Marisco cocinado en la sartén iStock
Ni vino blanco ni perejil: sencillo truco de las abuelas gallegas para que los gambones en salsa queden de escándalo
- Se trata de añadir un ingrediente que le va de lujo a todas las salsas para mariscos.
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- Total: 15 min
- Comensales: 4
La cena de Nochebuena es una de las fechas del calendario en las que se dispara el consumo de algunos productos. Una fiesta que la gente intenta celebrar con un menú algo especial que, tradicionalmente, suele incluir marisco en alguna de sus versiones.
Un producto con tanto sabor como el marisco no necesita de grandes aderezos para estar bueno, al contrario, algunos cocineros considerarían un sacrilegio o una falta de respeto aquellas preparaciones que no preserven la "pureza" del producto cuando este es de primerísima calidad.
A menudo, debido a esta manera de pensar, los grandes mariscos se consumen simplemente cocidos o pasados por la plancha, sin más condimentos que una hoja de laurel o un poco de limón.
Para los que no se conforman con los sabores y aromas más tradicionales, esta receta de abuela para cocinar los gambones le da una pequeña vuelta de tuerca a la receta de los gambones a la plancha y es perfecta, además, para los gambones congelados.
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Se trata de una receta ultrafácil de hacer, que apenas nos llevará quince minutos y es de estas que nos darán ganas de chuparnos los dedos y rebañar el plato con un trozo de pan. Podemos servirlos solos como entrante, aunque también se pueden servir sobre unos huevos con patatas fritas y están de escándalo o con un poco de arroz blanco.
El truco de abuela que potencia el sabor del marisco
El único secreto que tiene esta receta, aparte de utilizar un buen aceite, es el uso de un ingrediente que le sienta genial a todas las salsas con base de marisco, el brandy -también nos vale coñac-.
No hay una abuela gallega que no tenga una botella de este licor en el mueble bar para darles sabor a guisos y sofritos. Usar un chorro de brandy para desglasar una sartén en la que hayamos marcado unas gambas, cigalas, gambones, langostinos, carabineros... lo que sea, nos dará como resultado una salsa de esas que perduran en nuestro registro mental de sabores, un disfrute memorable.
Para darle un toque divertido, les podemos poner una guindilla o alguna cayena o, si quisiéramos darle un toque más exótico, podríamos utilizar una pequeña cantidad de gochujang, una pasta de chile muy popular en la cocina coreana, con notas dulces y ligeramente picantes, que aporta notas de sabor muy interesantes.
Al marisco, también le queda muy bien el chipotle ahumado en conserva o alguna salsa hecha con este chile mexicano. Por supuesto, si no nos gusta nada el picante o hay niños o, simplemente, no nos apetece arriesgar, podemos omitirlo.
Ingredientes para hacer gambones en salsa picantitos
- Gambones, 20 ud
- Ajo, 4 dientes
- Zumo de medio limón
- Brandy, 60 ml
- Aceite de oliva virgen extra, 100 ml
- Guindilla, 1 ud (o algún otro picante)
- Sal
Paso 1
Ponemos a calentar el aceite en una sartén en la que cocinaremos los gambones un minuto por cada lado. Después los pasamos a un plato y los reservamos. No tienen que cocinarse completamente, porque los terminaremos de hacer en la salsa.
Paso 2
Pelamos los dientes de ajo, los picamos muy finamente y los añadimos a la sartén con el aceite en el que hemos cocinado previamente los gambones.
Paso 3
Añadimos el zumo de limón, la guindilla -entera, si no queremos que pique mucho, o troceada, si queremos que pique más- y el brandy. Subimos el fuego hasta que se evapore el alcohol, después bajamos el fuego y continuamos cocinando durante un par de minutos más. Si en vez de guindilla, optamos por usar alguna pasta de chiles, mezclaremos bien para que se integren todos los ingredientes.
Paso 4
Sazonamos los gambones al gusto, los introducimos de nuevo en la sartén con la salsa y los cocinamos, nuevamente, durante un minuto por cada lado.
Paso 5
Servimos cuatro o cinco gambones en cada plato y los salseamos con lo que queda en la sartén.
Paso 6
Opcionalmente, se puede espolvorear con un poco de chile o cayena en copos. Es aconsejable servirlos con un buen trozo de pan para mojar.
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