
Richard Gere y Alejandra Silva se instalaron en España el pasado otoño. Montaje de EL ESPAÑOL.
Seguimos la ruta gastronómica de Richard Gere y Alejandra Silva: del pescado y marisco gallego a la repostería 'gourmet'
El actor y su mujer son amantes de la buena mesa. Estos son algunos de los establecimientos que han visitado en nuestro país.
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Desde que se trasladaron a Madrid, Richard Gere (75) y Alejandra Silva (41) se han convertido en dos rostros conocidos más del panorama nacional. Poco a poco, el actor de Hollywood y su mujer se dejan ver cada vez más en distintos rincones de nuestra geografía. Aunque son discretos y procuran tener un perfil bajo, su presencia llama la atención dondequiera que van. Esto sucede de manera especial en los restaurantes, reposterías y establecimientos gourmet que frecuentan. Su mera aparición o el hecho de que se conviertan en clientes por unas horas se convierte en noticia.
Es lógico el interés que despierta tener a Gere y a su pareja sentados en la mesa de un negocio de comidas local. Consciente del revuelo que genera su estela a cada paso que dan, EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con algunos de los establecimientos en los que han almorzado o cenado para conocer la huella o semblanza que han dejado.
Uno de ellos es El Refugio, un restaurante especializado en cocina de mercado, con especialidad en pescado y marisco gallego. Está situado en el municipio de Oleiros, próximo a la playa de Bastiagueiro, donde la familia de Alejandra tiene residencia. Allí nos explican que la visita del intérprete y su mujer les ha dado mayor fama: "Yo encantado de la vida. Tener a personas así siempre es un plus de publicidad".

Interior del restaurante El Refugio, en Oleiros. Restaurante El Refugio, en Oleiros.
Gere y su pareja visitaron este negocio de restauración en Oleiros "hace unos dos o tres años", cuando aún residían en Estados Unidos. Desde entonces, su nombre está en boca de todos. "Mis clientes, sobre todo las señoras, me preguntan qué me parecieron. Si te digo la verdad, tampoco es la hostia el tío. La que es guapa es ella, mucho más guapa que él", comenta el propietario, Alfredo Castrelo Vázquez, con grandes dosis de humor. "Yo no entiendo de famosos ni de la farándula, me dedico a dar de comer".
"Amables y educados"
"Entiendo el interés que despierta Richard Gere. No es un tuercebotas. Pero aquí se les trató como al resto de nuestros clientes. Comieron, disfrutaron, pagaron su factura y se marcharon. Fueron muy amables y educados", prosigue diciendo. En realidad no fueron ellos quienes pagaron los platos. "Los invitaron las personas que veían con ellos", añade. El dueño reconoce que no se le ocurrió invitarlos por si se animaban a volver: "Aquí tenemos la costumbre de cobrar a todos nuestros clientes".
Este medio también se ha puesto en contacto con Jacobo Astray, del restaurante Vaiche Boa, próximo a la playa de Bastiagueiro, en el Parque de las Trece Rosas. El propietario de este local, que ofrece platos de temporada y propios de la tierra como el pulpo, los tacos de langostinos o el cangrejo frito, nos asegura que Gere y Alejandra "no han venido por aquí" y que nunca los ha visto sentarse en una de sus mesas, con vistas al mar. Quienes sí lo han visitado son los familiares de Alejandra.
Ruta gallega
"La familia de ella sí ha venido, tienen una casa cerca de aquí", nos detalla Astray. "Lo de que hayan venido ellos es un bulo, no tenemos nada que ver. Se dice que han pasado, pero si vinieran los reconoceríamos de inmediato", aclara. "Es la familia de Alejandra la que se mueve por la zona con más frecuencia y la que ha estado aquí".
Otro de los rincones que pueden presumir de 'sello Gere' es Áurea, en La Moraleja. El negocio forma parte del grupo Paraguas y cuenta con platos tan sugerentes como hojas verdes aliñadas con cítricos, hinojos y anacardos, ensalada de higos y espárragos trigueros, anchoas del Cantábrico, gazpacho con centolla o lubina en finas láminas con ají amarillo. A la cabeza de esta empresa están sus fundadores: Marta Seco y el chef Sandro Silva.
"Yo no los he visto personalmemte, pero sí que han venido alguna que otra vez... viven cerca de aquí", afirma Ana Vieru, la responsable. Se trata de un local que fusiona "modernidad y tradición". Y se encuentra próximo a la casa que comparten en la exclusiva urbanización. Una mansión la que se mudaron el pasado otoño con Albert, el hijo de Alejandra de una relación anterior, y de Alexander y James, los dos hijos que tienen en común.
En este restaurante, que cuenta también con una tienda de productos exclusivos, han disfrutado recientemente de una agradable velada. En ella se han deleitado con recetas creativas, así como de "un entorno elegante y acogedor, donde cada rincón está cuidadosamente decorado para crear una atmósfera única", tal y como rezan en su página web.

Alejandra Silva, con uno de sus hijos, tras compar dulces en una pastelería próxima a su casa de La Moraleja. EL ESPAÑOL
También muy cerca del hogar de la familia Gere está una de las sucursales de la pastelería Panod, especializada en panes y piezas de bollería de elaboración artesana. En este lugar, las cámaras de EL ESPAÑOL han captado a Alejandra -el pasado mes de febrero- acompañada de sus pequeños haciendo acopio de dulces gourmet, como las magdalenas de chocolate para la merienda de sus niños tras la mudanza definitiva de sus enseres a la capital.
No es el único lugar apto para paladares golosos en el que Alejandra Silva se ha dejado ver. Recientemente ha acudido a la célebre chocolatería San Ginés, a pocos metros de la Puerta del Sol, en el centro de Madrid. Este café, que mantiene el estilo propio de finales del siglo XIX, es conocido desde su fundación, en 1894, por la excelente calidad de su chocolate tradicional, así como por sus churros y porras realizados al instante. La gallega y su marido están en plena forma, pero no renuncian ni al buen yantar ni a los placeres del azúcar.
También muy cerca del hogar de la familia Gere está una de las sucursales de la pastelería Panod, especializada en panes y piezas de bollería de elaboración artesana. En este lugar, las cámaras de EL ESPAÑOL han captado a Alejandra -el pasado mes de febrero- acompañada de sus pequeños haciendo acopio de dulces gourmet, como las magdalenas de chocolate para la merienda de sus niños.
Alejandra, por cierto, se ha ido de cena en solitario. Hace apenas unos días acudía a una cena en la que se rodeó de la jet set madrileña. En ella coincidió con rostros bien conocidos de la alta sociedad, como Alejandra de Rojas(53) o Laura Vecino (45), mujer de Rafael Medina (45). En lo que a vida social se refiere, todo le sale a pedir de boca.