Tote King (Sevilla, 1978) trae en los poros el decálogo callejero del barrio de La Macarena, habla a borbotones -con franqueza destilada frase a frase- y se mueve por el camerino estrecho de la Sala Penélope como un tigre prudente que no quiere tirar los trastos: sabe que potencia sin control no sirve de nada. Está de gira con su último disco, 78, y aún se pone nervioso como los niños en los cumpleaños.
Su palabra de dios pagano se filtró por los auriculares de los institutos hace ya mucho, llenando las cabezas púberes con códigos honrados: "Si nunca has ahorrado para unas Nike, nunca has disfrutado unas Nike". "Si se peen delante tuya, ya ha empezado la relación". "Acuérdate bien, siempre, si vives dignamente, da gracias, dale de comer bien a tu mente".
Creció con Bob Dylan y Led Zeppelin, a los catorce se quedó sin amigos por no entrar en discotecas, ha visto el lujo y la necesidad y, a pesar de las Ferias y Semanas Santas en las que defeca cuando puede, no hay quien lo saque de Sevilla: no necesita mucho más que su gente, su radio, sus bambas y su bici. Es un bárbaro moderno antimisticismo, "pal domingo de Ramos tengo unas calzonas guardás preciosas: con volantes verdes y canguritos rosas". Recuerda que las primeras novias huelen a McDonald y que el sexo como gimnasia "te vacía cuando te sacia".
Tote King, Manuel González Rodríguez, hace que la letra con sangre entre: es un animal poético y feroz, autocrítico hasta la herida, un anfibio entre la biblioteca y la calle. Se respeta y respeta el texto: y aún hay quien se ofende cuando dice con la boca grande que Ahora vive de esto.
¿Qué le da miedo a Tote King?
A mí, muchísimas cosas. Supongo que las mismas que a todo el mundo. Más que la muerte, morirte lentamente de una movida chunga, porque morirse rápido es mejor. Como tío que trabaja en la música, tengo el mismo miedo que tiene el tío que está trabajando en un sitio y piensan que mañana lo pueden echar, o que mañana su curro no puede interesar, ese miedo creo que lo tenemos todos, a que tu música ya no sea igual de buena que antes, no haber conseguido de cara al público superar un disco tuyo, que el público siga viendo un disco tuyo como el mejor que hiciste… a nivel mucho más grande, que comparados conmigo son artistazos, mira Dylan, que la gente le sigue pidiendo el Highway 61 desde siempre, o mira a Sabina, que le piden que cante las típicas…
¿Dónde están tus canciones de amor, aparte de Loco por ti?
Casi que no hay, la verdad. Yo me expreso mejor desde el cabreo, desde la rabia, encuentro más miga ahí. Soy más especialista en ver mi propia imbecilidad y la de los demás. Porque queda muy feo y muy pedante decir que soy un “rastreador de miserias” cuando las mías son casi las mismas que veo en los demás. Luego, a veces, cuando las escribo, pienso “estoy dándole caña a esto y yo, en cierto modo, también pertenezco a esto”, pero bueno, como siempre me he reído de mí mismo el primero… esa es la ventaja que tenemos los que no vamos de malotes o de duros. Se me dan mejor las canciones con sátira, con ironía, las que machacan un poquito, que te hacen ver cosas que son tristes del comportamiento humano y decirlas, para que una persona en concreto diga “¡hijo de puta!, esto yo lo sabía, lo sospechaba, y el cabrón me lo ha dicho…”. Eso me interesa más.
¿Cuál es la canción tuya que crees que más ampollas ha levantado y por qué?
La que más ampollas ha levantado, Ahora vivo de esto.
Pero no a nivel político.
Es que a nivel político es casi ridículo.
Devoto, Mentiras…
Con Devoto, curiosamente, pensaba que en Sevilla me iban a linchar y al final sigo viviendo allí (risas). Mira, yo no llevo mis redes, las lleva mi DJ, y me contaba que todos los años, cuando llega Semana Santa, hay un montón de peña postrando la canción y diciendo “no falla, todos los Jueves Santo pongo la canción de Tote, no sé qué”. Parece que hay más gente que… a lo mejor tendría que salir más (ríe).
¿Si escuece, es que sirve? ¿Esa tiene que ser la función del rap, poner un poco el dedo en la llaga?
Bueno, del mío, porque del que hacen los demás no hablo ni opino. A mí sí me gusta hacer eso. Y de hecho eso es lo que me ha interesado, lo que copié en su día cuando entré aquí, cuando vi lo que hacían los americanos. A mí no me interesaban los americanos que postureaban dinero -aunque no tengo prejuicios con que una persona diga lo que tiene, si lo tiene y lo quiere contar, es lícito-, pero muchos de los que yo he seguido siempre utilizaban la palabra, que es lo que realmente me gusta del rap, que tenían ironía, que escribían como auténticos escritores. Lo ponen en otro formato, que no es un libro, pero en el rap hay escritores de primera.
