La rueda de Apple no deja nunca de girar. Si bien a los de Cupertino apenas les ha dado tiempo a descorchar el champán después de que su flamante iPhone 7 haya logrado aumentar la presencia de iOS en todo el mundo (aunque quizás tampoco deberían, ya que Android sigue siendo el rey indiscutible en el sector de los sistemas operativos móviles), ya se comienza a especular con qué sorprenderán los de la manzana mordida en su próximo intento de revolucionar los teléfonos inteligentes.
No sucederá mañana, pero Apple parece haberse puesto manos a la obra. De hecho, la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos ha dado su visto bueno al último invento de la compañía, ese que podría llegar al mercado de la mano de alguno de los próximos iPhones. Ni pantallas curvas, ni cámara 3D ni un móvil capaz de doblarse: la próxima gran novedad del de Apple en el terreno de los smartphones podría ser la sustitución de todos sus botones por sensores táctiles.
La tecnología desarrollada por los de Tim Cook permitiría colocar sensores táctiles en cualquier punto del dispositivo, incluidos los laterales. De esta forma, los botones físicos para subir o bajar el volumen en un iPhone podrían pasar a la historia en los futuros modelos del buque insignia de Apple.
Además, esta patente abre la puerta a hacer de la parte posterior del iPhone otra zona con la que interactuar. De esta forma, los de Cupertino no solo se plantearían acabar con la vida de sus botones físicos, sino que estarían trabajando en la posibilidad de convertir la carcasa del propio iPhone en un gran sensor táctil con el que poder controlar lo que sucede en la pantalla.
"En los juegos y otras aplicaciones, puede ser deseable utilizar un sensor táctil en la superficie trasera del dispositivo para recoger movimientos mientras se muestra la información visual correspondiente sobre la pantalla en la parte frontal", reza la documentación de la patente.
Sin innovación
En el caso de que Apple termine apostando por esta tecnología recientemente patentada como principal atractivo de su próximo dispositivo móvil, la compañía seguirá encerrada en el bucle en el que permanece desde hace años: será una característica nueva para el iPhone, sí, pero dista mucho de ser una función realmente innovadora. De hecho, ya la PlayStation Vita contaba con un panel táctil en su parte posterior con el que los propietarios de esta videoconsola portátil de Sony podían interactuar de forma diferente con los juegos.
A decir verdad, ni siquiera sería la primera tecnológica que decide aprovechar la parte trasera de un móvil para que sea mucho más que la tapadera bajo la que se esconden la batería y otros componentes del teléfono. Son muchos los fabricantes que sitúan en la parte posterior el lector de huellas dactilares para desbloquear el dispositivo, luces LED para advertir de las notificaciones o incluso pantallas de tinta electrónica para convertir cualquier móvil en un dos en uno: smartphone por delante y libro electrónico por detrás.
Si bien es cierto que la aprobación de esta patente no garantiza que se trate de una novedad que aparezca en versiones futuras del buque insignia de Apple, lo cierto es que los de Cupertino ya están trabajando en las tecnologías con las que tratarán de sorprender al mundo en los próximos años. Por ahora, la tendencia más clara es la de eliminar elementos sin parar: después de desterrar el minijack de su iPhone 7, ahora son los botones físicos los que están en peligro de extinción.