Son sanos y muy fáciles de preparar, por lo que cada vez están más presentes en nuestros platos. Este alimento se obtiene tras la germinación de los granos secos de soja. Aunque la soja pertenece a la familia de las legumbres, tras este proceso se producen una serie de transformaciones que cambian la composición nutricional y hacen que los brotes se asemejen más a las verduras: casi todo su peso, un 94%, es agua.
En consecuencia, los brotes son más bajos en calorías que la soja en grano. Aportan unas 13 kilocalorías por 100 gramos mientras que la legumbre seca sube hasta 350 kilocalorías. También en este proceso se duplica el aporte de vitaminas. En cuanto al contenido de proteínas, los brotes aportan una pequeña cantidad, uno 2 gramos por cada 100 de alimento, según explica la nutricionista Maite Zudaire a Consumer.
Actualmente, dada la popularidad de este producto, se puede comprar en todos los supermercados. Por ejemplo, en Mercadona se comercializa un frasco por 1,18 euros bajo la marca blanca Hacendado.