He leído que te hubiera gustado ser escritor.
Me gusta, pero he leído mucho, leo mucho, entonces me cuesta escribir para un libro, sobre todo porque lo mío es una cosa que tiene una cabida, soy autocrítico hasta niveles que ni te imaginas, y tímido. Me cuesta sacar mi música, le pregunto siempre a esta gente, ¿y esto qué, cómo lo veis? Pero libros ni me lo planteo.
¿Por qué? ¿No es más difícil cantarlo e interpretarlo que dejarlo en el papel?
Hombre, como sacar un libro lo puedo sacar, como lo ha sacado Turista en tu pelo.
O como Nach.
Sí, bueno, yo no hablo de otros raperos, no me interesa lo que ellos hagan lo más mínimo. Yo sé la literatura que leo, sé lo que me apasiona cuando leo, no es que lo que yo leo sea la hostia, porque no soy un snob y quiero huir de esa actitud elitista de “estoy leyendo a Ricardo Piglia y soy mejor que tú, que estás leyendo El Código da Vinci”. No quiero pertenecer a ese sector de rectos. Pero sí es verdad que cuando uno lee a gente grande, como Enrique Vila-Matas, como Céline, como Juan Rulfo… cuando uno está leyendo obras maestras, da cosa.
Yo escribo y sé que está Jay Z., o que están grandes del rap. Pero sinceramente, a nivel de mi idioma, en español, honestamente creo que estoy en un sitio digno. No me puedo comparar con ellos, obviamente, pero si trasladamos las metáforas, la forma de usar las palabras y cómo rapeo, pues digo “bueno, me doy la licencia”. No tengo impostura. Soy capaz de sacar mis discos y venderlos, de montar mis bolos y ver que la gente reacciona guay y yo me siento medio a gusto. Pero si escribiese un libro tendría impostura desde la primera palabra.
Hablemos de Ranciofacts, la canción de los cuñados de España. Si tuvieras que quedarte con tres, uno de la política, otro del ámbito cultural y otro del empresarial, ¿quiénes serían?
El rancio y el hijo de puta número uno que merece guillotina es Rafael Hernando, ese nota es un tío que, si estuviésemos sin él, el país iría mejor. El mundo sería mejor sin Rafael Hernando. ¿De la escena cultural? Si a eso se le puede llamar cultura, me da pena por el chaval, pero si no estuviera Turista en tu pelo, la gente leería literatura. No tengo nada en su contra, pero me duele que toquen las cosas que yo amo y en las que trabajo, y llevo desarrollando un gusto literario desde pequeño y puedo entender lo que ha sentido un notas como Enrique Vila-Matas, porque además he leído entrevistas suyas… y ese tío es un atormentado. Y no por eso no me gusta, porque por ejemplo, un atormentado era Bukowski y no me gusta una mierda lo que él escribió. Es difícil de explicar, pero no me gusta que tergiversen…
No te gusta el intrusismo literario.
Sí, no me gusta que la gente que no lee, porque se nota cuando tú los lees a ellos, escriba. Si yo escucho rap, y hablo contigo, a los tres segundos te vas a dar cuenta. Por dos referencias, por sensaciones, por contarte lo que sentí cuando escuché tal disco… y lo tienes que saber si lo amas. Y eso se palpa en los tíos que están en el sector cultural. Yo eché un vistazo por encima a lo que escribía ese chaval y, hostia puta, es ¡con la cantidad de escritores que están a un nivel descomunal y que tú estás tapando…! Sin ir más lejos, te pongo un ejemplo. Porque ese chaval, aunque su obra me parezca repugnante -no es nada personal, ni lo conozco-, se intuye que ha leído algo y que le interesa la poesía. Pero tío, que El Rubius sea el número 1 de La Casa del Libro… eso es para irte a otro país.
¿Y el cuñado del ambiente económico?
Yo es que de ese mundo sé poco. No me voy a meter con Amancio Ortega porque tenga mucho dinero, no sé cómo trata a sus trabajadores. Habría que hablar con alguien que trabajase para él y me dijese que es un cerdo para yo decir que es un cerdo. De la peña que esté en el mundo de la pasta, sé poco, prefiero no opinar.
En Ranciofacts guiñas a Pedro Vera. No sé si conoces un semanario satírico que se llamaba ‘Hermano Lobo’, y hay una frase de ellos por la que me gustaría preguntarte. Dice “Confesarme de izquierdas me da miedo, de derechas, vergüenza, o sea que he llegado al centrismo a través de un profundo proceso dialéctico”. ¿Es esto lo que está pasando en España?
