España, a la cola de la UE en reconocer la Oncología Pediátrica como especialidad médica
Los médicos que trabajan en esta rama de la medicina denuncian que llevan 50 años trabajando sin que se les reconozca de forma oficial.
19 abril, 2023 02:45El cáncer es uno de los mayores enemigos de la salud pública. Por eso, la Unión Europea ha puesto en marcha el primer Plan europeo de lucha contra el cáncer. En el punto ocho de las directrices, se observa que una de las mayores prioridades de los estados miembro es "poner el cáncer infantil en el punto de mira". Como el mismo texto reconoce, la Unión Europea puede y debe hacer más para proteger a los niños de esta lacra. Sólo en 2020, más de 15.000 niños y adolescentes fueron diagnosticados de esta enfermedad y más de 2.000 perdieron la vida.
Por eso, en unas jornadas recientes sobre los deberes que debe asumir España en esta tarea, celebradas en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas al amparo de la Fundación ECO, una de las reivindicaciones más sonadas vino a colación del cáncer infantil y de la necesidad de que nuestro país reconozca la Oncología Pediátrica como una especialidad.
"La especialidad oncológica pediátrica no está reconocida en España", denunciaba la vocal de la Sociedad Española de Oncología Pediátrica, Alba Rubio. En conversaciones con este diario, la experta indica que no existe ningún documento donde se pueda comprobar cuál es la situación actual de cada país a este respecto y que más o menos se conoce por las relaciones que tienen entre compañeros y por las experiencias españolas en el extranjero.
Si bien, hay algún dato que puede ofrecer una idea. Según una investigación citada por la primera edición del libro blanco de las especialidades pediátricas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), sólo cinco países de los 27 estados miembros no tienen reconocida la especialidad de Hematooncología Pediátrica: España, Francia, Austria, Grecia y Dinamarca.
Intentar revertir esta situación es una clama constante desde las asociaciones médicas. Como espeta la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP), los profesionales de esta rama llevan 50 años trabajando en nuestro país sin que exista un MIR para ellos. Habrá a quien le pueda parecer un mero trámite, pero realmente la situación implica dos puntos serios: la precariedad para el profesional y el peligro para el paciente.
Seguridad para profesional y paciente
"En primer lugar, regular esto daría seguridad al profesional, porque si un oncólogo pediatra consigue plaza en un hospital, pero no hay en su especialidad, le pueden mandar a neumología, por ejemplo", detalla al otro lado del teléfono Serafín Castellano, pediatra oncólogo que, actualmente, ejerce en el Great Ormond Street Hospital de Londres (Reino Unido).
El proceso, lógicamente, también se da a la inversa, cualquier persona sin formación específica en oncología puede acceder a una plaza de esta especialidad. Aquí es donde la situación se torna seria para el paciente. Rubio, que es también jefa de la unidad de ensayos clínicos precoces del Hospital infantil universitario Niño Jesús de Madrid, así lo señalaba: "Puede pasar que alguien sea tratado por una persona sin especialidad en oncología pediátrica. Esto es así de grave".
Ahondar en las causas para que esto ocurra es complicado. Pese a las constantes clamas de las sociedades pediátricas, el asunto parece estar en un stand by perpetuo. Castellano apunta a que el motivo puede esconderse en la "falta de interés" de la administración en modificar el sistema pediátrico, cuyas deficiencias no sólo se extienden a la especialización en oncología, también a otras ramas, como la Cardiología, la Endocrinología, Gastroenterología y Nefrología.
El problema, como advierten ambos expertos, es que el cáncer infantil es diferente al de adultos. Por un lado, mientras que los tumores en población adulta están más asociados al daño celular que acompaña al paso del tiempo y a que el ADN de las células se somete a tóxicos durante años, en niños se relaciona con los llamados "tumores del desarrollo", es decir, cánceres conectados con el proceso formativo. De ahí que conseguir una formación específica se torne en algo vital.
Recientemente, la AEP iniciaba ante el Ministerio de Educación una petición para que se garantizara la presencia de especialistas en cánceres pediátricos bien formados dentro de nuestro sistema sanitario, advirtiendo además, al igual que ocurre en otras especialidades, que pronto se jubilará una parte importante del personal médico de esta rama.
Una enfermedad rara
Quizá la iniciativa otorgue a los oncólogos pediátricos eso que llevan anhelando medio siglo. No obstante, Alba Rubio aportaba otra de las variables que pueden estar causando esta indefensión por parte de la administración: "Hay pocos cánceres en niños y esto, que puede ser muy positivo, hace que no se preste atención al cáncer infantil, porque es una enfermedad rara".
Según los últimos datos actualizados del Registro Español de Tumores Infantiles, en 2021, se registraron un total de 967 tumores infantiles (entre 0 y 14 años). La mayoría se agrupan bajo el paraguas de la leucemia, seguidos de tumores del Sistema Nervioso Central (SNC) y linfomas.
Como evidenciaba la experta, los pocos casos dificultan, de cara a lo administrativo, que se les preste atención, y en miras hacia lo clínico, los propios ensayos de investigación. "Existe una media de seis años y medio entre que se abre un ensayo con el mismo fármaco para adultos y para niños", clamaba. Lo que genera esta situación es que, mientras que una persona puede acceder a un tratamiento X, para un infante o joven se debe preparar una fórmula magistral.
No obstante, la baja incidencia no debería ser un justificante para seguir perpetuando esta situación. Como expone el documento Unidades asistenciales del cáncer en la infancia y la adolescencia, las tasas de nuestro país son similares a las de Alemania y allí, aparte de reconocerse la especialidad, han puesto en marcha iniciativas importantes de organización en red. Además, la mayoría de los pacientes son atendidos a través de estudios clínicos de optimización de la terapia y el 90% de los diagnósticos están registrados en el registro central de cáncer infantil.
Si bien, es cierto que todo lo que figura sobre el papel hay que verlo sobre la práctica. Castellanos, que actualmente trabaja en Reino Unido, confirma a EL ESPAÑOL que aunque dicho país figure, por ejemplo, entre las naciones que tienen regulada la especialidad de Oncología Pediátrica, luego la situación es "bastante similar a España". Como firmaron los ponentes sobre la implantación del plan, aunque se hayan producido avances, todavía queda mucho por hacer a nivel global para poner fin a esta enfermedad.