Este es el pescado que tiene menos mercurio en España: muy barato y cargado de omega 3
El consumo de este producto ha sido valorado desde hace mucho tiempo por sus múltiples beneficios para la salud, tanto fresco como en lata.
8 junio, 2024 02:22Las sardinas, pequeñas joyas marinas, son un alimento básico en muchas culturas alrededor del mundo. Este pescado azul, popular en regiones costeras del Mediterráneo, Asia y América Latina, se destaca no solo por su sabor y versatilidad culinaria, sino también por sus múltiples beneficios para la salud, que han sido documentados en diversos estudios científicos. La popularidad de este alimento ha crecido considerablemente, en parte gracias al aumento de la conciencia sobre sus propiedades nutritivas y su impacto positivo en la salud general.
En cuanto a comer habitualmente este pescado hay buenas noticias. Además de sus numerosos beneficios nutricionales, tienen una ventaja significativa en términos de seguridad alimentaria: su bajo contenido de mercurio en comparación con muchos otros pescados. Debido a su tamaño pequeño y su corta vida, las sardinas no acumulan mercurio ni otros contaminantes en la misma medida que peces más grandes y longevos, como el atún o el pez espada.
De acuerdo con datos de la FDA, las sardinas tienen un promedio de 0,013 partes por millón (ppm) de mercurio, lo cual es significativamente menor en comparación con el atún blanco (albacora) que tiene aproximadamente 0,35 ppm y el atún claro enlatado que contiene alrededor de 0,126 ppm de mercurio.
Uno de los aspectos más notables del consumo de sardinas es su alto contenido de ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes son ácidos grasos esenciales que el cuerpo humano no puede sintetizar por sí mismo, por lo que deben obtenerse a través de la dieta. Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, estos ácidos grasos desempeñan un papel crucial en la salud cardiovascular, ayudando a reducir los niveles de triglicéridos en la sangre y disminuyendo el riesgo de arritmias.
Estos también tienen propiedades antiinflamatorias, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la artritis. Así, el consumo regular de sardinas puede contribuir significativamente a la prevención de enfermedades del corazón y otras afecciones inflamatorias.
Una fuente de proteínas
Además de los beneficios cardiovasculares, este pescado es una fuente excepcional de proteínas de alta calidad. Nutrientes esenciales para la reparación y construcción de tejidos corporales. Además, su ingesta adecuada es crucial para el mantenimiento de la masa muscular y la salud general. De hecho, un estudio publicado en la Journal of Animal Science resalta que la proteína de pescado, incluida la de las sardinas, es más fácilmente digestible en comparación con otras fuentes animales.
Esto no solo facilita su absorción, sino que también puede reducir la carga digestiva, lo que es especialmente beneficioso para personas con problemas digestivos. Este atributo convierte a este alimento en una excelente opción para quienes buscan incrementar su ingesta proteica de manera saludable y efectiva.
Ricas en calcio
El calcio es otro nutriente presente en abundancia en las sardinas, especialmente cuando se consumen con sus espinas. El calcio es esencial para la salud ósea, y su ingesta adecuada es vital para prevenir enfermedades como la osteoporosis. Investigaciones del British Journal of Nutrition muestran que el calcio de origen marino es altamente biodisponible, lo que significa que el cuerpo puede absorberlo y utilizarlo eficientemente.
Este aspecto es crucial para la salud ósea, especialmente en poblaciones vulnerables como los niños en crecimiento y los ancianos. Consumir sardinas regularmente puede ayudar a mantener huesos fuertes y prevenir la degeneración ósea.
Vitamina D y B
La vitamina D, también presente en las sardinas, juega un papel fundamental en la salud ósea y el sistema inmunológico. Un estudio publicado en la Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology destaca que la vitamina D obtenida a través de fuentes alimenticias como las sardinas es esencial para la absorción de calcio y la prevención de enfermedades autoinmunes.
La deficiencia de este nutriente se ha asociado con una serie de problemas de salud, incluidos trastornos óseos y debilidad inmunológica. Otro nutriente presente en este pescado es el selenio, un mineral antioxidante presente en las sardinas, que ofrece beneficios protectores contra el daño celular causado por los radicales libres.
Según una investigación publicada en Clinical Chemistry and Laboratory Medicine, el selenio actúa como un componente esencial de enzimas antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento celular y la aparición de enfermedades crónicas. Esta molécula también desempeña un papel en la función tiroidea y en la protección del sistema inmunológico, lo que subraya la importancia de su ingesta adecuada a través de la dieta.
Otro beneficio significativo es su alto contenido de vitamina B12, esencial para la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso. Tal y como se destaca en una investigación publicada en el American Journal of Clinical Nutrition evidencia que la deficiencia de vitamina B12 puede llevar a problemas neurológicos y anemia, condiciones que pueden tener un impacto negativo significativo en la salud y la calidad de vida.
Además, también es crucial para la función cognitiva y la salud mental, por lo que consumir sardinas regularmente puede ayudar a prevenir deficiencias y mantener el bienestar neurológico. Por otro lado, la vitamina B6, también presente en este alimento, es vital para la metabolización de proteínas y la producción de neurotransmisores.
De igual modo, de ella depende la función cerebral y la regulación del estado de ánimo, contribuyendo así al bienestar mental y emocional. Incluso desempeña un papel en la síntesis de hemoglobina y en la función inmunológica, lo que la convierte en un nutriente multifacético esencial para la salud general.
Una fuente de magnesio
El magnesio es otro mineral que se encuentra en las sardinas y es crucial para numerosos procesos fisiológicos, incluyendo la función muscular y nerviosa, así como la regulación de la presión arterial. Desde el Journal of the American College of Nutrition sugieren que una dieta rica en magnesio puede ayudar a prevenir enfermedades metabólicas y mejorar la salud cardiovascular. Incluso también desempeña un papel en la síntesis de proteínas y en la producción de energía, lo que subraya su importancia en el mantenimiento de la salud general y el bienestar.
Cabe destacar que este alimento también es una excelente fuente de hierro, necesario para la formación de hemoglobina y el transporte de oxígeno en la sangre. Demostrando que el hierro de fuentes marinas, como las sardinas, es altamente absorbible, lo que puede ayudar a prevenir la anemia y mejorar la energía y el rendimiento físico. El hierro es un mineral esencial, especialmente para mujeres en edad fértil y atletas, que tienen mayores necesidades de este nutriente.