A pesar de que hoy en día la sexualidad es un tema muy normalizado respecto a décadas anteriores, los adultos de hoy en día, los millennials, no ocupan su tiempo libre en prácticas sexuales, sino más bien al revés.
Y es que, según un reciente estudio publicado en Archives of Sexual Behavior, los adultos actuales tienen menos relaciones sexuales de media que los de hace 20 años, aquellos que tenían su edad actual en la década de 1990. Estos resultados serían similares a los hallados en otro estudio del año pasado publicado en la misma revista científica.
Extrapolable a España
Para el estudio, llevado a cabo en EEUU pero extrapolable tanto a Europa como a España, se realizó una encuesta a casi 27.000 personas, con la conclusión de que a principios de 2010 la media de relaciones sexuales de los adultos era siete veces menor que la media de relaciones sexuales de la década de 1990.
La conclusión es similar a un estudio anterior del mismo grupo de investigadores, en el cual se detectó que, de media, aquellos adultos que tenían entre 20 y 24 años y no habían tenido ninguna pareja sexual después de cumplir los 18 años se habían duplicado, siendo un 6% en la década de 1960 y pasando a ser un 15% en la década de 1990.
Según Ryne Sherman y sus colaboradores, de la Universidad de Florida, el resultado no tiene por qué ser una mala noticia, sino que simplemente los jóvenes de hoy en día prefieren otras actividades antes que el sexo y lo han elegido así de forma consciente; aunque también podría significar que los millennials tienen un menor potencial sexual.
Cada año hay menos relaciones sexuales
En el estudio actual, tras preguntar a 26.600 personas de EE.UU. gracias a la Encuesta Nacional General (un estudio anual de EEUU para investigar opiniones y comportamientos en los adultos de dicho país), se llegó a la conclusión de que la generación del milenio es, de media, la que menos relaciones sexuales tiene.
Se preguntó directamente a los participantes con qué frecuenta habían practicado relaciones sexuales durante los últimos 12 meses, una pregunta a la cual respondieron el 94% de los encuestados. Según sus respuestas se pudo saber, como era de esperar, que aquellas personas que tenían pareja estable eran las que practicaban más relaciones sexuales.
Asimismo, los resultados sugerían que a medida que se envejece se tienen relaciones sexuales con menos frecuencia: Cada año, tras cumplir los 25 años, la media de relaciones sexuales disminuye un 1,18% al año (siendo la media de 80 relaciones sexuales al año con 20 años, y disminuyendo hasta una media de 20 relaciones sexuales al año con sesenta años).
Por otro lado, la frecuencia de las relaciones sexuales se veía disminuir tanto en las parejas estables como en las parejas casadas, pero aquellos sin pareja estable prácticamente no sufrían cambios en dicha frecuencia.
Por qué han disminuido
Según los investigadores, la disminución de relaciones sexuales podría deberse a un "efecto de cohorte", es decir, que la frecuencia de relaciones sexuales ha cambiado sobre todo a nivel generacional, siendo algo más llamativo en los millenials y los nacidos a partir de 1995.
En general, según los resultados del estudio, la disminución en la frecuencia de relaciones sexuales tendría relación con un aumento del número de personas que no tienen una pareja estable o no están casadas; aunque también hay una disminución en las relaciones entre aquellos que sí tienen pareja o están casados.
Los científicos sugieren que habría otros factores a tener en cuenta, como el hecho de que hoy en día los jóvenes tienden a vivir en la casa familiar más tiempo, algo que afectaría directamente a sus relaciones de pareja. También mencionan el auge de las redes sociales o plataformas de entretenimiento como Netflix, además del aumento de la depresión o la disminución de la satisfacción en el matrimonio. Por su parte, el cambio de los roles tanto en el trabajo como en el hogar por parte de hombres y mujeres podría tener cierto efecto.
Finalmente, a pesar del aumento de horas de trabajo o de la visualización de pornografía, dichos factores se relacionarían con el aumento de las relaciones sexuales (y no con la disminución).