Una hilera de carritos en un supermercado Mercadona.

Una hilera de carritos en un supermercado Mercadona.

Nutrición

La 'superfruta' otoñal que triunfa en Mercadona: ayuda a adelgazar y cargada de vitamina C

Muy consumida en nuestro país con la llegada del otoño, es una fruta repleta de nutrientes necesarios para el organismo. 

16 septiembre, 2024 14:09

La granada (Punica granatum) es una de las frutas más antiguas conocidas por la humanidad. Durante milenios, ha sido una fuente vital de alimento y medicina en diversas culturas y civilizaciones. Su nombre botánico, Punica, proviene del término romano para Cartago, una antigua ciudad en el norte de África, de donde los romanos creían erróneamente que procedía. Sin embargo, su verdadero origen se encuentra en Irán, el suroeste de Pakistán y partes de Afganistán.

En España, la granada es una fruta muy popular, donde se cultiva, sobre todo, en el sureste peninsular, concretamente en la provincia de Alicante y en la Región de Murcia. Apreciada en nuestro país, podemos disfrutar de ella en los meses de otoño, de septiembre a diciembre. De hecho, en estas últimas semanas de verano, Mercadona la ha incorporado como una de sus principales novedades.

Esta popularidad se basa en su agradable sabor, pero también en unos valores nutricionales que la hacen muy interesante. Según la Fundación Española de Nutrición, es una fruta baja en calorías, con solo 34 por cada 100 g. Además, contiene 0,7 g de proteínas, 0,1 g de lípidos totales 7,5 g de carbohidratos y de 0,2 g de fibra dietética. Además, contiene un 91,5% de agua que la convierte en un alimento muy hidratante.

Granadas de Mercadona

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Potencial antioxidante

Además, la granada es rica en potasio, un mineral esencial para la salud del corazón y el equilibrio de los electrolitos. En cuanto a las vitaminas, contiene pequeñas cantidades de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico, y algunas del grupo B, que son cruciales para el metabolismo energético. El ácido cítrico, responsable de su sabor ácido, no solo potencia la acción de la vitamina C, sino que también contribuye a la frescura y digestión de esta sabrosa fruta.

La granada es rica en antioxidantes y flavonoides, lo que ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Estudios preliminares sugieren que la granada puede tener potencial para prevenir ciertos tipos de cáncer como el de próstata, mama, pulmón y colon, aunque se requiere más investigación en humanos. En personas con diabetes tipo 2, el consumo de jugo de granada puede reducir la presión arterial y mejorar la resistencia a la insulina, mientras que el aceite de semilla de granada podría reducir los niveles de azúcar en sangre.

La granada también ayuda a cuidar la salud urinaria al reducir la formación de cálculos renales y promueve la salud digestiva con efectos prebióticos y alto contenido de fibra, beneficiando el microbioma intestinal. Además, sus polifenoles, como los elagitaninos, pueden proteger el cerebro de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson al reducir la inflamación. Sus antioxidantes también pueden ayudar a aliviar síntomas de la artritis reumatoide y prevenir la osteoartritis.

Salud cardiovascular

Pero uno de los principales beneficios de la granada está relacionado con la salud cardiovascular, los polifenoles de la granada, como las punicalaginas y los elagitaninos, potentes antioxidantes que ayudan a proteger el sistema cardiovascular. Estos compuestos previenen el engrosamiento de las paredes arteriales y reducen la acumulación de colesterol y placa, clave para combatir la aterosclerosis, una afección caracterizada por la acumulación de colesterol y grasas en las arterias que puede llevar a sufrir hipertensión y otras enfermedades cardíacas.

Un ensayo clínico mostró que personas con sobrepeso u obesidad que consumieron suplementos de extracto de granada durante 30 días experimentaron una reducción significativa en varios factores de riesgo cardiovascular, incluyendo el peso corporal, los niveles de glucosa sérica, insulina, triglicéridos, colesterol total, y la relación entre el colesterol LDL y HDL. Además, hubo una disminución en los marcadores sanguíneos de inflamación, lo cual sugiere un impacto positivo sobre la inflamación sistémica, un factor asociado con múltiples enfermedades crónicas.

Los estudios también indican que el extracto de su semilla también puede contribuir a la reducción de la presión arterial. Esto se debe, en parte, a su capacidad para reducir el estrés oxidativo causado por los radicales libres, disminuir la inflamación, y mejorar la función del hipotálamo, una región del cerebro que regula funciones corporales clave como el apetito, la temperatura corporal y la presión arterial.