El sencillo truco para que las croquetas caseras no se peguen unas a otras en el congelador
Incluso si apenas tienes espacio en el congelador, con este sistema puedes congelar croquetas caseras siempre que quieras sin miedo a que se conviertan en un bloque.
20 agosto, 2024 07:00Las croquetas caseras son deliciosas, pero su preparación es laboriosa. Como, por suerte, soportan muy bien la congelación, a los amantes de esta receta tan popular, siempre nos compensa hacer muchas croquetas cada vez que nos ponemos a ello y congelarlas para, posteriormente, solo tener que freírlas cuando nos apetezca.
Para hacer eso, hay que congelar bien, de lo contrario, podremos encontrarnos con una bola de croquetas pegadas unas a otras que no haya forma de despegar y que no nos servirá para cocinar.
La forma más sencilla de evitar que esto suceda consiste en congelar las croquetas en una bandeja separadas unas de otras. De hecho, algunos congeladores grandes ya tienen una bandeja específica para este tipo de cosas. Una vez que se han congelado las croquetas y han endurecido, éstas ya mantienen su forma y podemos pasarlas a una bolsa. Haciéndolo así, como mucho, podrán pegarse ligeramente un par de croquetas, pero nada problemático.
Pero ¿qué pasa cuando tienes un congelador pequeño en el que no hay forma de meter una bandeja y, mucho menos, mantenerla en horizontal hasta que las croquetas hayan endurecido? Pues que toca pasar al plan B... o al C... hasta dar con la solución que mejor se adapte a nuestra situación.
¿Cómo congelar croquetas sin que se peguen cuando no puedes usar una bandeja?
Los que tenemos que jugar al tetris cada vez que metemos algo en el congelador tenemos que tirar de imaginación para que las croquetas no acaben convertidas en una única megacroqueta y, con maña o con ayuda, se pueden congelar bien las croquetas sin utilizar una bandeja.
La primera solución, la de emergencia, es bastante laboriosa y genera residuos plásticos, por lo que no es la más, aunque cumple su función. Es algo tan simple como envolver cada croqueta en un trozo de papel film como si fuese un caramelo. Si solo vamos a congelar unas pocas croquetas, no vamos a tardar mucho y nos va a hacer el apaño.
La segunda solución, mucho más sencilla y profesional, es utilizar moldes reutilizables pensados específicamente para congelar croquetas. Si te gustan las croquetas caseras y aún no habías oído hablar de ellos, es posible que este descubrimiento te cambie la vida. Además, existen varios formatos para elegir el que mejor se adapte a las necesidades de cada uno.
Por un lado, están los moldes tipo blíster, que están hechos de plástico semirrígido y permiten congelar croquetas en grupos de cinco unidades. Se venden en paquetes de 20 moldes para congelar hasta 100 croquetas y son apilables y reutilizables. El precio del paquete suele estar entre los 8 y los 12 euros.
Por otro están los tápers con bandejas apilables de huecos para croquetas, como este con capacidad para congelar hasta 45 croquetas. Su precio es algo más elevado, pero es un magnífico sustituto a la bolsa de croquetas para guardar las croquetas hasta el momento de consumirlas.
Ambos sistemas proporcionan protección a las croquetas evitando quemaduras por frío o que se puedan pegar mínimamente y reduciendo la formación de hielo alrededor.
Algunos consejos para que las croquetas caseras congeladas sean un éxito
El primero hace referencia al tamaño, aunque nos gusten los croquetones gigantes, si las vamos a congelar, es mejor que su diámetro no sea superior a los 2 cm. Si tenemos en cuenta esto, luego podremos freírlas sin descongelar sin problema ninguno. Por supuesto, podemos hacer los croquetones que vayamos a freír en el momento, y al resto de la masa, la que vamos a congelar, darle forma de croquetas más pequeñas.
Una forma muy fácil de conseguir que todas las croquetas tengan el mismo diámetro es usar una manga pastelera (o una bolsa de plástico resistente con una esquina cortada). Así podemos extrusionar la masa y, aparte de ahorrarnos mucho trabajo, nos quedarán todas las croquetas iguales.
En cuanto al rebozado, debe ser uniforme y constar de 3 capas, pan rallado fino o harina, huevo batido y pan rallado preferiblemente grueso para conseguir un rebozado extracrujiente. A la hora de batir el huevo es importante batirlo muy bien para que no queden grumos de clara.