Tengo 50 años y acaban de diagnosticarme escorbuto por no tomar suficiente vitamina C: estos son los síntomas
- El escorbuto, una patología ligada al déficit de vitamina C, está resurgiendo en el mundo moderno a causa de la mala alimentación.
- Más información: Esta es la enfermedad que tenían todos los marineros y se solucionaba comiendo fruta: vuelve a existir hoy en día.
El escorbuto es una enfermedad relativamente fácil de tratar, ya que se resuelve mediante el consumo de vitamina C. Fue endémica entre los marineros a partir del Renacimiento, cuando se multiplicaron los largos viajes transoceánicos en los que era fácil quedarse sin fruta y verdura fresca, y se confundía fácilmente con otras afecciones como las vasculitis o inflamación de los vasos sanguíneos.
Sin embargo, aunque hoy la conocemos bien y parecía casi erradicada, si no se trata puede ser letal. Ahora, como explica un nuevo caso publicado en BMJ Case Reports, el escorbuto podría estar resurgiendo en medio de una crisis de costo de vida, pero también por el aumento de las cirugías bariátricas con el objetivo de perder peso.
Los síntomas de esta enfermedad pueden aparecer incluso un mes después de una ingesta diaria inferior a los 10 mg de vitamina C. En este caso, los autores del nuevo caso explican que trataron a un hombre de 50 años cuyas piernas estaban cubiertas de diminutos y dolorosos puntos de color marrón rojizo, similares a un sarpullido. Además, sufría anemia y sangrado en su orina.
Los análisis de sangre y de enfermedades inflamatorias y autoinmunes dieron negativo, y los escáneres realizados no revelaron ninguna hemorragia interna. Una biopsia de piel tampoco dio lugar a pistas diagnósticas. Y el casó empeoró.
El sarpullido del paciente siguió aumentando durante su hospitalización. Tras un largo interrogatorio, se descubrió que sufría significativas carencias económicas: no cuidaba su dieta, apenas consumía fruta y verdura, se saltaba comidas y había dejado de consumir los suplementos nutricionales que le habían recetado tras someterse a una cirugía bariátrica para perder peso porque no podía pagarlos.
Finalmente, los análisis sanguíneos para evaluar su estado nutricional general indicaron que no había niveles detectables de vitamina C, y que también poseía niveles muy bajos de otros nutrientes clave. Fue así como se le diagnosticó escorbuto y se le inició un tratamiento con vitamina C a razón de 1.000 mg diarios, junto a vitamina D3, ácido fólico o vitamina B9 y suplementos multivitamínicos.
Tras la suplementación nutricional, el doloroso sarpullido desapareció, junto al resto de sus síntomas. Recordemos que el escorbuto puede ocasionar debilidad generalizada, gingivitis y sangrado de encías, anemia, dificultad para la cicatrización y hemorragias cutáneas, como fue el caso.
Éste es solo un informe de un caso en particular, y la prevalencia actual del escorbuto aún no está clara. Sin embargo, es el segundo caso médico documentado de esta enfermedad este mismo mes de octubre. Una mujer de Toronto, Canadá, también fue diagnosticada después de que acudiera con una sintomatología similar a la del paciente británico. La paciente reportó alimentarse básicamente de comida enlatada, ya que sufre una discapacidad y dispone de escasos recursos.
Sin embargo, los autores del estudio llaman a la cautela. "El escorbuto todavía se considera una enfermedad del pasado, especialmente en los países desarrollados. Sin embargo, el aumento del coste de la vida todavía dificulta que las familias puedan permitirse alimentos nutritivos de buena calidad, mientras que ha habido numerosos informes de escorbuto derivados de complicaciones posteriores a la cirugía bariátrica".
Otros factores de riesgo de escorbuto incluirían el alcoholismo, tabaquismo, trastornos alimentarios, bajos ingresos familiares, obesidad o diálisis renal. También el consumo de medicamentos que interfieran en la absorción de la vitamina C, como los corticoesteroides y los inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol).
"Nuestro paciente tenía múltiples factores de riesgo, como malos hábitos alimentarios, obesidad, cirugía bariátrica reciente, uso de inhibidores de la bomba de protones y un estátus de bajos ingresos. Su historial de déficit de hierro, vitamina C y folato también daban pistas sobre su déficit nutricional subyacente", aprecian.
En conclusión, a pesar de que algunas enfermedades del pasado puedan parecer 'erradicadas' o al menos muy raras, nunca debemos olvidar que es posible volver a encontrarlas si no cuidamos adecuadamente el estilo de vida en general, y la alimentación en particular.