Sardinas, salmón, arenque, trucha y atún blanco son sólo algunos ejemplos de alimentos ricos en una de las grasas más saludables que existen , los ácidos grasos omega- 3. Todos tienen en común su condición de pescado y, de hecho, el aceite de pescado se considera una de las fuentes más importantes de estas grasas.
Pero no todo mundo consume pescado ni lo hace en la cantidad suficiente y, desde hace años, existen en el mercado distintas cápsulas de aceite de pescado ricas en omega- 3, de venta sobre todo en herbolarios, pero también en supermercados, como la versión de la marca blanca de Mercadona, Deliplus.
Al contrario que con otros suplementos vitamínicos, que se consumen y venden en grandes cantidades a pesar de la falta de evidencia científica detrás de su eficacia, las cápsulas de aceite de pescado con omega-3 sí han demostrado ser eficaces a la hora de reducir el riesgo cardiovascular, pero esta supuesta virtud se ha visto ensombrecida a lo largo de los años con otros estudios que decían exactamente lo contrario.
Ahora, un metaanálisis publicado en el Journal of the American Heart Association parece acabar -por el momento- con la controversia y concluir que sí, que tomar estos suplementos sí reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular. Si esto es bueno para cualquier persona, aún lo es más en aquellos que no consumen ácidos grasos omega-3 -el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA)-, es decir, lo que excluyen el pescado de su dieta.
El estudio recién publicado tiene todos los visos de convertirse en un trabajo de referencia. Por un lado, porque se trata de un metaanálisis -el más alto nivel en la evidencia científica- y, por otro, por los autores, investigadores de la Harvard T.H. Chan School of Public Health y el Brigham and Women's Hospital.
El trabajo incluía tres estudios a gran escala completados recientemente, lo que supone el análisis de los efectos del omega-3 en una total de población de más de 120.000 adultos.
Las conclusiones son robustas. El consumo diario de estos suplementos se asocia a un menor riesgo de infarto de miocardio, muerte por enfermedad coronaria y muerte por enfermedad cardiovascular, aunque no el de ictus. Además, el trabajo parece indicar que cuanto mayor es la dosis de estos suplementos, más grande es la reducción del riesgo.
"Aunque las recomendaciones de salud pública deben centrarse en que se incremente el consumo de pescado, se siga una dieta cardiosaludable, se esté físicamente activo y se sigan otras prácticas saludables, este estudio sugiere que la suplementación con cápsulas de aceite de pescado puede jugar un papel en los pacientes apropiados", concluye la autora principal del estudio Joann Manson.