Esto es lo que desvela el perro más antiguo de América sobre la llegada del hombre al continente
Los fragmentos de hueso apoyan la teoría de que estos animales podrían haber migrado con los humanos a lo largo de la costa del Pacífico.
27 febrero, 2021 23:25Noticias relacionadas
La historia de los perros se ha entrelazado, desde la antigüedad, con la de los humanos que los domesticaron. El hallazgo en Alaska de los restos más antiguos que se conocen de un perro doméstico en América permite ahora rastrear hasta dónde se remonta su historia en América y qué ruta utilizaron los perros para entrar en el continente.
La Universidad de Búfalo (EE UU) lidera el estudio en el que se analiza un fragmento de hueso –un trozo de fémur– encontrado en el sureste de Alaska, que pertenece a un perro que vivió en la región hace unos 10.150 años.
“Como es un fragmento de hueso tan pequeño, al principio solo sabíamos que era de un mamífero y sospechábamos que podía ser de un oso, porque en esta cueva se habían encontrado muchos huesos de este animal. Sin embargo, al analizar su ADN, descubrimos que era un pariente cercano de los perros americanos preeuropeos”, dice a SINC Charlotte Lindqvist de la universidad estadounidense y autora principal del estudio.
“Si podemos ensamblar el genoma nuclear de este perro antiguo, podríamos buscar firmas genéticas de ciertos rasgos que conocemos de los perros modernos. Por ejemplo, podríamos buscar variantes genéticas que se conocen de los perros de trineo y que se cree que están relacionadas con la adaptación dietética y fisiológica a la vida en entornos árticos”, asegura la experta.
Fragmento de hueso que pertenece a un perro que vivió hace unos 10.150 años. / Douglas Levere / University at Buffalo.
Un hallazgo casual
La investigación, que publica la revista Proceedings of the Royal Society B, surgió al secuenciar parte del ADN de una colección de cientos de huesos excavados años antes en el sureste de Alaska. En este trabajo de campo participó Timothy Heaton, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Dakota del Sur. “Mi colega y coautor, el profesor Heaton, envió el hueso a un laboratorio de la Universidad de Arizona y allí lo dataron por radiocarbono en 2004”, explica Lindqvist.
Dado que los perros son un indicador de la ocupación humana, los resultados del estudio ayudan a establecer no solo el momento, sino también la ubicación de la entrada de perros y personas en América. “Nuestro estudio apoya la teoría de que esta migración se produjo justo cuando los glaciares costeros se retiraron durante la última Edad de Hielo”, afirma Lindqvist.
Los primeros huesos de perros americanos antiguos de los que se había secuenciado el ADN pertenecían a un yacimiento del Medio Oeste de EE UU. Tras este nuevo hallazgo, los científicos compararon el genoma mitocondrial del hueso con los de otros perros antiguos y modernos. Este análisis demostró que el perro del sureste de Alaska compartía un ancestro común, hace unos 16.000 años, con los canes americanos que vivían antes de la llegada de los colonizadores europeos.
Respecto a la dieta, el análisis de los isótopos de carbono del fragmento de hueso indica que probablemente tenía una dieta marina, que pudo consistir en alimentos como pescado y restos de focas y ballenas.
“Es probable que los perros se utilizaran para el transporte –como perros de trineo, tal y como se utilizan hoy en día en las regiones árticas–, para la caza y como guardianes para advertir y proteger de los animales salvajes y otros peligros, y quizás incluso como fuentes de pieles y alimentos”, concluye Lindqvist.
Mapa de la zona de estudio. / Bob Wilder / University at Buffalo.