Anorgasmia en el hombre: el sexo sin placer también es un problema para ellos
La sociedad nos dice que los hombres siempre llegan al orgasmo en sus relaciones sexuales. Siempre, fácil y rápido. Sin problemas, sin complicaciones, como si fuese algo casi automático. Como si estuviesen hechos de otra pasta, en la que nada ni nadie pudiese impedir su orgasmo. Lo cierto es que los hombres no son máquinas y puede haber muchas cosas que afecten a su capacidad para llegar al orgasmo en pareja.
Cuando empecé a dedicarme a esto de la sexología lo comprobé rápido: uno de los primeros pacientes que tuve, Andrés, era incapaz de llegar al orgasmo cuando se acostaba con sus parejas. Se sentía inseguro y poca cosa con ellas. Creía que las mujeres con las que se relacionaba eran mucho mejores que él: más atractivas, con mejores trabajos, mejor posicionadas socialmente…
Las idealizaba, las endiosaba y, sobre todo, él se colocaba en un plano muy inferior a ellas. Esto hacía que, cuando estaba en la cama con ellas, estuviese pretendiendo complacerlas a toda costa para, de ese modo, suplir lo que él consideraba sus "carencias" con buenas artes amatorias. Estaba tenso y nervioso que no disfrutaba y, por tanto, no alcanzaba el orgasmo.
Hay muchos motivos por los que un hombre puede tener problemas a la hora de llegar al orgasmo en pareja:
Miedo a no dar la talla: el miedo a no ser un buen amante, a que se le baje la erección, a defraudar a su pareja eyaculando antes que ella o a que ella no disfrute. Esto hace que ellos no se centren en su placer, no estén relajados y, por tanto, el ansiado orgasmo no llegue.
Inseguridad sobre el tamaño de su pene: si un hombre siente que su pene es pequeño o no va a satisfacer las expectativas de su pareja, se sentirá inseguro y estará incómodo durante todo el encuentro sexual. De este modo, será bastante más complicado que llegue al orgasmo.
Inseguridad sobre su atractivo físico: igualmente, si un hombre cree que no es atractivo, que está demasiado gordo o delgado, que le falta pelo o abdominales, se sentirá acongojado al desnudarse. El miedo a no gustar a su pareja le dificultará disfrutar del momento y, por tanto, llegar al orgasmo.
Focalizarse únicamente en el placer de la pareja: cuando nos centramos en exceso en que nuestro compañero/a de cama se lo pase bien, nos olvidamos nosotros de disfrutar. En ese caso, será bastante más difícil que logre sentir el suficiente placer como para llegar al orgasmo
El miedo al compromiso: hay veces que, cuando un hombre teme formalizar una relación de pareja, no se deja llevar en la relación… y tampoco en la cama. De este modo, al no descontrolar ni desinhibirse, le costará más llegar al orgasmo.
El consumo de sustancias: por supuesto, el consumo de sustancias como el alcohol, algunos medicamentos y drogas, pueden tener un efecto en el organismo que influya en el placer y en el descontrol de forma negativa.
En definitiva, la presión y la preocupación por una situación estresante puede afectar a la capacidad de sentir placer de cualquiera, y también de los hombres. Las dificultades para llegar al orgasmo no son patrimonio de las mujeres.
Con Andrés trabajé un tiempo para elevar su autoestima, aprender a centrarse en su placer y focalizar la atención en la cama, a mantener relaciones de pareja igualitarias y a sentirse seguro en sus relaciones sexuales y personales. Poco a poco, fue cogiendo confianza y dejándose llevar por el placer, hasta que consiguió tener orgasmos con sus parejas.
Tener orgasmos es algo que se aprende. Aprendemos a sentir placer, a disfrutar y a desinhibirnos en la cama, ya sea a solas o al lado de otra persona. A veces aparecen algunos obstáculos que nos dificultan el camino, pero salvarlos es más fácil de lo creemos si sabemos cómo.
*Ana Lombardía es psicóloga y sexóloga.
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