El pan del supermercado ya no es el que era. La frase, por suerte, ha dejado de ser un dicho al uso para convertirse en una realidad. Este lunes 1 de julio entra en vigor la nueva norma de calidad del pan en España, que fue aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 26 de abril, y con la que se introducen sustanciales cambios en un alimento cuyo consumo medio anual por persona se situó en 31,77 kilos en 2018 y al que los españoles destinan el 5% de su presupuesto para alimentación en el hogar, según el Informe del Consumo Alimentario en España.
"El pan blanco es un gran problema en España". Así lo aseguraba hace unos meses Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra (UNAV), en una entrevista con este periódico. Por eso, los especialistas recomiendan que consumamos las variedades integrales. ¿Qué es lo que ocurre? Hasta la fecha, la mayoría de panes que encontrábamos etiquetados como "integrales" en el supermercado no eran verdaderamente integrales. Es decir: no estaban elaborados con el grano entero del trigo, sino con el endospermo, que es principalmente almidón, un polisacárido
El cambio más relevante que introduce la nueva normativa tiene que ver con el etiquetado. A partir de hoy, sólo el pan que esté elaborado al 100% con harina integral podrá ser etiquetado como tal. Así, aquellos que no estén fabricados de forma exclusiva con este tipo de harinas deberán indicar el porcentaje en la etiqueta. El cambio es un paso adelante ya que hasta ahora era posible etiquetar panes integrales que ni siquiera llegaban al 50% con este tipo de harina. La medida, que llega ahora a España, lleva años implantada en algunos países de nuestro entorno.
¿Por qué es importante que el pan esté elaborado al 100% con harina integral? Por sus beneficios para la salud. Su ingesta se asocia con un menor riesgo de mortalidad total, enfermedades cardiovasculares y cáncer, tal y como indicó un estudio publicado el año pasado en la revista European Journal of Clinical Nutrition. Otros estudios han demostrado que el consumo de grano entero también es beneficioso para prevenir la diabetes.
Los panes con cereales
La nueva norma también regula el pan que se elabora con otros cereales y establece, por ejemplo, que sea etiquetado como "de centeno" aquel que esté preparado única y exclusivamente con este tipo de harina. Ocurre lo mismo con el pan "multicereales".
De la misma forma, el nuevo Real Decreto también regula el pan "artesano", sobre el que también existía manga ancha. Hasta ahora, era de lo más habitual encontrar panes etiquetados como "artesanos" cuando, en realidad, eran descaradamente industriales. A partir de ahora, sólo podrán etiquetarse bajo esta denominación aquellos en los que realmente "prime" el factor humano frente al mecánico.
También hay cambios en lo referente a aquellos panes de los que se decía que habían sido elaborados con "masa madre". La nueva normativa de calidad que lanza el Ejecutivo de Sánchez concreta la definición, que "se preserva a un tipo de elaboración que limita el uso de levaduras industriales, y se establecen los requisitos para utilizar la denominación 'elaborado con masa madre'".
Por último y no menos importante, el Gobierno permitirá aplicar el IVA reducido del 4% al pan elaborado con todo tipo de cereales, incluido también el pan integral. El objetivo es fomentar el consumo de fibra de los españoles, que actualmente se sitúa en los 12,5 gramos diarios, cuando en realidad debería estar en torno a los 25-30 gramos, según las recomendaciones de la OMS. La nueva norma también promete limitar la cantidad de sal que incluye este alimento al 1,31%. "Esta condición entrará en vigor en abril de 2022, y aquellos panes que no la cumplan no podrán entrar en la categoría de pan común".