De forma común se suele relacionar la rabia con animales domésticos, como los perros, dado que una de las primeras vacunas que deben recibir los mejores amigos del ser humano es precisamente contra esta enfermedad. Pero no son los únicos portadores. De hecho, gracias a dicha vacunación, los perros no suelen ser el mayor problema. No es ese el caso de los animales salvajes, aunque se trate de cachorros.
Sin embargo, no fue eso lo primero que pensó una mujer de Weld Country, en el estado de Colorado -EEUU-, cuando se le ocurrió recoger a un bebé de mapache. Se trataba de un animal completamente salvaje, y aún así decidió acogerlo, con todas sus consecuencias.
Según un comunicado del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente del condado de Weld, en Colorado, la mujer acogió inicialmente al bebé de mapache y se lo llevó a casa, pensando que había sido abandonado por su madre. Además, también se lo contó a sus amigos, por lo que el animal tuvo contacto con alrededor de 20 personas más.
Posteriormente la mujer contactó con un refugio de animales de su localidad, con el objetivo de buscar un futuro mejor para el cachorro de mapache, pero dicho refugio no pudo aceptarlo. Aunque, eso sí, se pusieron en contacto con el Departamento de Salud del condado, el cual analizó al mapache para comprobar si era portador de la rabia.
El resultado de la prueba fue positivo, lo cual significaba que un total de 21 personas se habían expuesto a la rabia, y por tanto necesitaban tratamiento para la enfermedad según los protocolos médicos actuales. De hecho, según el condado de Weld, este es el caso de exposición a la rabia más grande de dicha zona.
Cachorros salvajes: un gran riesgo de enfermedades infecciosas
Como bien indica el Dr. Mark Wallace, director del Departamento de Salud del condado de Weld, es peligroso tocar o incluso acercarse a animales salvajes, como los mapaches. Aunque puedan parecer animales "huérfanos" o "abandonados", en la mayoría de las ocasiones no lo son. Simplemente sus progenitores pueden estar relativamente alejados, y no vuelven a acercarse si ven a seres humanos cerca de sus crías.
La rabia, aunque no es muy común en los núcleos urbanos gracias a la vacunación generalizada de los animales domésticos, es una enfermedad muy peligrosa, la cual suele contagiarse en el 99% de los casos gracias a la mordedura de un perro no vacunado. Se transmite gracias a un virus que llega a afectar al sistema nervioso central, provocando edema o "hinchazón" del cerebro y la médula espinal, llegando a ser letal sin el tratamiento adecuado.
Por suerte, la exposición al virus sin sufrir la enfermedad como tal puede tratarse mediante la administración de la vacuna contra la rabia en seres humanos, tras haber confirmado la exposición, como fue este caso. El tratamiento es muy efectivo, siempre y cuando se lleve a cabo previamente a la aparición de síntomas. Una vez se inicia la enfermedad, en la mayoría de los casos el desenlace es fatal, según la OMS.