Limpiar la Leyenda Negra y reescribir la Guerra Civil: otros cinco 'hits' históricos de Vox
Segunda entrega de la serie sobre los momentos y personajes icónicos del pasado español que reivindica la formación de Abascal.
24 enero, 2019 03:48(Los 10 episodios favoritos de Vox en la Historia de España, primera entrega: Pelayo y Covadonga, las batalla de las Navas de Tolosa, la toma de Granada, Colón y la conquista de América y los Tercios españoles)
Durante el transcurrir de la campaña de las pasadas elecciones andaluzas, desde Vox se quiso recordar acontecimientos clave en la historia de España que se desarrollaron en el sur de la Península. Ellos iniciaron su particular Reconquista —tal y como se aseguraba en un vídeo con Santiago Abascal a galope— loando la victoria de los ejércitos cristianos sobre los musulmanes en las Navas de Tolosa o la batalla de Bailén, donde las tropas napoleónicas sucumbieron ante la resistencia española.
Pero las reivindicaciones históricas no se han enmarcado exclusivamente en referencias al territorio andaluz, sino que desde Vox también se han hecho declaraciones que tratan resaltar determinados acontecimientos en los que se puede encontrar el embrión del sentimiento de identidad nacional. Estos son los otros cinco grandes momentos y personajes en la historia de España a los que se ha hecho referencia durante los últimos meses desde las filas de Vox.
1. Contra la Leyenda Negra
(El pasado mes de febrero, Santiago Abascal compartía una tribuna de la historiadora María Elvira Roca Barea, autora de 'Imperiofobia y Leyenda Negra', acompañada del siguiente mensaje: "Elvira Roca pone las cosas en su sitio: Gracias a ella no perderé el tiempo viendo una nueva versión de la leyenda negra contra España". En una entrevista de hace unos años, el líder de Vox también aseguró que "los españoles, salvo excepciones, trataron a los pueblos de América como uno más, por lo que tenemos que estar muy orgullosos de lo que sucedió")
Es este uno de los puntos más conflictivos de la historia de España, de su pasado más oscuro. Existen versiones diferentes en función de la fuente a la que se recurra. Además, no hay ni consenso en fijar el origen de la llamada Leyenda Negra española. Si tomamos como referencia al historiador sueco Sverker Arnoldsson, las primeras referencias sobre el relato propagandístico antiespañol se hallan en en la Italia prerrenacentista de la Baja Edad Media, siglos XIV y XV.
Según su versión, la variante neerlandesa de la Leyenda Negra, la más reconocida y personificada en la figura del príncipe Guillermo d'Orange —que se amparó en las crónicas del fraile Bartolomé de las Casas sobre las atrocidades cometidas por los conquistadores castellanos en América—, estuvo fuertemente influenciada por el odio hacia lo español procedente de Alemania y, sobre todo, de Italia.
¿Pero de qué hechos concretos nace ese rechazo? La lista es larga: el odio contra Felipe II y contra la hegemonía española durante la época de los Habsburgo; las guerras religiosas y la Inquisición; la expulsión de los judíos en 1492; la envidia producida por el oro que los españoles obtenían de América; y la creencia de que los españoles en general despreciaban las “artes útiles”. Los saqueos de Prato (1512) y Roma (1527) también ayudaron a consolidar una visión de que los soldados españoles eran los más crueles y bárbaros.
En el otro lado de la balanza se encuentra la corriente, muy de actualidad, que trata de desmontar los mitos de la Leyenda Negra. Ahí se enmarcan la propia María Elvira Roca, el hispanista Stanley G. Payne o el historiador Miguel Arenas, entre otros. Sus trabajos vienen a desmentir que la conquista de América fuese un genocidio y explican que el elevado número de muertes registrado se debió principalmente a las epidemias demoledoras que se propagaron durante aquella época.
2. Blas de Lezo (1741)
(Para Santiago Abascal, Blas de Lezo es "el mayor héroe español de todos los tiempos", tal y como tuiteó hace un tiempo. Y esta fue la respuesta de Javier Ortega Smith, el secretario general de Vox, a la pregunta de quién querría ser si pudiese trasladarse a otra época: "El Almirante D. Blas de Lezo y Olabarrieta, sin duda, el mejor marino vasco y, por tanto, doblemente español, que derrotó a los ingleses —aunque ellos lo oculten y muchos españoles lo desconozcan—)
Blas de Lezo era un oficial de la Marina española nacido en Pasajes, Guipúzcoa, en 1687. Su primera acción de combate se desarrolló en la batalla naval de Vélez-Málaga (1704), una de las más importantes de la Guerra de Sucesión. Allí, una bala de cañón le arrancó la pierna izquierda por debajo de la rodilla. "En otra acción contra navíos de la Armada de Saboya, fue herido en el ojo izquierdo perdiendo la visión en éste", relata el diplomático Gonzalo M. Quintero en el perfil del marinero vasco en el Diccionario Biográfico de la RAH. "En 1714, durante el asedio a Barcelona, al mando del Campanela, una bala de mosquete le dejó inútil el brazo derecho".
Con apenas veintiséis años, Blas de Lezo era ya cojo, tuerto y manco; por todas esas desgracias pasó a ser conocido como Almirante Patapalo o Mediohombre. Pero sin duda ha quedado en los anales de la historia de España por el sitio de Cartagena de Indias en 1741. Con menos de 3.000 hombres y seis navíos de guerra, Blas de Lezo fue capaz de liderar la resistencia y derrotar a los 30.000 ingleses comandados por el almirante Vernon y sus 50 buques.
