Victoria Rodrigo (en el centro) junto otras pacientes presentando las firmas recogidas en el Ministerio de Sanidad

Victoria Rodrigo (en el centro) junto otras pacientes presentando las firmas recogidas en el Ministerio de Sanidad Change.org

Salud

Las pacientes con cáncer metastásico a las que Sanidad niega un fármaco: "No podemos esperar más"

La Comisión de Precios rechazó financiar dos fármacos contra el cáncer de mama metastásico. Mónica García se reúne este jueves con las pacientes.

1 agosto, 2024 01:05

Victoria Rodrigo va ya por su séptima línea de tratamiento. Con 42 años y un cáncer de mama metastásico, las oportunidades se le agotaban. Su oncólogo le habló de un nuevo fármaco prometedor. El problema: no está financiado por la sanidad pública.

"Me dijo que, si pudiera ponérmelo, lo haría sin ninguna duda", cuenta a EL ESPAÑOL. "Ahora lo estoy recibiendo a través de mi seguro médico privado. Llevo ya cuatro dosis, una cada 21 días, pero no sé hasta cuándo podré permitírmelo".

Victoria se reúne este jueves con la ministra de Sanidad, Mónica García, para plantearla la necesidad "extrema" de las mujeres con cáncer de mama metastásico para acceder a esta terapia.

El fármaco pertenece a una nueva categoría de medicamentos, llamados conjugados anticuerpo-fármaco, que combina la especificidad de los anticuerpos monoclonales y la capacidad destructora de la quimioterapia.

Se llama trastuzumab deruxtecán (su nombre comercial es Enhertu) y la sanidad pública lo financia para aquellos pacientes de cáncer de mama metastásico con receptores HER2, donde ha demostrado la mayor eficacia.

El problema es que este tipo de cáncer de mama solo es el 15% de todos los casos con metástasis.

También está indicado en mujeres con baja expresión del receptor HER2, como en el caso de Victoria, pero la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (conformada por representantes de los ministerios de Sanidad, Hacienda, Economía e Industria, así como de las comunidades autónomas) decidió en junio no incluirlo en la financiación pública.

Un informe de los expertos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios concluyó que la mejora en la supervivencia (mediana de 23 meses frente a los 17 de la terapia estándar) era "estadísticamente significativa".

La decisión de la Comisión Interministerial se debía a "criterios de racionalización del gasto público destinado a prestación farmacéutica e impacto presupuestario en el sistema nacional de salud".

Es decir: es un fármaco caro. Se calcula que unos 5.000 euros por dosis.

114.000 firmas

Victoria lo ve de otra manera. "Para nosotras, vivir un día más, o siete meses, o un año, o dos... no tiene precio. No podemos entender que, tras haber trabajado toda nuestra vida y cotizado para una sanidad pública de calidad, esto no esté financiado".

Por eso puso en marcha una campaña en la plataforma Change.org para reclamar a Sanidad la financiación de trastuzumab deruxtecán y de otro fármaco de la misma clase, sacituzumab govitecán (de nombre comercial Trodelvy), también indicado para cáncer de mama metastásico.

Ella y otras pacientes han reunido 114.000 firmas apoyándolas. Hace una semana entregaron las que tenían (90.000) al Ministerio de Sanidad. La campaña ha dado sus frutos y este jueves Victoria y sus compañeras son recibidas por Mónica García y el director general de Farmacia, César Hernández.

"No podemos esperar un mes o un año, no tenemos tiempo porque el cáncer se extiende". Ya ha visto a compañeras sucumbir ante la enfermedad. Algunas de ellas también tuvieron que pagarse de su bolsillo estos medicamentos: aunque es eficaz, no un fármaco infalible. Ninguno lo es contra el cáncer.

Para Victoria es su única esperanza. Fue diagnosticada con cáncer de mama con 37 años y la trataron con quimio y radioterapia durante nueve meses.

"Estaba todo curado pero en el cáncer de mama hay algo que no nos cuentan: hay hasta un 30% de tumores que generan metástasis. Dos años después del diagnóstico, me tocó enfrentarme de nuevo con todo esto".

