El Zika ocupa pero no preocupa, dicen en el Comité Olímpico Español (COE). A principios de junio, los presidentes y los servicios médicos de las federaciones deportivas recibieron una sesión informativa antes de partir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que arrancan el 5 de agosto.
"No es un fenómeno habitual, pero el asesoramiento médico en competiciones deportivas multitudinarias es cada vez más necesario en un mundo globalizado", explica José Muñoz, responsable del servicio de atención al viajero internacional y de medicina tropical del Hospital Clínic de Barcelona.
Los epidemiólogos del Instituto de Salud Global (ISGlobal), en Barcelona, han elaborado un documento destinado a los atletas españoles con información para reducir el riesgo de contraer el zika. Y no solo es este virus el que les preocupa; los mosquitos de la familia Aedes aegypti, urbanos y diurnos, transmiten enfermedades como el dengue y el chikunguña que también afectan al país tropical.
Las recomendaciones son cubrir la mayor parte del cuerpo con prendas de manga larga y calzado cerrado; utilizar repelente de mosquitos con un 20% de DEET como mínimo hasta dos semanas después del regreso; dormir en habitaciones con ventanas cerradas, aire acondicionado o mosquiteras preferiblemente impregnadas en insecticida, y usar preservativos.
"Velamos por la seguridad de nuestros atletas a cada país donde viajamos para proteger su salud y el rendimiento deportivo", asegura Charo Ureña, jefa de los servicios médicos de la delegación española en Río. Estos son sus cuartos juegos olímpicos como médica y recuerda la preocupación por la contaminación en la cita olímpica en Pekín, hace ocho años.
Sin embargo, algunos deportistas han mostrado su preocupación por el virus: la tenista Serena Williams, la futbolista Hope Solo, el jugador de baloncesto de la NBA Carmelo Anthony y el golfista Marc Leishman, que por primera vez podría competir en unos Juegos Olímpicos al incluirse su disciplina a la competición.
En España, Pau Gasol declaró a finales de mayo en rueda de prensa que estaba en contacto con "científicos y expertos" que le pasan "información privilegiada", por lo que el jugador de baloncesto consideraba la situación de Brasil por el virus de Zika de "grave" y estaba valorando la posibilidad de "no ir a los Juegos Olímpicos de Río". Incluso ha declarado su intención de hacerse congelar el semen si viaja a Brasil.
Más opciones de medalla que de Zika
A pesar de la preocupación, los atletas que el próximo agosto compitan en Río tienen una probabilidad 1.000 veces mayor de ganar una medalla que de ser picados por un mosquito transmisor del virus del Zika, según explica Antoni Trilla, responsable de medicina preventiva y epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona e investigador de ISGlobal.
En un mundo globalizado las epidemias ya no se miden por kilómetros, sino por los aeropuertos y el número de escalas que separan un país de otro, reflexiona Trilla. Más de medio millón de personas acudirán a la cita más importante del deporte mundial durante las tres primeras semanas de agosto, lo que representa menos del 1% del total de viajes a zonas afectadas por Zika en todo el mundo.
Se estima que no más de 16 personas se infectarán por una picadura de mosquito, según el cálculo que la Universidad de Sao Paulo (Brasil) publicó en la revista Epidemiology & Infection el pasado mes de abril. Ahora, otro grupo de investigación del mismo centro acaba de publicar en The Lancet otro análisis del riesgo que suma cinco casos más a los posibles infectados por Zika durante los juegos olímpicos.
"El riesgo de infección por virus del Zika es 15 veces menor que por el dengue", comenta Eduardo Massad, líder de la segunda evaluación del riesgo y también investigador en la Universidad de Sao Paulo (Brasil). En la misma línea, el investigador del ISGlobal coincide en señalar que "el Zika presenta un riesgo para la salud muy bajo comparado con el que supone el dengue".
La preocupación debería ser por el dengue
El dengue también es una infección vírica transmitida por mosquitos de la familia Aedes aegypti. La enfermedad comparte muchas más cosas con el zika: la incidencia se circunscribe a países tropicales y subtropicales, causa síntomas gripales y ha habido un “aumento enorme” de casos en las últimas décadas, tal y como describe la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los deportistas vivieron una situación de inquietud similar a la de este verano con el zika hace un par de años por la Copa del Mundial de Fútbol con el dengue, por donde pasaron el doble de viajeros según un artículo publicado el año pasado en The Lancet. En aquella ocasión Massad calculó que el riesgo de infección era mucho mayor: entre tres y 59 casos por los 600.000 visitantes. Al final se registraron tres casos entre los turistas que fueron a los juegos.
Esta infección es un problema de salud pública "importante" en Brasil, donde la incidencia y la gravedad de la enfermedad ha aumentado en las últimas dos décadas, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
A diferencia del zika, hay ocasiones en que el dengue evoluciona hacia un cuadro potencialmente mortal, llamado dengue grave. El virus mata en circunstancias muy particulares, comenta Trilla, para quien "el Zika sin microcefalia sería un dengue más".
Las embarazadas se quedan en casa
La OMS considera que las mujeres embarazadas se encuentran en situación de riesgo especial, por eso lesrecomienda evitar viajar a zonas con transmisión activa del virus. En mayo se revelaron las primeras evidencias en ratones de la capacidad del Zika para atravesar la placenta y provocar microcefalia en sus crías, en dos estudios publicados en la revista Cell.
