Harvard no deja de glosar las maravillas de la gastronomía española.

Harvard no deja de glosar las maravillas de la gastronomía española.

Nutrición

Ni salmón ni merluza: este es el pescado español que enamora a Harvard

Esta receta fusiona la delicadeza y los beneficios nutricionales de un pescado blanco firme con la riqueza y profundidad de una salsa tradicional catalana.

27 julio, 2024 02:01

Que la gastronomía española vuelve locos a los americanos hace mucho que ha dejado de ser un secreto. No solo vuelve auténticos fanáticos a los turistas y los nómadas digitales que pasan por el país, instituciones como la Universidad de Harvard constatan los beneficios de nuestra gastronomía, rica y saludable.

Entre la multitud de platos que Harvard recomienda por su conjunto de beneficios está la lubina con salsa romesco. Esta es una receta que fusiona la delicadeza y los beneficios nutricionales de un pescado blanco firme con la riqueza y profundidad de una salsa tradicional catalana.

Este plato no solo destaca por su exquisito sabor, sino también por los múltiples beneficios que ofrece para la salud. La lubina, con su contenido alto en proteínas de alta calidad y ácidos grasos omega-3, se complementa perfectamente con la salsa romesco, que combina pimientos rojos asados, ajo, almendras y otros ingredientes nutritivos.

La unión de estos elementos no solo crea una experiencia culinaria excepcional, sino que también aporta una gama de nutrientes esenciales, antioxidantes y grasas saludables que pueden mejorar significativamente la salud cardiovascular y general.

La lubina, un pescado blanco firme y delicioso, se destaca no solo por su sabor, sino también por sus numerosos beneficios nutricionales en comparación con otros pescados.

Este pez es una fuente excepcional de proteínas de alta calidad, que son esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos en el cuerpo humano. Las proteínas juegan un papel crucial en la construcción de músculos, enzimas y hormonas.

Además, este pescado contiene ácidos grasos omega-3, que son conocidos por su capacidad para reducir la inflamación y mejorar la salud cardiovascular. Según un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, el consumo regular de ácidos grasos omega-3 puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas en un 20%. Estos ácidos grasos son fundamentales para la función cerebral y pueden contribuir a la mejora de la salud mental y la prevención de enfermedades neurodegenerativas.

Vitaminas y minerales

Además de los beneficios proporcionados por los ácidos grasos omega-3, la lubina es rica en vitaminas y minerales esenciales. Entre ellos, destaca la vitamina D, que es crucial para la salud ósea y el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico.

Este nutriente ayuda en la absorción del calcio, lo que fortalece los huesos y previene enfermedades como la osteoporosis. De hecho, una investigación publicada en The Journal of Nutrition destaca que la deficiencia de vitamina D puede aumentar la susceptibilidad a enfermedades infecciosas y trastornos óseos.

Además de la vitamina D, la lubina contiene selenio, un mineral antioxidante que protege las células del daño oxidativo y apoya la función tiroidea, lo que es vital para el metabolismo y la regulación hormonal.

Su consumo también es beneficioso debido a su bajo contenido en grasas saturadas y colesterol en comparación con las carnes rojas y otros tipos de pescado graso. Esto hace que la sea una opción ideal para quienes buscan mantener una dieta equilibrada y saludable, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.

Tal y como apunta un estudio publicado en The British Journal of Nutrition encontró que dietas bajas en grasas saturadas y ricas en proteínas magras pueden mejorar los perfiles lipídicos en sangre, disminuyendo el colesterol LDL (colesterol malo) y aumentando el colesterol HDL (colesterol bueno). Esta mejora en el perfil lipídico puede contribuir significativamente a la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Ingredientes de la salsa romesco

En cuanto a la salsa romesco, este acompañamiento de origen catalán no solo es delicioso, sino que también ofrece múltiples beneficios nutricionales.

La base de la salsa incluye pimientos rojos asados, que son ricos en vitamina C y antioxidantes. La vitamina C es esencial para la reparación de tejidos y la función inmunológica, mientras que los antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo.

Incluso un estudio publicado en Nutrients destaca que una dieta alta en antioxidantes puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Los pimientos rojos también contienen betacarotenos, que son precursores de la vitamina A y son fundamentales para la salud ocular y la piel.

El ajo, otro ingrediente fundamental de esta salsa, tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que han sido ampliamente documentadas. Según un estudio de The Journal of Nutrition, el consumo regular de ajo puede ayudar a reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular en general.

Este alimento es conocido por sus efectos positivos en la regulación de los niveles de azúcar en sangre, lo cual es particularmente beneficioso para personas con diabetes tipo 2. Además, el ajo contiene alicina, un compuesto que se libera cuando se tritura o se corta, y que tiene potentes propiedades antimicrobianas.

Las almendras y las nueces, también presentes en la salsa romesco, son fuentes ricas de ácidos grasos insaturados, fibra y vitamina E. La vitamina E es un potente antioxidante que protege las células del daño oxidativo. De hecho, estudios han demostrado que las nueces pueden mejorar la salud del corazón y reducir los niveles de colesterol LDL.

Además, las almendras y nueces aportan proteínas vegetales, que son esenciales para una dieta equilibrada, especialmente en aquellos que siguen dietas vegetarianas o veganas. Estos frutos secos también contienen magnesio, que es importante para la función nerviosa y muscular.

El uso de aceite de oliva extra virgen en la salsa añade otro nivel de beneficios para la salud. Este es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, además de ser una fuente excelente de grasas monoinsaturadas, que son saludables para el corazón.

Un artículo en The New England Journal of Medicine informó que una dieta mediterránea rica en aceite de oliva puede reducir el riesgo de eventos cardiovasculares importantes como infartos y accidentes cerebrovasculares. Este tipo de grasa ayuda a reducir la inflamación sistémica y mejora la función endotelial, lo que es crucial para mantener la salud cardiovascular.

El vinagre de jerez, con su toque ácido, no solo realza los sabores de la salsa, sino que también tiene beneficios digestivos. Tal y como publicaron en el Journal of Food Science, los compuestos fenólicos del vinagre pueden mejorar la digestión y tener efectos antimicrobianos que protegen contra infecciones gastrointestinales.

Además, el vinagre puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que es beneficioso para la prevención y el manejo de la diabetes.

El pimentón ahumado y la cayena, aunque utilizados en pequeñas cantidades, aportan capsaicina, un compuesto que puede aumentar el metabolismo y tener efectos antiinflamatorios. Incluso estudios en Appetite han mostrado que la capsaicina puede ayudar en la gestión del peso al aumentar la saciedad y reducir la ingesta calórica.

La capsaicina también puede tener efectos beneficiosos en la reducción del dolor crónico y la mejora de la función vascular. Por si fuera poco, la ensalada que acompaña a la lubina y la salsa romesco incluye ingredientes frescos como los brotes de guisante, que son ricos en vitaminas A, C y K, y el aceite de oliva extra virgen, que nuevamente aporta sus beneficios cardiovasculares y antioxidantes. Además, los brotes de guisante también contienen fibra, que es esencial para una buena digestión y la salud intestinal. Un pack completo.