Fue a última hora de la mañana de este miércoles 23 de marzo, cuando se confirmó la triste noticia que ha sacudido el mundo del corazón. El país entero se encontraba conmocionado estos días por el estado de salud de Mila Ximénez, que finalmente fallecía a los 69 años, víctima de un cáncer de pulmón.
El cuerpo fue trasladado sobre las 15.00 de la tarde hasta el madrileño tanatorio de la M-30 para velarle. Hasta allí se acercaron, además de sus familiares, numerosos compañeros de profesión. El paso de las horas se acompañó con clamorosos aplausos populares y gritos de ánimo para todos los allegados de la sevillana.
Su hija Alba (37 años), rodeada por sus tíos -los tres hermanos de la periodista que no se han separado de ella en sus últimos días-, llegaban los primeros. Era Manolo, quien atendió con exquisitez a la prensa, como ya hizo durante la enfermedad de su hermana: "Son momentos difíciles y la verdad que os agradezco el detalle". Para arroparlos, llegaron a lo largo de la tarde numerosos rostros conocidos que quisieron dejar constancia de la inmensa pérdida que supone el fallecimiento de la periodista.
Joaquín Prat (46) y Sonsoles Ónega (44) eran de las primeras personas en llegar al tanatorio. Pocos minutos después lo hacía Antonio Montero (57) que revelaba los planes de la sevillana: "Tenía muchísimas ganas de irse a pasar una larga temporada junto a Alba, que ha sido su vida y al final ha ocurrido lo que nadie queríamos". Carmen Borrego (54), resaltaba el papel de Mila como madre: "A las madres a veces nos falta el coraje de Mila".
A pesar de que la hija de María Teresa Campos (80) comentaba a la prensa que no sabía si su madre iba a poder reunir las fuerzas suficientes para acercarse hasta el velatorio, la veterana periodcelebró en el Oratorio del tanatorio. "Casi no puedo ni hablar", declaraba a su llegada, rota de dolor. Este pequeño homenaje estuvo oficiado por el padre Ángel (84) con quien Mila colaboró en numerosas ocasiones. El sacerdote fue quien confirmó que la misa se iba a celebrar a petición de la propia Mila. Además de María Teresa Campos y su hija Carmen, accedieron a la misa - los que estaban allí en ese momento-: su inseparable Pablo Mallavia, que salía de vez en cuando a la puerta a tomar aire, Víctor Sandoval (54), Miguel Temprano (56) y la poligrafista Conchita.
El periodista Antonio Rossi (52), casi no podía contener la emoción a su salida del tanatorio. "Están rotos y destrozados, han pasado una semana durísima, pero ahora les queda lo peor". Además, confirmaba la actitud guerrera de la sevillana, hasta el final: "Ella ha luchado hasta el último día, y eso es una gozada".
Paz Padilla (51), incrédula todavía ante la situación, no pudo hacer ninguna declaración ante la prensa. Lo mismo, algunos de los compañeros de Sálvame más apegados a la periodista: Kiko Hernandez (44) y Belén Rodríguez (52) llegaban unidos y sin poder verbalizar nada más que un escueto "gracias", al igual que Belén Esteban (47).
Lydia Lozano (60) llegaba junto a Gema López (50) recordando la capacidad de Mila para sacar una sonrisa a todos los compañeros: "Mila tenía ese poder: te cabreaba, y luego te decía 'te quiero' y luego te hacía reir". La canaria también hizo referencia a la ausencia de Mila durante estos meses, especialmente durante la emisión del documental de Rocío Carrasco (44): "Echaba de menos sus comentarios, cómo se hubiera posicionado". Gema López resaltaba su carácter irremplazable: "Esa silla siempre va a ser la silla de Mila". Una de las más visiblemente afectadas fue María Patiño (49), a quien se vio cabizbaja salir a tomar el aire y a fumarse un cigarrillo a los alrededores del tanatorio durante su visita, recordaba minutos después, más calmada, algo que quizás reconforte algo a sus allegados: "Ha estado como quería, donde quería y se ha ido de la forma que quería".
Rozando las siete y media de la tarde llegaba la última de las Campos, Terelu (55), y lo hacía acompañada de su hija, Alejandra (21). La malagueña, muy amiga de la fallecida, recordó cómo durante estos meses se apoyó en ella, que también sabe lo que es padecer esta enfermedad -aunque en su caso el tumor fue en el pecho-. Muy generosa y, esforzándose por contener las lágrimas, compartió, con la voz entrecortada, una frase de Enrique Bunbury (53) con la que recordará para siempre a su amiga: "Jamás te recuerdo, porque nunca te olvido".
Ana Rosa (60), poco después, también reconocía que estrechó con Mila la relación durante los últimos meses y resaltó un mensaje que en su opinión Ximénez dejó a las mujeres: "Cuando se cierra una puerta se abre una ventana, que fue Sálvame para ella". Por su parte, Eugenia Martínez de Irujo (52), que ya había mostrado su pesar en televisión, llegaba vestida de riguroso negro: "Esta enfermedad es muy cabrona y lo importante es que ha muerto en su casa y rodeada de los suyos".
Durante la tarde de este miércoles se notó que Mila se hizo querer en todos los formatos por los que pasaba. También se acercaron a despedirla sus compañeras de Gran Hermano VIP, Alba Carrillo (34) y Noemí Salazar (29), que quisieron recordar la vulnerabilidad y la fuerza de la colaboradora. La protagonista de Los Gipsy King era quien rememoraba una anécdota de la periodista, en relación con su hija, que puso la nota de simpatía entre tanta tristeza: "Ella siempre decía -durante GH VIP-: 'Alba, tu madre puede con todo'". A lo que la supermodelo contestaba: "Nos reíamos mucho, y la primera vez que lo dijo creía que era yo".
Carla Barber (31) también quiso recordar a su salida, los tres meses que convivió con la periodista durante Supervivientes: "Tengo con ella, ciento de miles de recuerdos y todos buenísimos". Separado por unas horas, pisaba también el tanatorio quien fuera la pareja de la cirujana, Diego Matamoros (34), que verbalizaba un pensamiento común: "Es injusto que la gente se vaya de esta manera".
Todos ellos se suman a una lista infinita a la que, por sorpresa, se unía otro inesperado personaje a última hora de la tarde, Antonio David Flores (45). El exmarido de Rocío Carrasco rompía su ausencia mediática para despedir a la que fuera su compañera, tanto en Sálvame, como en GH VIP. Su cotizada presencia, era recibida por la opinión popular entre aplausos y gritos recriminatorios a partes iguales.
Siguiendo la voluntad de la periodista, su cuerpo será trasladado al cementerio de la Almudena donde será incinerado a las 12 de la mañana de este jueves 24 de junio y sus restos mortales viajarán a Ámsterdam para reposar junto a Alba.
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