La guerra abierta entre María Pombo y su familia paterna: un negocio, una demoledora carta y un tenso encuentro
- La nueva temporada de 'Pombo' ha sacado a la luz las rencillas que existen entre las hermanas Pombo y sus primos.
- Más información: Los evidentes problemas en el matrimonio de María Pombo y Pablo Castellano: reproches y tibias reconciliaciones
La familia Pombo está de celebración. La tercera y nueva temporada de su docuserie Pombo ya está disponible en Prime Video para todos los fans de la familia que siguen de cerca todo lo que tiene que ver con su vida. Es aquí donde todos ellos muestran el lado más desconocido y privado, que no suele ser lo habitual en los creadores de contenido.
Este estreno llega en una gran etapa para María Pombo (30 años), que acaba de celebrar su cumpleaños por todo lo alto y a la que no le dejan de llegar nuevos e ilusionantes proyectos profesionales. De hecho, se ha descubierto en esta nueva temporada que incluso ha intentado ser actriz, aunque sin éxito.
Uno de los temas principales que ha abordado este nuevo lanzamiento ha sido la familia, pero no en lo que respecta a la relación entre los protagonistas. Desde hace unos años, mantienen una guerra poco conocida junto a una parte de la familia paterna.
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Actualmente, la relación está totalmente rota. Todo comenzó a raíz de los problemas que tuvieron con Camino, el restaurante que el patriarca de la familia tenía junto a uno de sus hermanos. Los malentendidos y la tensión acabaron por dinamitar todo lo que durante años se había construido en lo que respecta a lo personal.
Es en esta temporada cuando María Pombo y el resto de sus familiares se muestran más abiertos que nunca y hablan, sin dar demasiados detalles, de la situación que están atravesando. Todo ello después de la muerte de su abuela paterna, Amarilis, cuando todo terminó por estallar.
"En el funeral, lo primero que hice es pensar: 'Tengo que darle un abrazo a mis primos porque es lo único que necesito en estos momentos'. Mi abuela, nuestra abuela, se acaba de morir. No hay nada más importante que darse un abrazo, ¿no? O un beso. Fui a darle un beso a una de mis primas y, literalmente, me quitó la cara y me dijo: 'No es el día'", relata afectada en la docuserie.
Por el momento, es todavía una incógnita el motivo exacto por el que las familias decidieron romper los lazos que les unían. Otro de los momentos imprescindibles del primer episodio es cuando María Pombo recibe un inesperado mensaje de su tío, el hermano de su padre, y que la tenía bloqueada en Whatsapp hasta ese instante.
Entra en una de las habitaciones de su casa en Cantabria, lo hace agitada y pide que eso no se graba porque "no va a salir". Sin embargo, acaba formando parte del metraje final. Se trata de una carta que le envía por esta aplicación de mensajería y que deja a la familia atónita.
En la anterior temporada de Pombo, tal y como recuerda la protagonista, ella habló de esta parte de la familia sin poder contener la emoción y el deseo de una pronta reconciliación. Esperaba que con esto la tensión se rebajase. "Tenía la esperanza de que eso a ellos les hubiera abierto como una rama de sentimientos nuevos. Al menos tener un acercamiento, aunque nunca llegue a ser igual, pero tener ahí algo", explica ahora.
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Sin desvelar todo lo que incluye esta misiva, hay una frase contundente que resume a la perfección el punto en el que está la situación: "Las cosas claras. Vosotros y nosotros no somos familia. Nada nos une desde el lunes [tras la muerte de su abuela]". A partir de entonces comienzas las reacciones. Es Marta Pombo (32) la que habla de manera clara: "No voy a tolerar ni una falta de respeto más por parte de ciertas personas de esta familia. Se creen con el derecho a casi hacer bullying".
Es aquí cuando María Pombo pone encima de la mesa el motivo principal de la discusión que también ha salpicado a la bonita relación que tenían junto a sus primos: "No hay que hacer negocios con hermanos ni con amigos".
No se siguen en redes, no comparten momentos juntos y evitan hablar los unos de los otros. De hecho, una de las primas, Blanca Pombo, esquiva la pregunta sobre la situación siempre que tiene oportunidad. Ambas protagonizaron un tenso reencuentro en la boda de Nacho Aragón (29) del pasado mes de septiembre. Ambas estaban invitadas a este enlace, pero cada una prefirió estar a su aire y no coincidir. Se hizo viral un vídeo en el que aparecen ambas a escasos centímetros, pero sin haber ningún tipo de contacto.
Ha habido quienes han llegado a asegurar que ya familia estaba en proceso de reconciliación. Sin embargo, la emisión de toda esta guerra familiar confirma que las posturas continúan muy separadas y que parece no haber una solución al conflicto ahora que ya han aireado públicamente la realidad.