Los tres platos de menú que más engordan: más de 2.500 calorías en un bocado
Un nuevo estudio apunta que la mayoría de las comidas que se sirven en restaurantes de todo el mundo son excesivamente calóricas.
3 febrero, 2019 01:33Noticias relacionadas
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Los investigadores hace tiempo que alzaron la voz para alertar de que las tasas de obesidad entre la población no dejan de subir. En España, sin ir más lejos, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) alertaba hace unas semanas de que, de seguir así, más de 27 millones de personas podrían sufrir sobrepeso en 2030. Pese a que las tasas de sobrepeso y obesidad varían, este problema, que nadie duda ya en calificar de epidemia, existe en la mayoría de los países del mundo.
Los factores que pueden llevar a una persona a padecer sobrepeso varían, pero los investigadores no dudan en señalar la mala alimentación y el consumo de alimentos hipercalóricos entre los principales culpables. La enorme ingesta de productos ultraprocesados, grasas trans, harinas refinadas y bebidas azucaradas está provocando auténticos estragos y es la causa de un buen número de enfermedades no transmisibles como la diabetes tipo 2 o el cáncer.
Por esta razón, un equipo de científicos encabezado por Susan B. Roberts, directora del Laboratorio de Energía y Metabolismo de la Universidad de Cambridge (Inglaterra), y John R. Speakman, profesor del Instituto de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de Aberdeen (Escocia), se propuso analizar 223 comidas de 111 restaurantes de comida rápida y comida tradicional de seis países diferentes (Brasil, Ghana, Finlandia, Estados Unidos, China e India) para conocer cuáles eran los que tenían una mayor cantidad de calorías.
La investigación, que fue publicada hace poco más de un mes en la prestigiosa revista The BMJ, ofrece distintas lecturas. La principal es que comer en un restaurante fuera de casa supone comer mucho más ('calóricamente hablando'). Y esto es un problema. La alta densidad calórica de los menús y la energía total que puede llegar a aportar una sola comida suponen un problema. "El 94% de los menús que se sirven en los restaurantes tradicionales y el 72% de los de comida rápida contienen al menos 600 kilocalorías [máximo recomendado por el sistema de salud público de Inglaterra para la comida o para la cena]", escriben los autores del estudio.
Según esta investigación, las porciones que se sirven en los restaurantes de estos países aportan "entre el 70% y el 120% de los requisitos energéticos diarios" que necesitaría una mujer sedentaria, sin tener en cuenta otras comidas adicionales, bebidas o bocadillos. Pero la cosa no queda aquí. La investigación derriba el mito de que la comida basura es más calórica que la comida tradicional. No lo es. Al menos, en la muestra de restaurantes analizados, "los platos de los restaurantes de comida rápida contienen un 33% menos de calorías que los tradicionales", aunque sobrepasan también ampliamente las recomendaciones d.
Los platos más calóricos
El estudio (al que puedes acceder pinchando aquí) incluye una infografía en la que se puede comprobar cuáles son los platos más calóricos, los que tienen una mayor densidad energética y el peso de las raciones que se sirven en los distintos restaurantes y en los diferentes países. Así, por ejemplo, China es el país con un mayor número de platos que no sobrepasan el máximo de calorías recomendado. Sin embargo, también es el que sirve unas raciones más pequeñas.
El gráfico, en el que aparecen 223 comidas distintas, permite visualizar cómo tres platos superan las 2.500 calorías. Según este trabajo, los Fetuccini Alfredo que se sirven en un restaurante de Estados Unidos estarían en lo más alto del pódium. Este plato de pasta, que se sirve con una generosa porción de pan, y cuya receta incluye queso y mantequilla, aporta, nada más y nada menos, que 2.589 kilocalorías.
En el segundo lugar del escalafón se sitúa un plato tradicional de la cocina china, el pollo a la pimienta. Una ración de 654 gramos de esta comida, cuya receta implica que el pollo se fría después de ser recubierto con harina, aporta 2.585 kilocalorías. Ahí es nada.
Así, el pódium lo completa otro plato tradicional de la gastronomía como es la sangre mong, una receta elaborada con sangre de pato, brotes de jamón y frijoles. Si bien es cierto que el peso de este plato se eleva hasta los 1.331 gramos, no menos cierto es que su contenido calórico es a todas luces excesivo. Un plato de sangre mong aporta 2526 kilocalorías.
El estudio concluye que el hecho de que las raciones en los restaurantes sean grandes no sería un problema si la frecuencia con la que las personas comemos fuera de casa fuera menor de la que es. Además apuntan que identificar los factores que pueden llevar a comer en exceso, entre ellos las prácticas alimentarias en todo tipo de restaurantes, podría ayudar a abordar el problema de la obesidad de una forma transversal. "La consistencia de los resultados obtenidas aquí en países muy diversos sugiere que el contenido de energía muy alto de las comidas preparadas fuera de casa en general, en lugar de la comida rápida en particular", finalizan los investigadores.
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