Adiós a la comida sosa: el sencillo truco del chef Gordon Ramsay para que la pasta tenga mucho más sabor

Que algo se haya hecho "toda la vida" de determinada manera no implica, necesariamente, que esa sea la única manera de hacerlo. Tampoco es garantía de que sea la mejor. Si hablamos de cocer pasta, los italianos -al menos la mayoría- lo tienen muy claro, para ellos la regla del 1-10-100 (1 litro de agua, 10 gramos de sal y 100 gramos de pasta, sin aceite, por supuesto) es sagrada y no admite discusión. 

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Conocer las reglas es el primer paso para romperlas y, más de una vez, hemos visto a cocineros famosos que cuecen pasta haciendo caso omiso de "la norma" italiana. Es el caso de Dabiz Muñoz, elegido mejor cocinero del mundo durante los últimos tres años, que defiende con sólidos argumentos la adición de unas gotas de aceite al agua de cocer la pasta. El chef madrileño no es el único que defiende esta práctica que rechazan los italianos.

Más sabor sin sumar calorías

Gordon Ramsay (Escocia, 1966) es uno de los cocineros más mediáticos de nuestra época, conocido no solo por su labor como cocinero, sino también por su labor como comunicador al frente de programas tan exitosos como Hell's Kitchen o las versiones estadounidenses de Pesadilla en la cocina y MasterChef. También es autor de numerosos libros de cocina.

[El truco de Gordon Ramsay para que todos los guisos tengan mucho más sabor]

No es de extrañar que tanta presencia en los medios haya hecho virales algunas de sus técnicas de cocina, como la de sus archiconocidos huevos Benedict.

Y, sobre la cocción de la pasta, el chef también tiene su propia técnica. La explicó hace tiempo en su canal de YouTube. Consiste en condimentar la pasta por partida doble, no solo desde dentro como aconseja la tradición italiana.

Veamos en qué consiste su razonamiento. Según el cocinero británico, cuando cocemos la pasta en agua salada, ésta absorbe una pequeña parte de esa agua y adquiere un poco de sabor, pero no el suficiente. Si lo pensamos un poco, razón no le falta. Quien haya probado alguna vez la pasta cocida en agua con sal antes de mezclarla con la salsa podrá corroborar que resulta bastante insípida.

Por eso, Ramsay le da a la pasta un segundo sazonado una vez escurrida, por eso, ya fuera del agua de cocción la espolvorea con sal y pimienta. Esto realza el sabor de la pasta desde el exterior. Esta técnica es maravillosa, sobre todo cuando vamos a utilizar la pasta con alguna salsa muy ligera o para alguna ensalada. Sin duda, este truco de Gordon Ramsay es un sencillo paso que potencia mucho el sabor de los platos de pasta sin sumar calorías.

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