Hace menos de dos semanas un juez obligaba en Elche (Alicante) a practicar una cesárea a una embarazada que se negaba alegando "razones culturales". Pero esta decisión no depende nunca de la madre sino de los profesionales que se apoyan única y estrictamente en aspectos y criterios médicos. En España el 25,4% de los partos que se atienden son por cesárea, una cifra mayor en los hospitales privados.
¿Pero cuáles son esas razones médicas que llevan a los profesionales a optar por un parto por cesárea en vez de uno natural? ¿Cuándo se ha de aplicar sí o sí aunque ello suponga tener que realizar una intervención quirúrgica? Tirso Pérez Medina, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y profesor titular de la Universidad Autónoma de Madrid, explica a EL ESPAÑOL todas esas razones médicas por las que se decide aplicar una cesárea.
Para comenzar, explica este doctor, tenemos que diferenciar entre los dos tipos de cesáreas que existen: cesáreas electivas y cesáreas de urgencia. Las primeras son aquellas que se hacen antes de que la mujer se ponga de parto y las segundas aquellas en que, una vez establecido el parto, deben realizarse por razones maternas o fetales.
Las razones para hacer una cesárea electiva son sobre todo: haber tenido dos o más cesáreas anteriores; que el niño esté de nalgas; o si hay riesgo materno por enfermedades previas. Por su parte, existen dos tipos de motivos o razones para hacer una cesárea de urgencia.
Según explica el galeno, las razones maternas son, por regla general, que la madre no esté dilatando bien, que tarde mucho en hacerlo, que el feto sea muy grande, que haya sospecha de infecciones o que la madre tenga alguna enfermedad hematológica especial.
Las razones fetales, por otra parte, consisten en que el feto tenga riesgo de sufrimiento fetal o como lo llaman los especialistas, riesgo de pérdida de bienestar fetal (disminución del aporte de oxígeno que el feto recibe en el parto).
"Las cesáreas por causas maternas se hacen después de un tiempo, es decir, después de ver la evolución de la madre. Si la evolución no es buena, se le realiza la cesárea. No es así en el otro caso. En el caso del feto, en cuanto vemos en los registros que hay un riesgo de pérdida de bienestar fetal, se le coge un poquito de sangre del cuero cabelludo (o ph fetal) y lo observamos. Si ese ph fetal está por debajo de 7,20 hay que hacer la cesárea, porque esto ya nos está indicando que dentro de poco tiempo [el feto] lo pasará mal", expone Pérez Medina.
Todas estas razones que hemos comentado serían las pautas generales de cuando habría que aplicar una cesárea, pero como siempre en Medicina, dependerá de cada mujer. "Cada paciente tiene sus matices", aclara el doctor.
Lo que está claro, asegura este ginecólogo, es que "una madre, en la Sanidad Pública -que es la sanidad que yo conozco- no puede elegir una cesárea a la carta o 'electiva'. Y por otro lado, en las cesáreas de urgencia, una mujer a la cual tenemos que practicarle una cesárea y se niega, no tenemos más remedio que pedir una orden judicial". Como ocurrió en Elche.
Más cesáreas a mayor edad
En España, como en el resto del mundo, aumentan cada año los partos realizados por cesárea. En octubre del año pasado, un informe que recogía datos de 169 países y publicado en la revista científica The Lancet mostraba el ascenso de esta técnica en todo el mundo: del 12% en el año 2000 al 21% en el año 2015. En el caso español, según los datos de este trabajo, en el año 2000 las cesáreas ocupaban un 20% de total de los partos, mientras que en 2015 la cifra ascendía al 26,6%.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las tasas de cesáreas deben situarse entre el 10 y el 15% de los partos. Sin embargo, Pérez Molina aclara que "la OMS está dirigida sobre todo a países en vías de desarrollo, países en los cuales tienen que ajustarse mucho a esos criterios porque sus recursos son limitados. Pero nosotros (en España) no podemos aplicar los criterios de la OMS porque entonces aumentaría mucho la morbilidad materno-fetal".
En España, indica el especialista, se recomienda no superar el 20% de cesáreas. En la actualidad, las cesáreas que se hacen en la sanidad pública, añade el doctor, se sitúan en torno a ese 20%, quizá algo más. Una cifra que concuerda con los datos del Ministerio de Sanidad, y que recogía a principios del año pasado este artículo: el 25,4% de los partos que se atienden en España son por cesárea, una cifra que es mayor en los hospitales privados que en los públicos.
Sin duda, una de las razones más importantes, y que merece la pena destacar, por las que ahora se hacen más cesáreas que antes es la edad de las gestantes. Dentro de la Sanidad Pública, explica Pérez-Molina, existe una palpable realidad: la edad de las embarazadas es cada vez mayor. "Ahora es muy frecuente ver a mujeres por encima de los 35 y 40 años. Y esto conlleva que, lógicamente, la calidad de su salud sea distinta. No es lo mismo un parto con 25 años que con 40. No tiene nada que ver", asegura.
Por otro lado, en los últimos tiempo, han aumentado mucho las prácticas de reproducción asistida. Por encima de 35 años, explica el experto, muchas mujeres necesitan recurrir a estas técnicas para quedarse embarazadas, lo cual conlleva dos cosas. Por un lado, un aumento de embarazos gemelares: son mucho más propensos a tener una cesárea. Y por otro lado, son úteros que ya no están en condiciones para parir bien. "Este hecho hace que las pacientes se pongan de parto mucho antes, y en los partos prematuros es mucho más frecuente la aplicación de cesáreas, por salvaguarda del feto", concluye.
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