Tostas de jamón (Imagen de archivo)

Tostas de jamón (Imagen de archivo) DronG iStock

Aperitivos y entrantes

La tosta de las abuelas de Almería que nadie conoce en el resto de España y es deliciosa para cenar

No te asustes si nunca has escuchado este nombre, seguro que alguna vez te has hecho algo parecido y te ha encantado.

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La primera vez que escuché la palabra 'chérigan' me sorprendió mucho que eso fuera algo que se podía comer. Todas las cosas comestibles que mi yo de cuatro años conocía tenían nombres de "comida": pan con chocolate, sopa de pollo con fideos, bacalao al horno... pero ahí estaba, en la casa de mi abuela en un pueblo de Almería, con un minisándwich de jamón en el plato y con una palabra que me estaba costando memorizar. Estaba realmente bueno.

El chérigan, que según quién sea el cocinero puede ser una tosta o un sándwich, es algo muy típico de la provincia de Almería de lo que, fuera de la Andalucía Oriental, nadie ha oído hablar nunca. No se trata de una receta tradicional que se haya transmitido de padres a hijos durante generaciones, sino de una tapa que se hizo popular en los bares almerienses en la época dorada del spaghetti western allá por la década de los 50.

El curioso nombre parece ser que es una adaptación al habla andaluza de la expresión 'sheriff gun', en alusión al pan de barra con el que se prepara este bocado y al cocinero del bar Parrilla Colón que, por sus maneras rudas y su carácter huraño, se lo conocía por el apodo de "el sheriff".

Para cenar en casa o para tapear en el bar

Aunque el origen del chérigan está más relacionado con la cocina de las tabernas, su sencillez a la hora de prepararlo y lo rico que está hacen que esta tosta de pan untada con mayonesa de ajo y jamón sea también una buena receta a la que echar mano a la hora de preparar la cena.

Aunque hay tantas versiones como cocineros y se pueden utilizar distintos ingredientes como atún, anchoas, jamón cocido, huevo duro..., en general, un chérigan podría llegar a ser una cena bastante equilibrada en términos de macronutrientes, aunque su perfil nutricional varía según los ingredientes utilizados.

La presencia de pan aporta carbohidratos, que son una fuente de energía, mientras que el jamón, el atún o el huevo ofrecen proteínas de alta calidad y grasas, especialmente en el caso del jamón serrano y el atún, que contienen ácidos grasos saludables.

La mayonesa de ajo, si se elabora con huevo y aceite de oliva virgen extra, aporta grasas saludables y vitamina E, aunque también aumenta la densidad calórica de la preparación. Esto hace que, en su forma tradicional, el chérigan sea una cena saciante, rica en proteínas y grasas saludables, pero si se consume en exceso, podría aportar más calorías y sodio de lo recomendado, especialmente para aquellos que deben controlar el peso o sufren alguna condición médica que desaconseje el consumo de este elemento. 

Ingredientes para hacer un chérigan

Para la mayonesa de ajo

  • Huevo, 1 ud
  • Ajo, 1 diente (pasado por el prensador o cortado muy finamente)
  • Vinagre o zumo de limón, 1 cucharada
  • Aceite de oliva virgen, 200 ml (o mezcla de virgen extra y suave)
  • Sal, al gusto

Para el chérigan

  • Rebanadas de pan de barra cortadas en diagonal para que sean más largas
  • Mayonesa de ajo, cantidad necesaria
  • Jamón serrano o jamón cocido

Paso 1

Empezamos preparando la mayonesa de ajo, para ello, en el vaso de la batidora o en un bol limpio, colocamos el huevo, el diente de ajo machacado, el zumo de limón, una pizca de sal y 50 ml de aceite de oliva virgen extra.

Paso 2

Batimos a velocidad lenta hasta que la mezcla comience a emulsionar. Luego, aumentamos la velocidad al máximo y seguimos batiendo mientras añadimos el resto del aceite poco a poco en un hilo fino, hasta obtener una mayonesa espesa y homogénea. Reservamos en la nevera.

Paso 3

Si queremos un chérigan tipo tosta, tostamos una rebanada de pan en una plancha caliente hasta que esté dorada y crujiente por ambos lados. Esta es la opción más adecuada para los que quieren aumentar la proporción de proteínas.

Paso 4

Untamos la superficie con una capa generosa de la mayonesa de ajo y colocamos encima las lonchas de jamón serrano. Servimos inmediatamente.

Paso 5

Si lo que deseamos es un chérigan tipo sándwich, con una mayor proporción de carbohidratos, untaremos una de las rebanadas de pan con la mayonesa de ajo y colocaremos encima las lonchas de jamón cocido.

Paso 6

A continuación, cubriremos con la otra rebanada de pan y engrasaremos ligeramente una plancha o sartén con aceite.

Paso 7

Cocinamos el sándwich a fuego medio-alto, dorándolo por ambos lados hasta que el pan quede crujiente y el interior caliente. Retiramos del fuego y servimos de inmediato.

Cómo hacer una versión más equilibrada

Para mejorar la receta del chérigan desde el punto de vista nutricional, pero manteniendo su esencia, se podría optar por elegir como base una rebanada de una hogaza de pan integral en lugar de la tradicional pistola de pan blanco. Esto aumentaría el contenido de fibra, favoreciendo una mejor digestión y un mayor efecto saciante, además de ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.

También se podría reducir la cantidad de mayonesa de ajo o prepararla o sustituirla por una salsa más ligera, como podría ser una salsa de yogur o una crema de queso baja en grasas, lo que disminuiría la cantidad de grasas y calorías sin renunciar a la cremosidad. Otra opción sería utilizar como untable algún hummus.

En cuanto a las proteínas, el jamón serrano, aunque es una fabulosa fuente de este macronutriente, también aporta  sodio y grasas saturadas en cantidades que podrían resultar excesivas para algunas personas. Una alternativa más saludable podría ser los fiambres de pavo o pollo sin azúcares añadidos o, incluso, una opción vegetal como láminas de aguacate, que aportan grasas saludables y proteínas de origen vegetal o rabanitos, que aportan un toque crujiente adictivo.

Para aumentar la densidad de nutrientes, se podrían añadir otros vegetales, como rodajas de tomate fresco, hojas de rúcula o brotes de espinacas que, además de vitaminas y otros nutrientes, aportarían un toque fresco a la receta.