Albóndigas de calabacín en salsa de tomate y albahaca con Thermomix
Aprende cómo hacer unas deliciosas albóndigas de calabacín con salsa de tomate y albahaca sin nada de grasa y para chuparte los dedos.
22 enero, 2018 21:19- Total: 45 min
- Comensales: 3
Llevar una alimentación sana y equilibrada no tiene por qué ser aburrido, e introducir verduras en nuestra dieta tampoco. Vamos a elaborar unas albóndigas de calabacín con poca grasa, las hornearemos y las vamos a acompañar con una salsa casera de tomate aromatizada con albahaca y orégano, que le dan un delicioso toque mediterráneo.
Ingredientes (15 unidades)
Para las albóndigas de calabacín
- Calabacín, 400 g
- Cebolla, 70 g
- Ajo, 2 dientes
- Aceite de oliva virgen extra, 15 g
- Pan rallado, 60 g
- Huevo, 1
- Queso parmesano rallado, 40 g
- Orégano
- Sal
- Pimienta
Salsa de tomate y albahaca
- Ajo, 2 dientes
- Cebolla, 170 g
- Zanahoria, 50 g
- Albahaca fresca, 10 hojas
- Aceite de oliva virgen extra, 20 g
- Vino blanco, 50 g
- Caldo de verduras o agua, 100 g
- Tomate triturado, 400 g
- Azúcar, 1 cucharadita
- Orégano
- Sal
- Pimienta
Estas albóndigas son tan fáciles de elaborar como las tradicionales de carne, tienen un único truco y es que el calabacín esté bien escurrido. Así conseguiremos unas albóndigas de verduras jugosas y sabrosas.
Elaboración de las albóndigas de calabacín en salsa de tomate y albahaca con Thermomix
01: Lavamos y troceamos el calabacín
Vamos a utilizar el calabacín con piel, sin pelar, porque le da un color verde muy bonito a las albóndigas. Por tanto, lo vamos a lavar muy bien, frotando su piel suavemente bajo el grifo.
Lo secamos, quitamos los extremos y lo troceamos. Lo añadimos al vaso de la Thermomix y picamos 5 seg/vel 5.
Es muy importante quitar la humedad del calabacín. Para ello, ponemos la picada sobre un colador para que escurra todo el agua. Presionamos suavemente con papel absorbente de cocina para ayudar a eliminar el líquido. Este agua del calabacín la reservamos porque la añadiremos a la salsa de tomate que elaboraremos más adelante. También sería perfecta para añadir a una crema de verduras.
02: Cocinamos las verduras
Aclaramos el vaso de la Thermomix y lo secamos.
Mientras escurre el calabacín, pelamos los dientes de ajo y la cebolla y la cortamos en trozos. Los añadimos al vaso y los picamos programando 3 seg/vel 5. Bajamos con la espátula los trocitos hacia las cuchillas y añadimos el aceite. Pochamos las verduras durante 7 min/Varoma/vel 1.
Añadimos al vaso el calabacín bien escurrido y cocinamos el conjunto programando 10 min/100ºC/vel 1 giro a la izquierda, sin cubilete, poniendo el cestillo sobre la tapa para que evapore y no nos quede el conjunto con exceso de agua.
Terminado el tiempo de cocinado, comprobamos que el conjunto de verduras esté jugoso pero sin exceso de agua, y si lo vemos necesario escurrimos las verduras sobre un colador.
03: Elaboramos la masa de las albóndigas y damos forma
Debemos esperar a que la temperatura del vaso baje para añadir aquí mismo el resto de ingredientes y formar la masa de las albóndigas, pero yo en esta ocasión tenía prisa y para que la mezcla de calabacín se enfriara antes la he pasado a un bol, donde he añadido y mezclado el resto de ingredientes: el queso rallado, el pan rallado (he utilizado de ajo y perejil para darle más sabor), el orégano, el huevo, la sal y la pimienta. Si continuas en la Thermomix, añade estos ingredientes a la mezcla de calabacín templada y programa 10 seg/vel 3 /giro a la izquierda.
Mientras esperamos, precalentamos el horno a 180ºC y preparamos la bandeja de horno. Para ello o bien la forramos con papel de hornear o bien engrasamos la bandeja con aceite.
Vamos a formar las albóndigas. Para ello, con las manos aceitadas, cogemos porciones de la mezcla y les vamos dando forma de pequeñas bolas con las manos. En mi opinión el tamaño ideal de estas bolas es el de las pelotas de ping-pong. Lo que sí es importante es que sean todas del mismo tamaño para que se cocinen a la vez.
Para facilitarme la tarea, suelo ponerme cerca un pequeño bol con un poco de aceite y voy aceitándome las manos a medida que voy necesitando, de esta manera la masa casi no se pega a las manos y luego las albóndigas nos quedarán más doraditas tras el horneado.
Colocamos las albóndigas en la bandeja de horno preparada, un poco separadas unas de otras.
04: Horneamos las albóndigas
Con el horno precalentado, introducimos la bandeja de albóndigas a media altura y horneamos a 180ºC unos 15 ó 20 minutos.
A mitad de horneado deberemos de darles la vuelta para que tomen color por toda la superficie.
05: Elaboramos la salsa de tomate, zanahoria y albahaca
Para elaborar la salsa de tomate que acompañará a las albóndigas comenzamos preparando las verduras.
Pelamos los ajos, pelamos la cebolla y la troceamos, y pelamos la zanahoria y la cortamos en rodajas. Añadimos todo al vaso de la Thermomix limpio junto con las hojas de albahaca frescas. Picamos el conjunto programando 4 seg/vel 5.
Bajamos los trocitos de verdura hacia las cuchillas y añadimos el aceite de oliva. Pochamos las verduras durante 8 min/120ºC/vel 1.
A continuación vertemos el vino y programamos 3 min/120ºC/vel 1, sin cubilete, para que se evapore el alcohol.
Añadimos al vaso el agua del calabacín escurrido, el caldo o agua, el tomate triturado, el azúcar, la sal, la pimienta y el orégano. Dejamos cocinar la salsa programando 20 min/Varoma/vel 1. Al término del cocinado probamos la salsa y rectificamos si fuera necesario.
La salsa la podemos dejar con esta textura, o si nos gusta muy fina, como pasa en casa, la trituramos programando 30 seg/vel 7.
06: Servimos las albóndigas de calabacín en salsa de tomate y albahaca
Servimos el conjunto bien caliente poniendo un fondo de salsa de tomate, colocamos encima las albóndigas y espolvoreamos con albahaca fresca picada.
He aprovechado la ocasión para estrenar la bandeja tan chula que me regaló mi hijo, ¡todo un acierto!
Resultado
Estás albóndigas de calabacín son muy versátiles y podemos servirlas tal y como hemos visto acompañadas de la salsa de tomate casera, o si queremos completar el plato y convertirlo en plato único las podemos acompañar de pasta cocida, cuscús, puré de patata, arroz blanco o quinoa, por ejemplo.
Son perfectas para llevar a la oficina en tupper y se conservan perfectamente unos días en la nevera.