Los cinco exitosos años de Rafa Nadal y Xisca Perelló como matrimonio: fructíferos negocios y una nueva vida
- Fue en 2019 cuando la pareja se dio el 'sí, quiero' ante más de 300 invitados y celebraron un amor que perdura hasta ahora.
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Será a finales de noviembre, en la Copa Davis que se celebrará en Málaga, cuando Rafa Nadal (38 años) se retire de las pistas de tenis. A pesar de que el deportista manacorí ha intentado alargar esta despedida el máximo tiempo posible, las constantes lesiones a las que ha tenido que hacer frente han mermado su deseo.
En estos meses tan difíciles no ha estado solo. Siempre a su lado ha estado su familia, piezas indispensables en su vida y que le acompañan allí donde va. Su última aparición pública fue el pasado jueves, 17 de octubre, cuando disputó un partido de The Six Kings Slam, un torneo que reúne a los mejores tenistas del mundo en Riad. Aunque perdió frente a Carlos Alcaraz, estuvo muy bien arropado por su mujer, Xisca Perelló (36), su hijo, el pequeño Rafa, sus padres y su suegra.
Pese a la derrota, el matrimonio tiene mucho que celebrar este mismo fin de semana. Este sábado, 19 de octubre, la pareja cumple cinco años desde que se dieron el 'sí, quiero'. Nada es igual para ellos desde aquella cita en la finca mallorquina de Sa Fortalesa y en las próximas semanas tendrán que hacer frente a un drástico cambio.
Más de 300 invitados se dieron cita en esta fiesta del amor, entre los que no pudo faltar el rey Juan Carlos I (86), que ya ha demostrado ser un gran amigo del tenista. Pese a que ahora celebran su primer lustro como casados, la pareja lleva más de 20 años de relación en los que han apostado por la discreción y el trabajo en silencio. Para Rafa, su vida privada siempre ha sido sagrada y así lo ha demostrado en repetidas ocasiones.
Ahora su vida va a dar un giro radical, aunque está implicado al máximo en un plan B que lleva diseñando casi una década. Juntos han creado un tándem inquebrantable de mucho amor, éxitos empresariales y la familia como eje principal en su día a día.
La familia Nadal se dedica de toda la vida al mundo de los negocios y así ha continuado el exitoso tenista. De manera oficial, Rafa Nadal solo aparece en dos empresas: el holding Debamina SL y Mabel Capital Global, desde donde gestiona el resto de los negocios en los que está involucrado.
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Lejos de los fructíferos negocios, hay un proyecto en el que están implicados los dos y que gestionan con mucha ilusión. Se trata de Fundación Rafa Nadal, a través de la que promueven el desarrollo personal y social de niños y jóvenes tanto en España como en la India. Precisamente, es Xisca Perelló la directora General de esta asociación desde noviembre de 2019, un mes después de darse el 'sí, quiero'. Anteriormente, había trabajado como directora de proyectos de la misma fundación.
Junto a ella también trabajan su cuñada, Maribel Nadal, y su suegra, Ana María Parera. Xisca siempre se ha caracterizado por su discreción, pero en los últimos años ha dado un paso al frente como responsable de la organización y cada vez tiene más presencia en eventos donde recibe premios por su gestión.
Al mismo tiempo que ella se encarga de ser la cara visible de este proyecto tan solidario, Rafa Nadal continúa aumentando su legado empresarial. La Rafa Nadal Academy, centros profesionales para deportistas donde formarse en un alto nivel. Cuenta con instalaciones en Mallorca, Kuwait, Hong Kong, Egipto, Cancún, Grecia y, recientemente, en Albania.
A pesar de abandonar las pistas de tenis de manera oficial, ya está demostrado que continuará muy vinculado al deporte desde otro punto de vista. Pero también ha invertido en otros proyectos que nada tienen que ver con su carrera profesional: ha apostado por el sector hotelero con dos hoteles de lujo en México y colaborando con la cadena Melià. También forma parte del sector de la hostelería desde 2015, cuando se adentró en la cadena de restaurantes Tatel.
Pero sin dudas, el mejor proyecto de la pareja ha sido su hijo, el pequeño Rafa, que acaba de cumplir los dos años y ya está demostrando el gran parecido que tiene con su padre. Pese a su corta edad, es un fijo en los partidos del tenista, aunque en algunos le puede el sueño. Con una mini raqueta en mano, el primogénito del matrimonio ya apunta maneras de seguir los pasos de su padre en el mundo del tenis.
Es un hecho que la paternidad ha tenido un efecto en su profesión y en su vida. No han sido unos años fáciles, pero sabía que al llegar a casa le estaría esperando la mayor de las alegrías de su vida. "Verle me cambia el humor", aseguró Rafa en una entrevista en El Hormiguero.