No, lo que está pasando en España es lo que está pasando en el mundo entero, el fenómeno de… es que claro, tío, voy a parecer el pesado que se mete con las redes, con internet… pero te lo voy a resumir. Mandar a Eurovisión a Chiqilicuatre es una broma que hasta puedo tolerar, porque es un sitio lamentable. Ahí puedo hasta aplaudir que el español medio vote a ese nota pa que vaya pallá. Pero el problema es que con la broma de internet y el mamoneo de la gente joven…
Michael Moore lo decía hace poco en una carta que me enseñó mi padre, y contaba las 5 razones por las que Trump iba a salir presidente. Y una de ellas me encantó porque es lo que yo vengo comentando con mis colegas años: es porque pueden, porque la gente que vota puede hacer la broma, puede meterse la vacilara con su grupo de amigos de “illo, pues yo he votado a Trump”. ¡¡Es una broma!! No es que lo crea, es que lo sé. Dicen “Vamos a liarla, já, já”.
Pues “liarla” con un presidente del gobierno…
¿Tú qué te crees, que el ser humano tiene alguna moral? Si lo hemos empobrecido intelectualmente, si el pueblo está hecho un puta mierda. ¿Éste que es, un rico que se ha presentado, una excentricidad…? Sobre todo, es más el rollo de buscar lo diferente porque si no nos metemos en ese camino, no somos guays. Si mañana se presenta a presidente Amancio Ortega, va a ganar las elecciones. ¡Las va a ganar! Porque en internet está chulo, porque te da pa un tuit. Te da pa comentar otro tuit, pa retuitear tres tonterías, pa que en tu grupo de amigos puedas hacer un chiste. “Que Trump gane es como no sé qué…”. Gente perdiendo dos horas de su vida para elaborar un tuit con 50 retuits. Y esa es la vida de las personas.
¿Y con Rajoy pasa igual, Rajoy es nuestro Chiquilicuatre político?
No, Rajoy es un gilipollas y la gente lo sabe, pero aquí las causas están muy claras: este es un país de viejos, los jóvenes se han ido y los que quedan son subnormales y han votado a ese nota, y sobre todo, muchos viejos y mucha gente asustada. Y también el trabajo que ha hecho PRISA, y que ha hecho Inda, pagado, y toda la gente comprada por la derecha para que vaya por los platós a desprestigiar a Podemos… y lo de Guillermo Zapata, que ha ido a los tribunales por hacer un chiste en Twitter. Este es un país de vergüenza. Claro esto es la broma eterna. En internet todo es una broma para lucirse y buscar el corazoncito y el like.
¿La degradación social depende de las redes sociales?
A ver, por eso no quería entrar en el discurso antirredes. El discurso es antipersona. La gente es imbécil, pero las redes son una vía para que la imbecilidad sea premiada. Esto es Black Mirror. ¿Tú crees que algo depende ya de algo que no sea estético, que no sea molón; algo tiene sentido fuera de las redes? Es el circuito de expresión de las redes.
Hablando de estos productos que se crean en redes sociales, ¿qué piensas de Andrea Levy como icono del modernismo del PP, como tendencia cultural?
Andrea Levy es la tía esa que dijo que el de Podemos de los pelos largos era muy guapo, ¿no? Pues no sé, lo de Andrea Levy es como cuando Alaska se hizo la foto con Esperanza Aguirre. Hay una cosa en los snobs que es peligrosa y es por lo que yo los odio: los snobs, en el mundo de la cultura, quieren pertenecer al club donde menos gente haya, porque eso los hace guays. Entonces, te pongo un ejemplo rápido: ser de Iñigo Errejón es fácil, porque todo el barrio tuyo, de gente que tenga un poquito de sesera, está con que ese tío es brillante. Se sabe. Y ya no te hablo de Pablo, que también, pero a mí me gusta más Iñigo. Pero pertenecer al club de los que dicen que Iñigo es brillante es de looser. Para los snobs mola decir que Andrea Levy es más cool, porque a ese club pertenecen menos. Todo es estético, snobismo puro. No sabía que era un producto cultural, pero me cuadra.
Tu último disco, 78, está muy relacionado con la actualidad política y la crisis. Me pregunto qué disco empezarías a escribir hoy, ¿sería ya un disco de menos rabia y más resignación, después de las elecciones y la investidura?
No lo sé, porque ya he empezado un disco nuevo, como quien dice. Ya tengo canciones. Yo siempre digo que tengo las mismas letras de siempre, Vila-Matas lo dice: uno siempre escribe lo mismo. Uno se forja en los primeros curros y lo demás ya es una forma de cambiar un poquito algunas cosas, pero el discurso es el mismo. Yo no voy a hacer nada que ya no se sepa: probaré cosas, me retaré en cosas, pero no sé cómo va a ser ni si va a estar marcado porque haya pasado eso políticamente. A mí las ideas me vienen como impulsos y si la instrumental me lo pide y el concepto me viene a la cabeza, lo meto. Yo no pongo la tele, veo un escándalo, la apago y me voy a escribirlo. No trabajo así.
