"Me voy a quitar dos o tres kilitos para una (...)". Sustitúyanse los puntos suspensivos por cualquiera de las siguientes opciones: boda, fiesta, reunión de trabajo... y se encontrarán con una frase muy común en hombres y mujeres de todo tipo y condición. Ese tipo de dietas -conocidas domo dietas yoyó- por el aumento y disminución consecutivos de peso han estado siempre en el ojo del huracán, pero ahora lo están por un motivo mucho más serio.
Un póster presentado en las reunión anual de la Asociación Estadounidense del Corazón revela que en las mujeres de peso normal -las que no están obesas ni padecen sobrepeso- esas oscilaciones de peso están asociadas a un mayor riesgo de muerte súbita cardíaca y fallecimientos por enfermedad cardiovascular, un riesgo que no se observa en las féminas que sí tienen que perder peso.
"Los cambios cíclicos de peso suponen una preocupación global emergente en relación a los intentos de perder peso, pero hasta ahora los resultados sobre los peligros que suponían para la salud eran inconsistentes", explica Somwail Rasla, médico del Memorial Hospital de Rhode Island y autor principal del estudio.
El trabajo que han llevado a cabo consistió en el análisis de 158.063 mujeres postmenopáusicas, a las que se siguió durante 11,4 años. Las féminas fueron divididas en cuatro categorías según su peso: las que lo habían mantenido estable, las que había ido ganando peso poco a poco, las que lo habían perdido de forma uniforme y las que lo variaban de forma cíclica.
Los resultados de la investigación demostraron que las mujeres con peso normal al inicio del estudio que perdieron y volvieron a ganar peso -víctimas probables de las dietas yoyó- tenían alrededor del triple de riesgo de fallecer por muerte súbita cardíaca que las que lo mantenían estable. También aumentaron un 66% sus posibilidades de sufrir enfermedad coronaria.
Curiosamente, este efecto no se replicaba en esas mujeres obesas o con sobrepeso que también cambiaban su composición ponderal cíclicamente. Tampoco en las que iban ganando o perdiendo peso de forma constante.
Los autores no especulan sobre las posibles causas de este fenómeno que, afirman, ha de ser estudiado en más profundidad, además de en otro tipo de público. Este tipo de dietas yoyó que llevan a la pérdida rápida y posterior ganancia de peso son más comunes entre las personas jóvenes y el estudio se llevó a cabo en mujeres postmenopáusicas.
Además, los investigadores reconocen que el trabajo tiene una importante limitación, implícita en su propia naturaleza. Se trata de un estudio observacional, por lo que sólo se puede deducir una asociación y no una causalidad, que tendría un mayor impacto estadístico y permitiría hacer recomendaciones de salud pública en torno a las ganancias y pérdidas cíclicas de peso.