Isabel y Nikola junto a su máquina expendedora de dulces.

Isabel y Nikola junto a su máquina expendedora de dulces. Iker basterretxea “Roke”

Reportajes gastronómicos

Isabel y Nikola, la pareja de Bilbao que ha abierto la primera máquina expendedora de dulces artesanos de España

Cada día venden alrededor de 100 productos, entre los que destacan los brookies, el brownie de chocolate y las cookies

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Te apetece un brownie de chocolate, pero es tarde y no encuentras ninguna pastelería abierta. Te debates entre la histeria y la resignación cuando, de repente, como caída del cielo, emerge ante ti una reluciente máquina expendedora de dulces. ¿Es una señal divina? Mucho mejor: es ATM Bilbao, la primera tienda automática de venta y recogida de productos dulces artesanales.

El negocio comenzó a funcionar el pasado diciembre, antes de Navidad, en el número 6 de la calle Licenciado Poza de Bilbao. La idea de este local sin puertas ni dependientes es fruto de la empresa Abasotas Food Studio, el proyecto familiar de Isabel (36) y Nikola (38). 

Ambos estudiaron Ciencias Empresariales: Isabel era directora de hotel y Nikola se dedicaba a montar empresas y proyectos, pero un día se propusieron dar un giro a su vida. "¿Por qué no lanzamos nuestra propia marca de gastronomía?", preguntó Nikola. Dicho y hecho: en 2015 reconvirtieron una furgoneta vieja en una foodtruck y comenzaron a transitar por diversos festivales de música vendiendo sus recetas. 

Algunos de los dulces de la máquina expendedora.

Algunos de los dulces de la máquina expendedora. Iker basterretxea “Roke”

"Aún no habíamos terminado de restaurar la foodtruck y ya teníamos trabajo en unos 20 eventos", recuerdan. "Llegamos a la hora adecuada en el momento adecuado". Terminada la temporada de los festivales de verano, algunos restaurantes comenzaron a pedirles su deliciosa cheescake para incluirla en la carta, de manera que decidieron montar un obrador en el garaje de la casa de Isa. 

Sin embargo, en 2019 les surgió la oportunidad de trasladarse a otro espacio, pues el garaje se les había quedado pequeño. Tenían dos opciones: o desplazarse al centro de Bilbao y hacer crecer la empresa o irse a Barrika, un pueblo costero de unos 1500 habitantes, a 20 kilómetros de la capital. 

"Nosotros hacemos surf y el entorno de Barrika es espectacular", cuenta Nikola. La decisión estaba tomada. Compraron un antiguo caserío del pueblo y en la parte de la cuadra, que tenía licencia industrial, armaron el nuevo obrador. "Queríamos que la vivienda y el obrador estuviesen juntos, íbamos a tener nuestro primer hijo. Queríamos ser pequeños, pero eficientes, para poder hacer una vida centrada en la familia", explica.

Acabaron la reforma del nuevo obrador cuando terminó el confinamiento: "A finales de junio de 2020 empezó a circular mucha gente por delante de la carretera donde estábamos y se interesaron por nuestro trabajo". Finalmente, abrieron sus puertas bajo la marca 'Zearreta', que era el nombre del caserío.

Además de sus dulces, en este mismo espacio también alojaban otros negocios, como la empresa de joyería que gestiona Nikola junto a su hermana Inés o el proyecto creativo Pensando en Blanco, responable del interiorismo del obrador y del diseño gráfico de la marca. "Durante la semana trabajábamos como un estudio normal y corriente y los fines de semana nos convertíamos en una tienda abierta al público", explican.

Por desgracia, en 2024 la diputación provincial les obligó a cerrar la tienda porque se formaban demasiadas aglomeraciones de coches de clientes frente al caserío. "Nosotros habíamos cerrado la venta online para priorizar la venta física y, de golpe, nos vimos en la tesitura de que no podíamos llevar a cabo la venta física... ¿Qué hacíamos?". 

Lo que hicieron fue apostar por unas máquinas expendedoras automatizadas muy sofisticadas que habían descubierto años atrás en una feria de alimentación: "Eran máquinas refrigeradas que trataban el producto con mucho tacto, perfectas para nosotros". Y así nació ATM Bilbao, en una lonja que llevaba muchos años cerrada y que sólo tenía licencia para vending.

La máquina expendedora ATM Bilbao.

La máquina expendedora ATM Bilbao. Iker basterretxea “Roke”

Todos los días puedes encontrar en la máquina productos individuales como cookies, brownies y brookies (mitad cookie y mitad brownie), y estos mismos dulces en bolsas de seis unidades. También elaboran tartas caseras (carrot cake, tarta de chocolate y cheescake). "El brownie que vendemos es la receta que Isa le hacía a sus amigas en la universidad, era su hobbie, también solía retarse con su hermana a ver quién hacía la mejor cookie", cuenta Nikola. 

Asimismo, se pueden hacer encargos personales y recogerlos en la máquina en un plazo de 48 horas, o ir directamente a por ellos al obrador de Barrika. "Nuestra intención es brindar un servicio cómodo a nuestros clientes, ya que estamos un poco alejados de la ciudad", afirman. 

El brookie es lo que más suele gustar a los clientes, seguido de la cookie de Nutella y la de chocolate. Hace poco han incorporado algunos sabores nuevos: la cookie maravilla (con harina de frutos secos y semillas y pepitas de chocolate negro), una de cacao sin gluten rellena de crema de chocolate Kinder, una de crema de cacahuete rellena de mermelada de mora y otra de pistacho y frambuesa. 

Su funcionamiento es muy sencillo: "Las máquinas expendedoras que conocemos normalmente lanzan el producto y el cliente lo recoge, pero en este caso el producto no cae, sino que se deposita en un asecensor que entrega los alimentos de forma muy delicada y cómoda". "Y, si un producto se atasca, hay un sensor que lo detecta, nos avisa automáticamente, y nosotros lo solucionamos entegándole un código promocional para que pueda extraer otro dulce", detalla Nikola. 

ATM Bilbao abre cada día de ocho de la mañana a diez de la noche y vende unos 100 productos diarios. "Para la capacidad que tiene la máquina está muy bien, ha tenido más tirón del que esperábamos", aseguran. De hecho, ahora acude mucha gente joven, un público con el que no contaban anteriormente. 

No obstante, pese al éxito, por el momento no se plantean abrir otras máquinas, aunque tampoco lo descartan: "Queremos ir poco a poco, para nosotros es un proyecto tranquilo al que no le exigimos demasiado; nuestra filosofía es que la empresa trabaje para nosotros, no que nosotros trabajemos para la empresa. Queremos una vida tranquila, centrada en nuestros tres hijos pequeños y en la naturaleza".