Feliks Zemdegs es un total desconocido, un tipo anónimo que no gana millones de euros ni tiene a periodistas por detrás siguiendo sus pasos. Sin embargo, tiene una mente privilegiada. Seguramente, una de las más prolíficas que existen en el mundo. ¿La prueba? Este australiano de adopción y letón de nacimiento –sus padres también son de allí– ha batido el récord con un cubo de rubik al resolverlo en 4’22 segundos. ¡Una barbaridad, algo increíble!



En realidad, que lo haya conseguido no es algo insólito, muchos podían suponer que este día llegaría. Feliks Zemdegs ya había sido campeón del mundo en varias ocasiones en esta particular especialidad. Su dominio ha sido siempre absoluto. Apuntaba maneras desde hace tiempo. Y atentó, en muchas ocasiones, acercarse al récord, que estaba en posesión del estadounidense Patrick Ponce y estaba fijado en 4’73 segundos.



Y, por fin, lo consiguió. Feliks Zemdegs se sentó en la mesa, pidió su cubo y vio cómo el cronómetro empezaba a avanzar con rapidez. Sin ponerse nervioso, delante de muchos niños que lo admiran, lo hizo sin ponerse nervioso. Un movimiento. Otro. Y otro más. Así durante 4’22 segundos, en muy poco tiempo, algo insólito. Y, de repente, su alegría. Tiene el récord del mundo.

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