Brasil es el país del mundo, con mucha diferencia, que más casos de microcefalia ha registrado. Hay 1.581 casos de microcefalia confirmados en todo el país, según la última actualización del Ministerio de Salud del gobierno de Brasil, de los cuales 70 se concentran en Río. Se estima que entre un 1% y un 13% de los embarazos de pacientes infectadas puede presentar esta malformación.
Aunque la vía principal de transmisión del zika sea el mosquito, se han descrito casos por transmisión sexual del virus del Zika en una docena de estudios, y tres trabajos más han detectado trazas en semen humano, recoge la última versión de la guía provisional de la OMS.
Los expertos inciden que durante las ocho semanas posteriores al viaje los hombres que no hayan presentado síntomas se abstengan de tener relaciones sexuales o usen el preservativo, y hasta seis meses si han tenido señales de infección, a pesar de que la transmisión sexual del virus sea muy poco frecuente.
Sobre la transmisión por vía sexual los médicos aún tienen muchas incertidumbres. Por ejemplo, no se sabe cuánto tiempo puede permanecer el virus en el semen, si un hombre infectado sin síntomas transmitiría el virus por vía sexual, o si lo pueden hacer las mujeres infectadas. Por eso la recomendación es retrasar los planes de embarazo al menos ocho semanas después de la exposición.
Los epidemiólogos calculan que solo una de cada cuatro o cinco personas infectadas presentará síntomas, todos ellos leves y de duración limitada. Entre los más habituales están los sarpullidos, la fiebre, el dolor articular y el cansancio durante unos cinco días. Pocos pacientes han desarrollado el síndrome neurológico transitorio de Guillain-Barré, que habitualmente no deja secuelas. La frecuencia de complicación es muy baja.
El invierno tropical
Brasil es uno de los 63 países de todo el mundo que ha notificado la transmisión vectorial del virus del Zika, donde el primer caso se detectó en mayo de 2015. Sin embargo, el riesgo de transmisión por mosquitos será bajo durante los Juegos Olímpicos de Río porque tendrán lugar durante el invierno brasileño, recuerdan los epidemiólogos. Además, calculan que solo un uno de cada 100 mosquitos está infectado.
En agosto las temperaturas medias serán más bajas que en febrero, cuando la ciudad brasileña acogió el carnaval, y las condiciones de alojamiento de los asistentes mucho más seguras, sobre todo para los atletas y sus delegaciones que se hospeden en la villa olímpica. "La probabilidad de ser picado por un mosquito infectado será baja durante los eventos", según la evaluación del riesgo del ECDC. Muñoz comenta que el carnaval no modificó el curso global de la epidemia.
Preocupación individual y colectiva
A principios de junio 150 doctores, científicos y expertos en bioética -entre los que no hay ningún español- escribieron una carta a la OMS para pedir posponer o cambiar de ubicación la celebración de los juegos olímpicos "en el nombre de la salud pública". "Ninguno de los máximos expertos en epidemiología del mundo firmaba este texto", comenta Trilla.
La carta pone el acento en las personas que regresen a sus países de origen y que a día de hoy no están afectadas por el Zika. Los autores se refieren al comportamiento colectivo, comenta Muñoz, que admite que "podría contribuir a la dispersión a otros países", sobre todo a lugares donde abunda el vector, aunque añade que el virus ya viaja dentro y fuera de Brasil y de los otros 63 países donde hay transmisión activa.
Aparte del riesgo colectivo también existe el individual. El Zika puede incapacitar a un deportista de alto rendimiento hasta cuatro o cinco días, aunque si se toman las medidas de protección "el riesgo es bajo", apunta Muñoz. El experto recuerda que en la mayoría de ocasiones el curso de la enfermedad es "leve" y las complicaciones graves "poco probables".
Trilla asegura que las consecuencias de un Zika "no son irreversibles" para la salud individual. "Pero si se presentan síntomas puede colocar a los atletas en una situación tan comprometida como una lesión", añade.
Atleta o no, cualquiera que visite un país tropical debería pasar por un servicio de atención al viajero internacional entre cuatro y ocho semanas antes de partir. En el caso de Brasil se recomienda la vacuna contra la hepatitis A, al ser un país proclive a brotes. Además uno debe comprobar la vacunación sistemática de difteria, tos ferina, tétanos, polio, paperas, y sobre todo sarampión y rubeola para evitar la importación de casos al país latinoamericano, donde se han eliminado la trasmisión de las dos últimas.
Las enfermedades infecciosas son una amenaza en los eventos multitudinarios para la salud pública de todo el mundo. Esta situación no es solo propia de las citas olímpicas, aunque no hubo ningún brote en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Por ejemplo, en la Copa Mundial de Futbol de 2006 se registró un brote de norovirus en Alemania y otro de sarampión en Canadá relacionado con los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010.
Hasta última hora la situación del Zika puede cambiar aunque "no es esperable que se anule", comenta Muñoz que no se moja al responder si él suspendería o no los Juegos Olímpicos de Río. Trilla sí lo hace, y considera que la mayor cita deportiva internacional del mundo debe celebrarse.