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Nutrición

Los alimentos con fama de inocentes en España que debes evitar porque disparan el azúcar en sangre

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El consumo de alimentos ultraprocesados, incluyendo bebidas 'light' o bollería disfrazada de alimento saludable, como las galletas dietéticas bajas en azúcar, entre otros muchos ejemplos, ya se había relacionado con aumento del riesgo de multitud de enfermedades: desde cáncer hasta enfermedades cardiovasculares, incluyendo la diabetes tipo 2. Sí, incluso en los casos "bajos en azúcar" o "sin azúcar".

Hasta el momento se creía que los alimentos ultraprocesados solo causaban daños por su riqueza en azúcar añadido, grasas trans o exceso de sal; sin embargo, un nuevo estudio publicado en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics sugeriría que incluso los ultraprocesados dietéticos, más conocidos como 'light' o 'sin azúcares' tambien se relacionarían con problemas para la salud, especialmente en personas diagnosticadas de diabetes tipo 2.

Esa sería la conclusión del estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de ciencias nutricionales, kinesiología y educación para la salud de la Universidad de Texas en Austin: el consumo de alimentos ultraprocesados, incluyendo refrescos dietéticos, galletas bajas en azúcar y ciertos cereales y yogures, a pesar de ser "bajos en azúcar", se relacionarían con aumentos de los niveles de azúcar en sangre en pacientes diagnosticados de diabetes tipo 2.

El consumo de más alimentos ultraprocesados, y sus aditivos, sería más importante si cabe que la presencia de un exceso de azúcar y/o sal en la dieta. Serían esos aditivos los que contribuirían a mayores niveles de azúcar en sangre de media, una medida conocida como hemoglobina glicosilada o HbA1c.

Como explica Marissa Burgermaster, profesora adjunta de ciencias nutricionales en la UT y responsable del presente estudio: "Hay muchas formas de ver y medir la alimentación saludable. Nos propusimos ver qué medida se asociaba con el control del azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2. Descubrimos que, a mayor cantidad de consumo de alimentos ultraprocesados en la dieta, peor era el control del azúcar en sangre, y cuantos más alimentos mínimamente procesados o no procesados había en la dieta, mejor era su control".

Para llegar a esta conclusión, Burgermaster y sus colegas usaron datos de referencia de un ensayo clínico aún en curso llamado Texas Strength Through Resilience in Diabetes Education (TX STRIDE), dirigido por Mary Steinhardt en la Facultad de Educación de la UT. En dicho ensayo se inclyó a 273 adultos afroamericanos diagnosticados de diabetes tipo 2 y reclutados a través de iglesias del área de Austin. Cada participante proporcionó dos recordatorios de dieta de 24h y una muestra de sangre sobre su HbA1c, la media de sus niveles de azúcar durante los últimos meses.

Los investigadores examinaron los recordatorios de dieta y los calificaron en función de tres índices ampliamente utilizados que analizan la calidad general o la nutrición en la dieta de una persona, pero esas herramientas no estaban asociadas al control de la glucosa en sangre. Sin embargo, la cantidad en gramos totales de alimentos ultraprocesados consumidos por los participantes, ya fuera en formato sólido o en forma de bebida, sí se asociaba con un peor control. Por su parte, aquellos que consumían una mayor cantidad de alimentos integrales y bebidas con un mínimo procesado, eran los que llevaban un mejor control.

Ya en estudios previos se habría sugerido que comer más alimentos ultraprocesados se habría relacionado con tasas más altas de enfermedad cardiovascular, obesidad, trastornos del sueño, ansiedad, depresión y muerte prematura. En general, los alimentos ultraprocesados suelen tener un mayor contenido de azúcares añadidos y sodio, pero los investigadores concluyeron que los aumentos de HbA1c no se debían simplemente al exceso de azúcar y sodio añadidos, o se habrían correlacionado con las herramientas que miden la calidad nutricional general.

Serían los sabores sintéticos, los colorantes añadidos, emulsionantes, edulcorantes artificiales y otros aditivos los que tendrían parte de la culpa, según Erin Hudson, estudiante de posgrado y autora del artículo. Por tanto, esto sugeriría que las pautas dietéticas actuales deberían empezar a poner énfasis en los alimentos ultraprocesados como tal, y no solo en referencia a sus niveles de sodio o azúcar añadido.

En el caso de los participantes del estudio que no tomaban insulina, por cada 10% más de gramos totales de alimentos ultraprocesados en la dieta, su HbA1c promedio aumentaba 0.28 puntos. Por contra, aquellos cuya dieta era más saludable, con un 10% más de alimentos totales mínimamente procesados o no procesados, su HbA1c promedio se reducía 0.30 puntos. En el caso de la diabetes tipo 2, unos niveles de HbA1c por debajo de 7 se considera un buen control, y las personas cuya dieta contenía un 18% o menos de gramos de alimentos ultraprocesados eran las que tenían más probabilidades de alcanzar esa marca.