Un tratamiento con luz ultravioleta abre la puerta a terapias aún más precisas contra el cáncer

Un tratamiento con luz ultravioleta abre la puerta a terapias aún más precisas contra el cáncer

Salud

Un tratamiento con luz ultravioleta abre la puerta a terapias aún más precisas contra el cáncer

Un equipo de investigadores británicos ha creado fragmentos de anticuerpos que solo se activan en el lugar que indica una luz.

17 febrero, 2023 02:26

Un equipo de investigadores de la Universidad de Anglia Oriental, en Reino Unido, ha abierto una nueva vía para atacar el cáncer de la forma más precisa posible. Dirigiendo una luz ultravioleta al tumor, las terapias atacarán únicamente ese punto iluminado, dejando en paz al resto del cuerpo y evitando así los efectos secundarios de los tratamientos actuales.

Los investigadores del cáncer llevan embarcados los últimos 30 años en la carrera de la precisión: crear terapias y medicamentos que sean lobos frente a las células cancerígenas y corderitos frente al resto.

Para ello han buscando incansablemente características que distingan unas de otras. Así, han ido descubriendo proteínas específicas que se encontraban en mayor cantidad en las células tumorales. Es la base de las terapias dirigidas, como los anticuerpos monoclonales, la inmunoterapia o las terapias con las células CART.

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Este fue un gran avance: si la quimioterapia afecta a todo el cuerpo, estas nuevas terapias concentran la mayor parte de su ataque en las células tumorales. Sin embargo, las sanas también expresan, aunque en menor medida, dichas proteínas, y por eso estas terapias no se libran de efectos secundarios, principalmente de toxicidad cardiovascular y en la piel.

Los científicos de la Universidad de Anglia Oriental apuntan, además, que los anticuerpos utilizados hasta el momento son tan grandes que muchas veces no logran penetrar con suficiente fuerza en los tumores, por lo que se les pueden escapar muchas células: a cada gramo de tejido tumoral solo alcanza el 0,01% de los anticuerpos inyectados.

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Para solventar este problema se ha investigado la posibilidad de utilizar fragmentos de anticuerpo, es decir, dejar solo la parte que se une a la célula tumoral para inhibirla. Al ser más pequeños, cruzan el tejido tumoral para llegar a lo más profundo del mismo. Aquí surge otra dificultad: estos fragmentos suelen durar poco unidos a la célula.

De ahí la idea de activar estos fragmentos con luz ultravioleta, una técnica que cada vez concita más interés en torno a ella. La idea es provocar un cambio químico en las moléculas iluminadas que las encienda solo en el punto deseado.

Fusionarse con la proteína

El equipo británico, liderado por Amit Sachdeva, de la Escuela de Química de Anglia Oriental, se ha centrado en la proteína EGFR, que se encuentra sobreexpresada en ciertos tumores de pulmón y de colon. Han tomado un fragmento de anticuerpo que se une a EGFR, llamado 7D12, y le han añadido dos partículas para convertirlo en fotosensible.

Esta molécula se encuentra inactiva hasta que se aplica una luz ultravioleta con una longitud de onda determinada (365 nanómetros). En ese momento, se une al receptor EGFR de la célula, inhibiendo su función. Para reforzar esa unión, una de las dos partículas genera un enlace covalente, 'fusionándose' con EGFR (sus átomos comparten electrones). Dos pájaros de un tiro: solo atacan donde la luz les indica y ese ataque no se desvanece al poco tiempo.

Los autores del trabajo, publicado en Nature Chemical Biology, indican que la longitud de onda utilizada no es dañina para el ADN y que también se está investigando para suplir los déficits de vitamina D. Sí tiene un alcance limitado: solo puede atravesar distancias infinitesimales. Es decir, que si se aplica desde fuera solo sería útil para tratar los tumores de la piel.

Por eso proponen el uso de implantes luminosos en el tumor que activen este tipo de tratamientos. Se trata de algo que se está estudiando –en ratones, cómo no– para otros cánceres como el de ovario.