“No estoy en guerra, estoy en paz hasta con lo que me corroe; esta es mi tierra, veinte años de saqueo del PSOE”, dices en El Premio pa ti. ¿Ha muerto el PSOE? ¿Por qué Podemos no se ha enganchado a esa caída, por qué no ha habido sorpasso?
No sé, yo no tengo ni idea de lo que ha pasado dentro, en los despachos pasan cosas que ni te imaginarías, que no te puedo contar por respeto a mi colega David Bravo que me ha contado cosas de dentro, pero, por desgracia, no es idílico, no es como parece y da un poco de pena, pero no se va a poder dar. Ni el sorpasso ni casi ningún otro paso. Al final sigue habiendo egos, sigue habiendo grupitos, gente que se lleva bien con uno y otros no. Eso me apena muchísimo: es la enfermedad que la izquierda va a tener para siempre. Egos, gilipolleces, este ha dicho, este ha hablado… deberían entender que están trabajando para un bien mayor.
¿Qué va a pasar con el PSOE si muere? No lo sé, lo que sé es que lo de Pedro Sánchez yendo a la tele, al programa de Évole, a contar lo de las presiones, tarde ya, cuando no pinta nada y ni pierde nada… compadre, hazlo como hice yo o hicimos muchos de los míos, que nos comprometimos políticamente sacando un disco. Muchos seguidores me escribían “qué vergüenza que seas de Podemos, qué decepción”, “pues te jodes, hermano, esa es mi opinión”. Pedro Sánchez es un cagón, como muchos cagones de este país, que ha contado en Salvados que Telefónica, que PRISA presionaba… ¿ahora? Cuéntalo antes y hacemos algo. Pero ha sido un cobarde, como siempre.
¿Cómo se forja la relación con el público cuando manifiestas una opinión política? ¿A qué renuncia uno cuando da la cara?
No lo sé porque yo no lo he podido medir, pero no me importa. También te digo una cosa: Podemos no es mi equipo de fútbol. Que la gente confunde la política con las banderas y con los equipos… Podemos ahora me gusta porque me gusta cierta gente de dentro, pero cuando meta tres cagadas, estaré con el que más me guste y se van al carajo para mí. ¿Que haya gente que se rayase porque en su momento me declaré de ellos…? Pues ¿sabes qué te digo? Vergüenza del que no es capaz de posicionarse, hermano. Vergüenza del artista que tiene miedo a perder dos duros por decir lo que le gusta. Vergüenza de ellos. Que coman sándwich.
Decías también que en el mundo del rap hay mucho facha oculto.
Claro, en todos los sectores hay.
Pero es verdad que en el rap se espera especialmente, por sus valores y su forma de expresión, que sea una plataforma contestataria.
No esperes eso tampoco, ¿eh? En eso nos han engañado a todos. Yo he sido de los primeros que intenté contribuir a que eso no fuera así, porque el rap no nació como eso. Yo tengo entendido que el principio era pasárselo bien y montar fiesta, y tener una voz en la comunidad afroamericana. Después había gente política o menos política.
En España es de los pocos géneros que dicen cosas molestas.
No, hombre, mira Sabina, lleva años diciendo cosas.
No en sus canciones.
Sí, tienes razón, luego Sabina cuando se ha expresado fuera de sus canciones es un poquito torpón el hombre, además se espera de un tío que es mitad millonario… se esperaría un poco de sinceridad, porque ya que más te da, hermano, si tienes la vida solucionada, declara de dónde eres. Si te diera miedo a perder dos gominolas… pero bueno, mira Extremoduro, que lleva toda la vida enseñándonos a los raperos. ¿Letras de verdad? Robe Iniesta. Def con dos, sin ir más lejos.
Y mira lo que ha pasado con Def con dos.
Otra vergüenza más de nuestro país.
En Malamadre dices que “hay mucho bobo en el rollo no-homo: la diferencia entre el homo y el hetero, tres cubatas”. ¿Quieres decir que todos somos bisexuales?
Hay mucha moda en el rap y en el reggae… tienen ese rollo homófobo, que es algo tan ridículo para mí. Muy triste, muy infantil, aparte de poco argumentable y poco creíble, ¡es una gilipollez! Pero lo de que todos somos bisexuales no, eso es de un chiste que escuché por ahí y que me gustó: “¿Sabes cuál es la diferencia entre el heterosexual y el bisexual? El octavo cubata”. Es gracioso pensar que hay gente que con ocho cubatas se pone tan cariñosa que hace lo que sea, y seguramente, muchos de esos son los que hacen comentarios homófobos. Tienen que tener cuidado.