Salen a la luz una magnífica basílica y un teatro de época de Herodes en Israel
El edificio fue reformado con espectaculares piezas de mármol durante el reinado del emperador Septimio Severo, entre los siglos II-III d.C.
1 junio, 2021 11:13Noticias relacionadas
Los vestigios de una magnífica basílica, la más grande documentada hasta la fecha en Israel, han salido a la luz en Ascalón, una localidad situada a medio centenar de kilómetros al sur de Tel Aviv. Se trata de un edificio erigido hace unos 2.000 años, en torno al cambio de era, durante el reinado de Herodes el Grande, y a muy pocos metros de la orilla del Mediterráneo.
Según ha informado la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), encargada de las excavaciones en un proyecto realizado junto al Parque Nacional de Ascalón, también se han registrado otros "descubrimientos emocionantes", como un teatro de pequeñas dimensiones. El yacimiento, tras ser sometido al pertinente proceso de restauración y conservación de los restos, será abierto al público.
La basílica, de 115x34 metros, está dividida en tres secciones, entre las que sobresale la sala principal, rodeada por enormes columnas de mármol de hasta 13 metros de altura y que estaban decoradas con refinados capiteles de motivos florales y águilas, un símbolo romano. Algunos de estos elementos han sido hallados por los arqueólogos en magnífico estado de conservación.
Aunque el edificio original fue construido en época herodiana -en el sitio se ha desenterrado un tesoro de monedas de este periodo-, cuando se registraron importantes obras arquitectónicas de todo el territorio, incluida la reconstrucción del Templo de Jerusalén, esas piezas más refinadas corresponden a una reforma de la basílica a finales del siglo II o principios del III d.C., en un estilo característico de la época del emperador Septimio Severo.
La ciudad de Ascalón, que gozaba de un importante puerto durante el reinado de Herodes y después quedó bajo dominio romano, fue destruida por un terremoto registrado en el año 363; entre los siglos VIII y XII, bajo ocupación islámica, las ruinas se reutilizarían para levantar instalaciones industriales.
La basílica había sido documentada en la década de 1920 por el arqueólogo británico John Garstang, quien después volvió a cubrir los restos. Ha tenido que pasar casi un siglo para que se desarrollase una nueva campaña de excavaciones. Encabezados por los investigadores Rachel Bar Nathan, Saar Ganor y Federico Kobrin, los trabajos que ahora se hacen públicos se realizaron entre 2008-2012 y 2016-2018.
"Garstang había calculado las dimensiones de la basílica y visto los restos de las columnas de mármol, talladas con materiales importados de Asia Menor. Además, había sugerido que el edificio se remontaba a tiempos de Herodes el Grande, ya que el historiador Flavio Josefo describe cómo el rey construyó un solón con columnas y otras estructuras en la ciudad", ha explicado Bar Nathan al diario local The Jerusalem Post.
"Cuando excavamos la basílica nos dimos cuenta de que si bien la estructura original databa de la época de Herodes, como Garstang pensaba, los elementos más grandiosos, los mármoles, las columnas, fueron construidas después, en torno a los siglos II-III d.C.", ha añadido la arqueóloga. Durante las investigaciones también se han documentado grandes esculturas de mármol que representan a dioses como Isis -caracterizado como Tyche, la diosa de la fortuna de la ciudad- o Niké, la diosa de la victoria.