Con la llegada del calor, los expertos recomiendan aumentar la cantidad de líquidos ingeridos para mantener el cuerpo hidratado. El agua es la bebida que siempre se postula como la más saludable, pero ahora la Universidad de Harvard ha añadido otras dos bebidas para que podamos contribuir con la hidratación y, como plus, que ayudemos también a nuestra salud. Al parecer, según la institución, lo más recomendable es el café y el té.
De entre los dos, quizá el té es el que menos choque. Esta bebida suele estar relacionada con varios beneficios para la salud y, de hecho, desde instituciones como la Fundación Española del Corazón la recomiendan para bajar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
Además, sus propiedades terapéuticas han sido demostradas científicamente. Por ejemplo, un estudio de 2002 publicado en la revista Circulation comprobó que las personas que habían padecido un infarto y tomaban regularmente té reducían en un 44% las posibilidades de volver a sufrir otro.
De entre todas las variedades de té, la Fundación Española del Corazón recomienda el té verde, el cual es, por ejemplo, una de las piezas clave de la dieta de los japoneses, cuyos habitantes gozan con la mayor esperanza de vida del mundo.
El menú saludable
Mientras, el café también tiene propiedades beneficiosas para la salud. En su página web, la Universidad de Harvard explica que, a diferencia de lo que se suele pensar, el consumo de café o cafeína no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y/o cáncer. Es más, al parecer, la ingesta estándar de tres a cinco tazas de esta bebida al día se ha asociado con un riesgo reducido de varias enfermedades crónicas.
Entre las distintas dolencias para las que el café puede ser beneficioso, la institución destaca la reducción del riesgo de padecer diabetes tipo 2, una enfermedad cardíaca o enfermedad cerebrovascular, enfermedades neurodegenerativas o cálculos biliares.
Ambas bebidas figuran, asimismo, en el plato para comer saludable de Harvard, que recomienda beber agua, café o té, omitir las bebidas azucaradas, limitar la leche y productos lácteos a una o dos porciones al día y limitar los zumos a un vaso pequeño.