Juan Carlos, un rey de incógnito en Manhattan: el hotel en el que se aloja

En el último tiempo el paradero del rey Juan Carlos (80 años) ha sido toda una incógnita: planes cancelados, cenas semi-escondido con su círculo más cercano... Hasta ahora, y es que JALEOS ha podido saber en exclusiva que el rey está esta semana en Nueva York.

Juan Carlos ha sido visto saliendo de un hotel de lujo en el Upper East Side (la zona más exclusiva de la Gran Manzana) en compañía de un escolta. Esta escasa seguridad llama la atención tratándose de un ex jefe del Estado, pero puede deberse a un deseo por parte del rey de preservar el anonimato. Todo un hermetismo que se ha acrecentado tras hacerse públicas las cintas de Corinna. 

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El hotel The Surrey consta de cinco estrellas y dispone de todos los lujos para que el emérito no tenga que echar de menos las comodidades de las que disponía en Zarzuela. Este hotel ya ha sido residencia de personajes de la talla de John F. Kennedy, Bette Davis y otros rostros conocidos. 

Entre estos lujos se incluye el de una cama de máxima calidad con ropa de cama de la marca Sferra personalizada, batas italianas lujosas de Pratesi, servicio gratuito de lustrado de zapato y periódicos internacionales diarios (para que el monarca pueda estar al tanto de todo lo que pasa en nuestro país incluso al otro lado del Atlántico), entre otros. 

Uno de los elementos diferenciadores de este hotel respecto a otro es la privacidad de la que pueden disfrutar sus huéspedes, que les permite "retirarse del público y mantener un perfil bajo", como anuncia la propia web. Algo que en este momento está buscando el monarca español, que con esta opción puede disfrutar de las maravillas de Nueva York sin comprometer su espacio personal. 

Eso sí, no está al alance de todos los bolsillos, la habitación más cara (la suite ultra de dos dormitorios) supera los 2.000 euros por noche, mientras que la más barata ronda los 600 euros. Precios que son elevados para la gran mayoría de las personas pero que tampoco suponen un gran desembolso para un monarca. 

Lo cierto es que el emérito tiene una amplia variedad de estancias a elegir con distintas comodidades: suites de dos habitaciones, estudios con una cama de matrimonio, suites individuales... Pero sea cual sea su opción, lo que seguramente le atraerá son las otras zonas del hotel, como el jardín privado en la azotea, los cafés y restaurantes y el Spa con tratamientos personalizados.

Pero no solo el interior del hotel. El enclave del edificio le permite estar cerca del Central Park, de Madison Avenue, museos de fama mundial y de marcas como Cartier, Gucci, Hermès, Prada, Chanel.

Todo un lujo de comodidades y una discreción garantizada que no hacen extrañar que el emérito haya escogido este hotel como su residencia durante el tiempo que esté en Nueva York. 

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