Por el precio de un coche -entre 2.000 y 10.000 euros- un equipo de investigadores podría poner la primera piedra en la búsqueda de una cura para las lesiones medulares, aquellas que están detrás de muchos casos de paraplejia.
Es el dinero que solicitan a través de un crowdfunding los científicos liderados por Antón Barrerio, de la Universidad de Santiago de Compostela, que buscan financiación adicional para su proyecto a través de la plataforma Precipita, especializada en peticiones económicas relacionadas con la ciencia.
Barreiro explica a EL ESPAÑOL que optaron por esta opción porque ya contaban con financiación previa, lograda en convocatorias competitivas, tanto por parte de la Xunta de Galicia como del Ministerio de Economía, uno de los requisitos de la plataforma. El otro también lo cumplen: el proyecto tiene que tener impacto social. Sin duda, de tener éxito, encontrar un remedio aunque fuera parcial a las lesiones medulares es algo que tendría mucho impacto en la sociedad.
Sin embargo, el líder del laboratorio quiere dejar claro que su trabajo es "investigación básica" y que aún está lejos de su traslación a la clínica.
Lo que quieren hacer
Una de las razones por las que los afectados por lesiones modulares -alrededor de 35.000 en España, la mayoría por accidentes de tráfico- no pueden recuperar su funcionalidad es que los axones -las prolongaciones de las neuronas que transmiten impulsos nerviosos- de las neuronas cerebrales que conectan la médula espinal no son capaces de regenerarse después de la lesión y así volver a conectar con sus neuronas diana.
Pero hay un animal en la naturaleza que sí lo logra y de él es de quién pretenden aprender los gallegos. Se trata del pez cebra que, según explica Barreiro, es un modelo ideal por sus "características ventajosas", como que se pueden obtener "cientos y miles de larvas" en el laboratorio y su color transparente, que permite ver mejor la acción de los medicamentos sobre los axones.
Pero, ¿qué medicamentos quieren analizar los investigadores con los peces? Si todo sale bien y consigue los 10.000 euros que buscan, los científicos estudiarán una librería de 1.230 fármacos para ver si alguno logra regenerar las neuronas que los peces no regeneran automáticamente.
Estos medicamentos, señala Barreiro, tienen dos orígenes: pueden ser moléculas desarrolladas por laboratorios para otras indicaciones, que al final no lograron ser eficaces y se paró su desarrollo clínico o simplemente productos que han sintetizado los químicos sin un fin específico. Cualquiera de ellos podría dar la campanada y demostrar en el pez cebra que regenera las neuronas que no crecen espontáneamente tras una trauma y, si esto ocurre, se podría probar en humanos.
En apenas una semana, los investigadores han conseguido más de 4.000 euros y tienen 60 días más para conseguir su objetivo final. Barreiro comenta que la mayoría de las donaciones vienen de particulares, pero también alguna empresa -en concreto la gallega Pipor, fabricantes de cubiertas de piscinas- se ha comprometido a ayudarlos.
La cura de la paraplejia puede empezar por menos de lo que cuesta un coche de alta gama.