Pasta y arroz

Tallarines picantes con jengibre en 10 minutos, descubre todos los sabores de Asia de forma fácil

En 10 minutos puedes conseguir todos los sabores asiáticos en un plato sin gluten, vegano y tremendamente delicioso.

10 octubre, 2022 19:30

0 votos

Hay ciertas recetas que están hechas para triunfar de manera rápida en esos días en los que ni tenemos ganas ni tampoco tiempo para meternos de lleno en la cocina. Esta es una de ellas. Tiene todos los sabores de Asia, encontrando el picante, el ácido, el salado y hasta toques de amargo mezclado con el dulce y el final del umami que aporta siempre el miso y la soja.

Ingredientes

  • Jengibre fresco picado, 2 cucharadas
  • Dientes de ajo, 3 ud
  • Noodles de arroz (o los que se quieran), 200 g
  • Copos de chile, 1 cucharada
  • Semillas de sésamo, 3 cucharadas
  • Aceite de oliva suave, 4 cucharadas
  • Azúcar moreno, 1 cucharada
  • Salsa de soja, 3 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Vinagre de arroz, 1 cucharadita
  • Cebollino o cebolleta china picados, 3 cucharadas
  • Miso, 1 cucharadita
  • Más salsa picante al gusto, si se desea

Paso 1

Poner los noodles a remojo

Paso 2

Picar el ajo, el jengibre y el cebollino

Paso 3

Preparar la salsa

Paso 4

Condimentar los noodles

Aunque en Asia se conocen siempre como noodles, no son más que unos fideos de arroz los protagonistas de esta preparación que también podría hacerse con cualquier otro tipo de pasta. Hasta con unos espaguetis o una pasta corta, lo que se tenga en la despensa. 

Para preparar la receta, en realidad, solo hace falta el calor residual de un aceite muy caliente por lo que también es genial saber que no se va a ensuciar nada más que ese cacillo y un bol. Los tallarines de arroz no necesitan cocción, simplemente vale con remojarlos durante 10 minutos en agua caliente y luego escurrirlos bien y ya condimentarlos con la mezcla que se prepara en el aceite caliente. Para ello, sólo hay que calentar el aceite en un cacillo, retirarlo del fuego y añadir ahí el ajo picado, el jengibre picado, los copos de chile y también todos los condimentos. Por último, regar los tallarines con esa mezcla, juntar todo bien y, si se quiere, darle un punto más de picante con cualquier salsa picante al gusto de cada uno.

A quien le guste esta receta seguro que también le gustarán los tallarines fritos chinos con pollo y verduras, los fideos thai con pollo, verduras y huevo o los tallarines con pollo y salsa de pomelo. Lo bueno de esta es que se puede disfrutar tanto caliente como fría y que no se necesita una fuente de calor emergente muy potente para prepararla. Sería una opción ideal como receta de cámping, por ejemplo.

Receta de tallarines picantes

Paso 1

Calentar agua en un cacillo en cantidad abundante, tiene que cubrir por completo lo noodles que se hincharán además absorbiendo esa agua. Sumergir ahí los noodles y dejar hidratar durante 10 minutos.

Paso 2

Pelar el jengibre y también los dientes de ajo. Picar ambos finamente o machacarlos en un mortero hasta hacer una pasta. También sirve utilizar el típico triturador de ajos. Picar el cebollino o la cebolleta china muy finitos y reservar.

Paso 3

Calentar el aceite en un cacillo y, cuando empiece a humear, apagar el fuego. Dejar enfriar un par de minutos, que no es que se enfríe, sino que pierde el calor fuerte. Añadir ahí el jengibre y el ajo picados, se verá cómo se doran por el calor del aceite.

Paso 4

Añadir también las semillas de sésamo y los copos de chile. Remover bien y dejar reposar tres minutos.

Paso 5

Verter entonces el azúcar moreno, la pasta de miso, el vinagre de arroz y también la salsa de soja. Mezclar todo muy bien y, si es necesario, añadir algo de sal o añadir más salsa de soja.

Paso 6

Condimentar los tallarines con la salsa preparada y mezclar bien, en ese momento agregar también si se desea más salsa picante al gusto y terminar con el cebollino o la cebolleta china picada. Se puede servir caliente pero también templado o incluso frío. Es perfecto como entrante pero también como acompañamiento de algún plato básico como un poco de merluza hervida, pollo a la plancha o una tortilla francesa