Cada cierto tiempo, los medios de comunicación publican noticias con un titular similar, que asegura que un análisis de sangre permite detectar el cáncer antes de que éste pueda diagnosticarse por otros medios. Es el sueño de médicos y pacientes hecho realidad, pero esconde un pequeño problema: no es del todo cierto. Detrás de esta posibilidad está una técnica denominada biopsia líquida, que no es otra cosa que la búsqueda en sangre de biomarcadores que desvelen la presencia de células cancerosas que circulan por la sangre; si lo hicieran antes que una prueba de diagnóstico por imagen o determinados síntomas, se alcanzaría el sumum de la detección precoz.
Sin embargo, el hecho de que la biopsia líquida no sea aún una realidad para localizar tumores antes de tiempo no quiere decir que no sea un procedimiento en auge y una técnica en la que los oncólogos deben formarse, como han recordado los expertos responsables del curso online Biopsia líquida desarrollado por la empresa Renovatio Biomédica y avalado por distintas sociedades científicas.
Lo sabe bien el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar de Barcelona, Joan Albanell, uno de los directores de esta actividad formativa. El médico consiguió sacar a un joven de la UCI hace unos años, cuando ingreso en cuidados intensivos con una crisis neurológica que acabó desvelando varios tumores cerebrales. "No había tiempo para hacer una biopsia de tejido y se le practicó una biopsia líquida, una búsqueda en sangre de marcadores tumorales que desvelaron que lo que tenía era una metástasis de un melanoma y no uno cualquiera, sino ligado a una mutación en el gen BRAF", explica.
Gracias a esa biopsia líquida -que leyó el equipo especializado un domingo por la noche, tras desplazarse de urgencia al hospital-, el joven pudo empezar un tratamiento dirigido específicamente a esa mutación, que le sacó de la UCI a los pocos días. "Al final acabó falleciendo, pero tres años después", recuerda Albanell.
Así, la biopsia líquida es una realidad en varios hospitales españoles pero, salvo excepciones como la descrita, es más un método complementario que diagnóstico. Como explica el jefe de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Federico Rojo, lo que nos permite a día de hoy es "evitar biopsias repetidas".
Usos más cercanos en la práctica clínica
También se apunta a su uso para saber si un tratamiento está o no funcionando. Sucede por ejemplo en un curioso fenómeno que se da en el cáncer. En ocasiones, cuando uno de los últimos tratamientos -la inmunoterapia- funciona, las defensas se infiltran en el tumor para destruirlo. El resultado: éste parece más grande en las pruebas de imagen. La biopsia líquida podrá analizar la presencia de biomarcadores y adivinar si el tumor realmente está respondiendo a la terapia o no.
Es difícil hablar de un uso generalizado de la biopsia líquida. Aunque el jefe del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, Rafael López, vaticina que su implementación generalizada haría que la curación del cáncer con metástasis aumentara de un 30 a un 80%, reconoce que habla "de forma general", porque la biopsia líquida no funciona igual en los distintos tipos de cáncer.
Uno de los tumores en los que más se utiliza el análisis de biomarcadores en sangre es el de pulmón y, según López, hay entre 35 y 40 centros que aplican la biopsia líquida en este sentido. "A los pacientes no se les habla de biopsia líquida, sino de análisis de sangre", reconoce.
Otro uso real de la biopsia clínica en la actualidad lo demuestra su inclusión en los ensayos clínicos. Ahora mismo, al evaluar la eficacia de un nuevo fármaco -sobre todo si está dirigido contra una mutación genética- se incluye una recogida de sangre de los participantes para realizar biopsia líquida. Esto ha dado lugar a alguna que otra sorpresa, como la que han presenciado los expertos en el último congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica. La biopsia líquida fue capaz de predecir la eficacia de un fármaco dirigido contra una mutación en el gen p3kinasa, algo que no había logrado la biopsia tradicional de tejido.
La futura detección del cáncer
Pero aunque todos estos usos han revolucionado el manejo del cáncer, los expertos están de acuerdo en que la indicación que realmente daría la vuelta al pronóstico del cáncer es la detección precoz de los tumores, antes de que dieran la cara. Los responsables del curso se atreven a dar una fecha aproximada del momento en que esto sucederá: entre los próximos cinco y diez años.
Hay pasos incipientes en este sentido que son muy positivos, como el presentado en la última reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO). En el estudio, con pocos participantes, se demostró la utilidad de la biopsia líquida para detectar el cáncer de pulmón. La técnica la ha desarrollado la empresa GRAIL y, como resaltaron los organizadores del curso de biopsia líquida, lo han podido hacer con "más de 1.000 millones de dólares aportados por las tecnológicas de la costa oeste de EEUU que están invirtiendo en este campo".
Unos kilómetros más al este, en la Universidad John Hopkins, un grupo de científicos trabaja en la herramienta CancerSEEK, que promete detectar hasta ocho tipos de cáncer precozmente analizando la presencia en sangre de 16 genes y ocho proteínas. "Lo importante es que lo haría por un coste de alrededor de 300 dólares", subraya Rojo.
Aunque estos expertos se muestran optimistas y confiados en que los próximos años serán escenario de "noticias importantes" en este campo, resaltan también que todavía hace falta "mucha investigación y mucho dinero". "La confianza técnica es muy alta", concluyen.
[Más información: Así es el primer análisis de sangre que podría detectar el cáncer de pulmón]
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