
Simeón de Bulgaria es el único hijo de la princesa Kalina de Bulgaria y su marido, Kitín Muñoz. kingsimeon.bg
Despixelamos a Simeón, hijo de Kalina de Bulgaria, tras cumplir 18 años: futuro boina verde y aprendiz de los monjes Shaolin
El único hijo de la princesa y el aventurero Kitín Muñoz domina la práctica deportiva, en especial el kung fu, al igual que sus padres.
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Se llama Simeón Hassan. Y acaba de cumplir 18 años. Al igual que otros chicos de su edad, le gusta el deporte, la música (toca el bajo y el piano), le encanta la aventura y dentro de poco se sacará el carnet de conducir. Pero no es un adolescente cualquiera. Es el hijo de la princesa Kalina de Bulgaria (53) y el explorador Kitín Muñoz (66). Y nieto, por tanto, de Simeón II de Bulgaria (87).
Fue el pasado 14 de marzo cuando este joven miembro de la Familia Real de Bulgaria cumplió la mayoría de edad. Por este motivo acaba de conceder su primera entrevista. En ella habla de cómo es su vida y cuáles son sus inquietudes. Amante del deporte extremo, al igual que sus padres, practica snowboard, entrenamiento con pesas y se le da de maravilla el skate. También practica artes marciales como el taekwondo y el kung fu.
En la actualidad estudia en el British School, donde está a punto de finalizar el bachillerato internacional. Y habla cinco idiomas: español, inglés, francés, árabe y búlgaro. Su sueño es convertirse en un militar de élite. De hecho, ya prepara su carrera militar. Porque quiere ser un boina verde.

Simeón, nieto de Simeón II de Bulgaria, viajará a China para convivir con monjes Shaolin. kingsimeon.bg
Simeón de Bulgaria lleva la pasión por la vida castrense en las venas. Es algo que ha heredado de la saga a la que pertenece. "Mi abuelo desciende de una dinastía de militares- mi abuelo Luis luchó entre tres guerras- y es embajador del ejército", ha confesado a ¡HOLA!. "Por parte de mi madre, el Zar Fernando I luchó en las guerras balcánicas y en la Primera Guerra Mundial. Y el rey Boris en la Segunda Guerra Mundial. Es parte de nuestra vida y la de nuestros antepasados" dice al.
En la actualidad, sus padres, Kalina y Kitín, están afincados en la localidad de Vitosha en Boyana, a 10 kilómetros de Sofía. Se trasladaron a este municipio en el año 2021, Sus abuelos viven no muy lejos de allí, en el Palacio de Vrana, a las afueras de la capital de Bulgaria.
Pero la tierra natal de sus antepasados no es el único lugar que ha visto crecer a Simeón. La familia vivió durante 15 años en Marruecos. También pasaron nueve meses en Madrid. Una estancia breve, pero que permitió al joven conocer un poco mejor el país que su familia considera como una segunda patria. Y es que tras la abolición de la monarquía búlgara, en 1946, Simeón II junto a su mujer, Margarita Gómez-Acebo (90) y sus cinco hijos se exiliaron en España, donde han vivido durante décadas.

Simeón de Bulgaria con sus padres, la princesa Kalina y Kitín Muñoz, durante su infancia. kingsimeon.bg
Precisamente España será uno de los próximos destinos de Simeón. El próximo verano visitará distintos puntos de nuestra geografía. ¿El motivo? Profundizar en distintas áreas de su formación.
En la venidera temporada estival estará en Cantabria, donde realizará un curso de vela, y en Alicante, en la que participará en un curso de buceo. Allí tomará clases con el exboina verde Terencio Pérez, un comandante retirado del MOE (Mando de Operaciones Especiales) que hizo el servicio militar con su padre. Incluso llegaron a escribir un libro juntos, titulado Boinas verdes españoles.
Campamento militar en Madrid
En su intenso verano con sello español, Simeón de Bulgaria también tiene previsto pasar unos días en la localidad madrileña de Miraflores de la Sierra, en la que tiene previsto recibir formación militar intensiva. Será uno de los alumnos del demandado Campamento de Orientación Militar Don Pelayo, con mandos de operaciones militares, al que ha asistido en años anteriores. En él, los alumnos suelen llevar el uniforme del Ejército de Tierra y son instruidos para "aprender a respetar la jerarquía, la disciplina y la organización".

Simeón de Bulgaria, nieto de Simeón II de Bulgaria, cumplió la mayoría de edad el pasado 14 de marzo. kingsimeon.bg
Asimismo, desea unirse en breve a la expedición de su padre. En enero de 2026, Kitín Muñoz arrancará una expedición en el mar con la que espera hacer historia. Se adentrará en altamar con una balsa de juncos y tripulantes indígenas. Su objetivo es realizar una travesía a través de los océanos, siguiendo su ensayo de arqueología experimental transoceánica.
Irá a la expedición de Kitín
Para su arriesgada aventura, Kitín contará con el auspicio del Explorers Club de Nueva York, una sociedad dedicada al avance de la investigación de campo, la exploración científica y la conservación de recursos. Contará también con la compañía de su mujer, Kalina, quien, tal y como señala el joven en el citado medio, "se ha apuntado porque es salvaje".

Simeón de Bulgaria nació el 14 de marzo de 2007 en el hospital Lozenetz, en Sofía. kingsimeon.bg
Eso sí, antes de embarcarse en esta aventura por el mar, Simeón de Bulgaria viajará a China para convivir un tiempo con los monjes Shaolin. Será en la provincia de Henan donde pondrá en práctica una combinación de enseñanzas budistas, disciplina marcial y conducta ética. Y es que estos monjes consideran que el entrenamiento físico y las artes marciales son mucho más que un simple ejercicio.
Para los Shaolin, la actividad deportiva, y en especial el kung fu, es una parte integral del crecimiento espiritual. Cabe destacar que el hijo de Kalina de Bulgaria es todo un as del kung fu, un deporte que empezó a practicar en Marruecos. Tal es su maestría que llegó a participar en el Mundial de Hanmadang, el campeonato de más prestigio de esta modalidad.
Futuro boina verde
A través de la disciplina que requieren las artes marciales, los Shaolin desarrollan la disciplina mental necesaria en la meditación. Esto, según sus preceptos de vida, conduce a la armonía entre el cuerpo y la mente. El joven pretende que su convivencia con los monjes lo ayude a prepararse tanto física como psicológicamente de cara a las pruebas de acceso a los boinas verdes. Esta es, ahora, su principal meta a conseguir.
Tal es su afán por ser parte de este cuerpo de élite del ejército que sus padres le han regalado por su cumpleaños un obsequio muy significativo: un cuchillo con su "nombre de guerra" inscrito en él.