El cáncer se le había extendido al hígado, los pulmones y el externón, donde el tumor "me está comiendo el hueso, según mi traumatólogo".

Sabe que el cáncer de mama metastásico no tiene cura y la única esperanza es la entrada de nuevos medicamentos que puedan contribuir a cronificar esta enfermedad. "Son los medicamentos los que nos alargan la vida y nos dan tiempo de calidad".

Rafael López, jefe de Oncología Médica en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y vicepresidente de la Fundación para la Excelencia y Calidad en la Oncología (ECO), explica que son fármacos "muy potentes" y van muy dirigidos.

"Los empezamos a conocer como nueva quimioterapia. Unen dos conceptos: un anticuerpo, dirigido a proteínas expresadas en células tumorales, y moléculas de quimioterapia muy potentes pero en cantidades pequeñas. Son como misiles dirigidos a un punto muy concreto".

Pese a esta especificidad, están demostrando potencial en otras áreas. "Son activos en cáncer de mama pero están apuntando a otro tipo de tumores y todavía no sabemos bien en qué escenarios clínicos son activos. Antes no teníamos ese problema porque [los medicamentos] eran menos activos y no había un espectro tan grande".

Esto genera un problema. Los organismos reguladores van autorizando indicaciones específicas. Por ejemplo, pembrolizumab, una inmunoterapia, fue aprobado en un principio para tratar el melanoma avanzado.

A día de hoy, menos de 10 años después de su primera autorización, está autorizado también en cáncer de pulmón, linfoma de Hogdkin, carcinoma urotelial, carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello y carcinoma de células renales. Y está siendo estudiado para más indicaciones.

"Los fármacos se aprueban donde son más activos y luego van haciéndolo en otras situaciones donde también demuestran actividad. Esto es algo lento y costoso, y tanto la EMA [la agencia europea] y la FDA [la estadounidense] se están replanteando esta forma de aprobaciones".

Casi dos años de espera

Si el camino hacia la aprobación es lento, luego falta por recorrer la senda de la financiación pública, y en esto España tiene deberes que hacer.

El informe WAIT, elaborado por la consultora Iqvia para la asociación europea de la industria farmacéutica (Efpia), estima que solo el 60% de los fármacos oncológicos aprobados a nivel europeo entre 2019 y 2022 están disponibles en nuestro país.

Aún así, estamos por encima de la media europea y por delante de Suecia, Inglaterra o Finlandia.

Sin embargo, el tiempo desde que se aprueba el fármaco hasta que se le da el 'ok' a su financiación pública pasan nada menos que 701 días, casi dos años. Uno de los plazos más extensos del continente.

"Este retraso tiene muchas consecuencias", explica López. "Los pacientes no pueden acceder a los fármacos en tiempo y forma, y esto afecta a los años y la calidad de vida. Pero también hay efectos psicológicos: es frustrante saber que hay fármacos con los que podrías mejorar pero no los puedes pagar".

También hay consecuencias para los médicos, "con una perenne sensación de impotencia", y a nivel económico: "Si mantenemos mucho tiempo esta situación, España dejará de ser uno de los países pioneros en ensayos clínicos, los laboratorios farmacéuticos invertirán menos en nuestro país".

El oncólogo no ve una solución fácil. Las necesidades de los pacientes con cáncer son muchas pero el dinero es limitado.

"Considero injusto [que estos fármacos no se financien] porque están aprobados en muchos países y porque son útiles a los pacientes. Habría que sentar a la industria y a los ministerios y que no se levantaran de la mesa hasta llegar a un acuerdo, porque al final sufren los pacientes, los médicos y toda la sociedad. Y acabará aprobándose, es inevitable".

Victoria Rodrigo, por su parte, se muestra optimista con la reunión en el ministerio. Aunque lleva unos días delicada de salud, acudirá esperanzada. "Creo, con todo mi corazón, que llegaremos hasta el de las personas que están involucradas en la aprobación de estos medicamentos y saldrá adelante. Confiamos en ello". Cada minuto cuenta.