El mito dice que la proporción entre los ingleses y los españoles era de diez a uno. No obstante, las investigadoras Mariela Beltrán y Carolina Aguado publicaron el año pasado una obra, La última batalla de Blas de Lezo, en la que tratan de reconstruir con precisión la defensa de Cartagena de Indias. Y aunque aseguran que los números son bastante verosímiles, no es cierto que aquella armada británica fuese la más grande que nunca haya atacado tierra.
3. Batalla de Bailén (1808)
(Mitin de Santiago Abascal durante la campaña de las elecciones andaluzas: "España ha forjado una nación a través de una historia magnífica de la que Andalucía ha sido protagonista. Reivindicamos la Andalucía de los Reyes Católicos, la de las Navas de Tolosa, la de la batalla de Bailén...". También desde los perfiles en redes sociales de Vox se compartieron vídeos en los que se recordaba este enfrentamiento. Hace unos días, Abascal recuperó la Guerra de la Independencia llamando "afrancesado" a Albert Rivera)
Bailén fue la primera derrota a campo abierto del poderoso ejército napoleónico, el principio del fin de la hegemonía continental de la Grande Armée. La batalla se produjo el 19 de julio de 1808 en el marco de la Guerra de la Independencia y sobrecogió a toda Europa por su inesperado resultado: las tropas francesas no eran invencibles.
José I Bonaparte, hermano de Napoleón, ya coronado rey de España y asentado en Madrid, mandó al general Pierre Dupont a controlar Andalucía, pues después de los sucesos del 2 de mayo la población española no estaba dispuesta a rendirse ante los invasores sin hacerles frente. Al otro lado del tablero se encontraban las tropas del general Francisco Javier Castaños, algo superiores en número.
La batalla se decantó del lado español y Bailén significó un influjo de esperanza para todas las naciones que se enfrentaban a Napoleón. A nivel peninsular, las consecuencias fueron desastrosas para los intereses de Francia: José I tuvo que retirarse al norte del Ebro y espera allí la llegada de 250.000 efectivos liderados por el propio 'Pequeño Cabo'. La Guerra de la Independencia se prolongaría hasta 1814.
4. Cortes de Cádiz (1810-1814)
(Dice Abascal sobre las Cortes de Cádiz: "Proclamaron que la Nación española era libre e independiente y que no podía ser patrimonio de ninguna familia o persona (...) Esta declaración de soberanía ha sido una constante en toda nuestra historia constitucional (...) Porque los españoles somos una gran Nación y nadie ha podido nunca destruirnos)
La Cortes de Cádiz, desarrolladas entre septiembre de 1810 y mayo de 1814 en el contexto de la Guerra de la Independencia, dieron inicio al periodo de constitucionalismo en España, marcaron el punto de fricción entre el absolutismo y el Nuevo Régimen. La primera decisión adoptada por las Cortes fue arrebatarle la soberanía nacional al monarca, en ese momento José I, y entregársela a la nación, en quien recaía el derecho de establecer las leyes fundamentales.
Los liberales tomaron el mando del país y se decretó la libertad de imprenta, revivieron las tertulias públicas en los cafés o se abolieron instituciones como la Inquisición o el régimen señorial de propiedad de la tierra. Pero lo más destacado de aquella época fue la aprobación de la Constitución de Cádiz de 1812, la Pepa, que incorporaba principios del liberalismo democrático tales como la soberanía nacional y la separación de poderes.
La Constitución no incorporó una tabla de derechos y libertades, pero sí recogió algunos derechos dispersos en su articulado, como la libertad personal o el derecho de propiedad. Sin embargo, el texto proclama a España como Estado confesional, no reconociendo la libertad religiosa. La Pepa tuvo una vigencia efímera, puesta Fernando VII la derogó a su regreso a España en 1814 y restituyendo el más férreo absolutismo durante seis años.
5. Guerra Civil y franquismo
(Quizá no sea uno de los episodios históricos favoritos de Vox, pero lo cierto es que desde la formación de Abascal se han hecho declaraciones ciertamente controvertidas sobre la Guerra Civil. Su propio líder, en un intento de reescribir la historia, ha asegurado que la "desgraciada Guerra Civil la inició el PSOE en el 34" o el secretario general, Ortega Smith, dijo que en la contienda se fusilaba "sin odio, con amor". Sobre la exhumación de Franco, Abascal ha dicho que con ello "se intenta volver a regar los odios entre españoles")
La sublevación liderada por Francisco Franco el 17-18 de julio de 1936 contra el Gobierno elegido en las urnas de la República marca el inicio de la Guerra Civil. La revolución en Asturias de octubre de 1934 y la declaración de "Estat catalá" el día 6 del mismo mes por Lluís Companys fueron controladas y castigadas por las propias fuerzas republicanas.
Desde ese verano de 1936 España comenzó a matarse, tanto en la línea del frente como en la retaguardia. En ambos bandos se fusiló de forma indiscriminada, tal y como lo demuestran las cifras: en la zona franquista cayeron 100.000 personas asesinadas por 60.000 del bando republicano. Tras la victoria de los sublevados y la instauración de la dictadura, unas 50.000 personas más fueron fusiladas.