Corren tiempos complicados para encontrar el empleo de tus sueños. Sin embargo, sí existen más oportunidades laborales de las que, en un principio, podríamos imaginar. La ciencia nos abre muchas puertas mucho más allá del típico trabajo que nos obligaría a pasar horas encerrados en un laboratorio. Gracias a ella podremos convertirnos en cuidadores profesionales de animales o pasar nuestra jornada laboral durmiendo o comiendo, dependiendo de que trate la investigación en la que estemos implicados. Sin duda, la ciencia da opciones para todos los gustos.
Abrazos y mimos para osos pandas
Hace un año, el Centro de Investigación y Protección del Panda Gigante de China inició un proceso de selección para cuidadores de osos pandas. Entonces se buscaban una persona mayor de 22 años y con algún conocimiento sobre los plantígrados que debía pasar su jornada laboral abrazando y mimando a estos adorables animales. Según informaba el medio China Daily, por este trabajo recibiría un salario de 200.000 yuanes al año, es decir, alrededor de 25.000 euros, además de comida y alojamiento gratis.
Para los más arriesgados: ordeñador de serpientes
Algo menos agradable que tratar con osos pandas es convertirse en ordeñador de serpiente. Estos especialistas se dedican a extraer el veneno de estos reptiles, el ingrediente principal de los antídotos utilizados contra sus mordeduras, además de emplearse para conseguir otros medicamentos. Esta sustancia tóxica puede convertirse en un polvo deshidratado que los laboratorios usan para producir fármacos contra los coágulos de sangre, los ataques cardíacos y la presión arterial elevada.
Diseñador de zoológicos
Siguiendo con el mundo animal, también puedes ser la cabeza pensante de la estructura de los zoos. Algunas firmas de arquitectura se han especializado en estos trabajos que requieren desde analizar el terreno para su instalación hasta crear el paisaje adecuado para que los animales se encuentren como en su hábitat natural. Por eso, estos trabajos se realizan de manera conjunta entre profesionales del diseño de zoológicos, expertos en fauna y biólogos especialistas en este tipo de recintos.
Psicología de otro mundo
Los psicólogos espaciales se dedican a ayudar a los astronautas a enfrentarse a las condiciones de vida que tendrán durante sus largos y estandarizados trabajos espaciales. Por ejemplo, los vuelos espaciales implican diferentes sensaciones físicas relacionadas con la ingravidez y la aceleración a las que no todo el mundo reacciona igual. Por ello, estos psicólogos hacen recomendaciones sobre la mejor manera para que los astronautas realicen su trabajo sin perjudicar su salud mental. Sin duda, esta puede ser una profesión con proyección de futuro ante las previsiones de los viajes turísticos al espacio.
Una cabezadita bien pagada
Aunque no lo parezca, el de durmiente profesional también es un empleo. Ya sea como probador de camas o como miembro de una investigación científica, con esta profesión, podrás pasar tu jornada laboral durmiendo sin que nadie te diga nada. La NASA es uno de los organismos que ha solicitado personas para este cometido. Y, por supuesto, como cualquier trabajo, está remunerado: se cobra alrededor de 15.000 dólares anuales (unos 12.500 euros), aunque el montante puede variar dependiendo de la empresa solicitante, la ubicación y la experiencia.
Fuegos artificiales a medida
¿Quién no disfruta con un buen espectáculo pirotécnico? Detrás de las gigantescas palmeras de luz y demás explosiones en el cielo hay un profesional que se dedica a diseñarlos cuidadosamente. Se trata de un químico que conoce todos los componentes necesarios para crear semejantes reacciones. Por ejemplo, utiliza compuestos de cobre para conseguir colores azules, de estroncio para el rojo intenso o de sodio para mostrar los amarillos más brillantes. Eso sí, es una profesión donde se deberán tomar una medidas de seguridad muy estrictas ya que estos productos químicos son reactivos y pueden volverse peligrosos.
La ciencia más dulce
Si eres un enamorado del chocolate puede que creas que la de científico especializado en chocolate es la profesión a la que deberías de dedicarte, pero es más complicado de lo que, a simple vista, puede parecerte. En un día, un experto en chocolate llega a probar (que no comer) 30 tipos diferentes del dulce. Para ello lleva a cabo todo un ritual científico. Primero lo huele y registra su aroma. A continuación lo parte y escucha detenidamente su sonido. Por ejemplo, si el chocolate no suena crujiente algo va mal: puede que ya haya caducado o que no haya estado guardado correctamente. Y por último ya se prueba. La mejor forma de apreciar todo su sabor para probarlo científicamente es dejarlo que se derrita poco a poco. Así se conseguirá apreciar todos sus matices.
Especialista en fermentación
Cerveza , vino, pan, queso… Todos estos alimentos se consiguen mediante la fermentación, el proceso por el cual la levadura o las bacterias convierten los azúcares en ácidos, gases o alcohol. Para conseguirlo adecuadamente, existen profesionales que estudian como estos microorganismos se pueden utilizar en los procesos de fermentación. Uno de los primeros en hacerlo fue el químico francés Louis Pasteur, a quien sus experimentos con alimentos le permitieron descubrir la técnica de pasteurización a la que da nombre, la cual garantiza la seguridad alimentaria de numerosos productos lácteos que puedes encontrar en los supermercados.