéndose en un auténtico exitazo: "Nosotras hacemos de todo, decoramos, equipamos y luego estamos el día del evento, que siempre hay dos personas, o Lara o yo, y otra", ha explicado. 

Laura Melilla, socia de Petit Mafalda, en su tienda de Valladolid

Laura Melilla, socia de Petit Mafalda, en su tienda de Valladolid

Sin embargo, esto no quiere decir que ellas solo trabajen en verano, ni mucho menos. Las wedding planners pasan el resto de temporadas ultimando todos los detalles de cada uno de los compromisos que marcan su agenda, pues, a no ser de que los novios les lleven parte del trabajo hecho, ellas se encargan de absolutamente todo. También organizando eventos de empresas: "La gran mayoría suelen ser entidades pequeñas que nos contactan para preparar la inauguración de una tienda, organizar un congreso, etc". 

Además, a todo ello hay que sumarle la gestión de la comunicación de diferentes compañías, así como su propia tienda online, la cual ha crecido de manera exponencial a raíz de la pandemia, siendo muchos los artículos que tienen ya a la venta. Empezaron con 'El libro de la novia', continuaron incorporando sus famosas agendas y ahora, además de ropa, complementos, accesorios y objetos de decoración, cuentan con infinidad de material de papelería relacionado con la organización: cuadernos, planificadores, calendarios, y un largo etcétera al que pronto esperan sumar 'El diario de mamá' y dos cursos online, "uno para novias y otro para las que quieren ser wedding planners, que son muchas". 

Hay quien pueda pensar que esto solo les lleva a fomentar el surgimiento de nuevos competidores. Pero nada más lejos de la realidad. Para Laura, "la competencia es buena porque hay muchas novias y muchos estilos de novias". Además, ellas se llevan de maravilla con la gran mayoría de las compañeras de profesión con las que han coincidido. 

Ahora, además de en estos pequeños proyectos, tanto ella como Lara están muy focalizadas en el crecimiento de la tienda, algo que planean llevar a cabo con mayor facilidad gracias a su nominación a los Premios Emprendes, organizados por la Asociación de Trabajadores Autónomos y la Fundación Carlos Moro de Matarromera con el objetivo reconocer y premiar a los trabajadores autónomos que contribuyen al desarrollo económico en las zonas rurales de España, a través de la cual ya han conseguido ganar unas sesiones de mentoring y aceleración y "otras sesiones con una empresa de digitalización". Una recompensa que, tal y como ella misma ha confesado, piensan aprovechar para impulsar su tienda online. 

Una de las medidas que han adoptado para poder llevar esto a cabo es colaborar con alguna influencer. No es algo que hagan de forma habitual, pero sí que cuando se les presenta la ocasión la aceptan encantadas. De este modo, algunos de sus artículos se han colado en las redes sociales de rostros muy conocidos del universo 2.0, como es el caso de Silvia de Benito, Carlota Weber, María Fernández Rubíes, Lucía Bárcena y María Pombo, siendo estas dos últimas a quienes han tenido ocasión de organizar sus respectivas bodas, además de las de futbolistas de la talla de Lucas Vázquez, Juanmi Jiménez y Francisco Portillo, entre muchos otros. 

No obstante, si Laura Melilla tuviese que destacar alguna de estas, esas serían la de Lucía y Marco Juncadella, pues, bajo su punto de vista, "fue super bonita", y también la de María y Pablo Castellano, quienes asegura que "acabaron encantados" con el trabajo desempeñado. 

Pero no todo queda aquí. Porque actualmente Petite Mafalda se encuentra trabajando en la boda de Willy Bárcenas, vocalista del grupo Taburete, y Loreto Sesma, que pasarán por el altar el próximo verano tras cinco años de relación. 

Ahora bien, aunque Laura y Lara planean este tipo de bodas con especial ilusión y a sabiendas de que se trata de un trabajo que les va a dar a conocer, todavía más, sí es cierto que su meta no es moverse únicamente en este entorno, debido a lo tanto que imponen este tipo de bodas, a la tensión que crean y a lo que ellas se juegan si algo llega a salir mal.

Sus metas a corto y largo plazo se centran en hacer "menos bodas, pero mejores", en abrir más tiendas y en "que todo el mundo lleve cosas de Petite Mafalda", un negocio familiar que ella misma ha definido como "detallista" y "entusiasta".

Todavía les queda un largo camino que recorrer, pero si de algo están seguras es que la ilusión y la pasión por lo que hacen es algo que nunca dejará de acompañarlas.