Terelu vive en un piso de alquiler en Aravaca, a las afueras de Madrid.

Terelu vive en un piso de alquiler en Aravaca, a las afueras de Madrid. Montaje de EL ESPAÑOL.

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Nos colamos en el piso de Terelu, por el que paga 2.500 de alquiler y al que se mudó tras saldar sus deudas con Hacienda

La colaboradora de Mediaset lleva casi cinco años viviendo en un piso de 200 metros cuadrados en la localidad madrileña de Aravaca.

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Desde que anunciara su participación en 'Supervivientes 2025', Terelu Campos (59 años) está en boca de todos. La malagueña lleva solo una semana en Honduras, pero cada cosa que hace o dice es capaz de hacer subir los niveles de audiencia. Lo cierto es que es uno de los fichajes estrella del reality y los espectadores no quieren perderse ni un minuto de su concurso.

El paso de la andaluza por los Cayos Cochinos ha despertado, además, un interés especial, ya que tiene un importante compromiso profesional a la vuelta de la esquina. El próximo 26 de abril está previsto que debute como protagonista de Santa Lola, una obra de teatro en tono de comedia que dirige y produce su amiga Lara Dibildos (53).

Así, si todo sale según lo previsto, Terelu podría estar pronto de vuelta a casa. Una casa en la que lleva viviendo casi cinco años y a la que se mudó tras poner fin a un periodo de dificultades económicas y saldar sus deudas con Hacienda.

Terelu, en su piso de Aravaca, a las afueras de Madrid.

Terelu, en su piso de Aravaca, a las afueras de Madrid. Instagram

Fue en mayo de 2020 cuando la hija de María Teresa Campos abandonó definitivamente su vivienda anterior, un tríplex de 573 metros cuadrados situado en la Avenida de Europa de Pozuelo de Alarcón, uno de los municipios con mayor renta per cápita del país. La presentadora y colaboradora se deshizo de aquella propiedad después de un periodo complicado en materia económica. Llevaba tiempo acumulando adeudos con la Agencia Tributaria y gracias a su venta, por 1.400.000 euros, pudo hacer frente a su delicado panorama financiero.

Vendió su tríplex hace cinco años

Terelu compró el tríplex en el año 2013. Entonces solicitó una hipoteca al Banco Popular por valor de 500.000 euros. Aunque inicialmente pensaba que podría asumir las letras sin problemas, sus circunstancias personales y profesionales cambiaron. Todo ello afectó a su nivel de ingresos. Agobiada, no le quedó más remedio que pedir tres ampliaciones del préstamo hipotecario. Con el tiempo se le hizo cada vez más cuesta arriba abonar las letras. Al zafarse de su piso de tres plantas pudo liquidar su situación de déficit y empezar una nueva vida.

El comienzo de su nueva etapa coincidió con la mudanza a su nueva vivienda. Un piso ubicado no muy lejos del que fue su anterior hogar, en Aravaca. El inmueble se encuentra en una urbanización con numerosas zonas comunes: piscina, jardines, garaje y vigilancia 24 horas.

Un piso de 200 metros cuadrados

Su actual casa es la mitad de espaciosa que su tríplex (consta de 200 metros cuadrados), pero ofrece todo lo que necesita para vivir confortablemente: un amplio recibidor, un espacioso y luminoso salón comedor, cuatro dormitorios (uno de ellos con vestidor), cuatro cuartos de baño, y una cocina con lavadero.

Terelu, en el programa 'Lazos de sangre', de TVE.

Terelu, en el programa 'Lazos de sangre', de TVE. TVE

En este piso, Terelu se siente a gusto. En más de una ocasión ha abierto las puertas de su casa a sus amigos y familiares. También ha hecho lo propio en las redes sociales e, incluso, en televisión. En julio de 2021 enseñó el interior de su piso ante las cámaras de Lazos de sangre, con motivo del capítulo que el programa dedicó a la biografía de su madre. En dicho espacio pudimos ver su buen gusto a la hora de decorar.

Terelu, en compañía de un grupo de amigos, en una foto de sus redes sociales.

Terelu, en compañía de un grupo de amigos, en una foto de sus redes sociales. Instagram

Los espacios están amueblados con mobiliario funcional y de diseño, muchos de ellos lacados en blanco, como la mesa central del salón o el aparador donde tiene el televisor. En lo relativo a los textiles, abundan los colores tierra, el gris topo y algunas piezas en azul pálido, como algunas de las sillas de su comedor. Un entorno acogedor a más no poder al que seguramente regrese dentro de pocas semanas, cuando finalice su aventura como superviviente en las costas de América Central.