Dos frente a cinco días de descanso antes de afrontar las finales de la NBA. Es el mejor resumen posible de lo que han sido estos playoffs para los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers, los dos contendientes por el título de campeón desde este jueves (03:00 del viernes en España, #0 y Canal+ Deportes). LeBron James y su corte únicamente han tenido que sudar la gota gorda en la final de la Conferencia Este, ante los mejores Toronto Raptors de la historia (victoria por 4-2). Antes, afrontaron sendos 4-0 contra los Detroit Pistons y los Atlanta Hawks. Al oeste de los Estados Unidos, los Warriors, al contrario de lo que parecía indicar su legendaria temporada regular, han sufrido más de lo previsto para estar en el lugar que les correspondía.
En 2015, los 'Splash Brothers' y compañía únicamente sumaron tres derrotas antes del duelo por el título. Esta temporada han sumado hasta cinco, perdiendo un partido ante los Houston Rockets y los Portland Trail Blazers y tres contra los Thunder. Tanto este curso como el pasado cayeron más veces que los Cavs antes de las finales. Y, sin embargo, el magnetismo del equipo de la bahía de Oakland sigue intacto. Ganaron sin Curry, con él (aunque también perdieron) y superaron a Oklahoma en una durísima eliminatoria a siete partidos, en la que llegaron a verse 3-1 abajo.
Los triples, los récords, la defensa (sí, en Golden State también saben bajar el culo) y la magia han vuelto por donde se fueron. Tardaron en volver, pero lo han hecho con fuerza y, además, a la hora de la verdad. No era fácil apagar la voracidad de los Thunder, como tampoco lo hubiese sido batirse en duelo con unos San Antonio Spurs también sobrehumanos este curso.
Tampoco era nada baladí hacer olvidar a Curry mientras se recuperaba de sus problemas físicos, aunque Klay Thompson y Draymond Green casen bien con el protagonismo. Cuando las dudas empezaban a amagar con la desestabilización de Steve Kerr y sus chicos, los Warriors genuinos reaparecieron. Justo en el momento más oportuno.
Y, aun así, los vigentes campeones llegan a las finales cargando a cuestas con su mayor vulnerabilidad en meses. Una circunstancia obligada por la lesión de Curry, sin perder su toque aunque aún esté recuperándose, y por el susto salvado a tiempo de Oklahoma. Justamente la misma sensación que tenían los Cavaliers de LeBron James al aterrizar en las finales de 2015: deberes más o menos bien hechos, pero no perfectos. Y eso que barrieron a los Hawks (4-0) antes de pelear por el título.
Lo curioso es que la enfermería también fue protagonista entonces en Ohio, dejando por el camino no a una, sino a dos piezas clave del equipo como Kevin Love y Kyrie Irving (ya en plena eliminatoria por el título). También, a modo más anecdótico, a Anderson Varejao, que, casualidades de la vida, se hará con el anillo sí o sí tras empezar la temporada en los Cavs y acabarla en los Warriors.
Además, en Cleveland afrontaron al menos una eliminatoria realmente comprometida antes de la batalla por el título del curso pasado: la que les midió a los Chicago Bulls en unas semifinales de conferencia resueltas en seis partidos. Con Chicago llegando a mandar hasta dos veces en la serie, una canasta de LeBron James sobre la bocina en el cuarto encuentro fue decisiva para romper la dinámica de los Bulls. ¿Ciertas similitudes con la zozobra de los Warriors ante los Thunder este año? Digamos que sí.
Los Cavs se ponen serios
Otra cosa que puede hacernos pensar que el mejor espejo posible para Cleveland son los Warriors del curso pasado (y que el peor para Golden State es el de su rival también en 2015) es el éxito de su entrenador. Porque Tyronn Lue, pocos meses después de debutar como primer técnico, ha llevado a los Cavaliers hasta las finales. Exactamente lo mismo que hizo su homólogo Steve Kerr hace justo un año, con campeonato incluido.
Quizá, Lue lo ha conseguido incluso con idéntica o mayor rotundidad que el excompañero de Jordan (Lue, otra casualidad, lo fue de Kobe Bryant). Porque, con los números en la mano, los Cavs han logrado el mejor dato anotador de la NBA en los últimos 20 años: 116.2 puntos por cada 100 posesiones.
La proeza adquiere mayor entidad al tener en cuenta que LeBron y compañía se han visto las caras con algunas de las mejores defensas de la liga en estos playoffs. De hecho, los Atlanta Hawks, eliminados en semifinales de conferencia, presentaban el segundo mejor registro defensivo del curso tras los Spurs.
Una de las principales causas que explican el vendaval ofensivo de la franquicia de Ohio es, en otro guiño a los Warriors, los triples. Cleveland ha anotado más lanzamientos de tres que nadie esta postemporada (14.4 de media), con un acierto también superior al del resto (43.4%). Las mayores alabanzas a este respecto se las lleva Channing Frye, capaz de promediar un escandaloso 58% de efectividad desde la larga distancia.
Al saber lo que ha hecho Golden State desde el triple, puede comprobarse que los Cavs se han puesto realmente serios desde la larga distancia. Los Warriors han anotado 12.5 triples de media por partido, promediando un 40.3% de acierto con Klay Thompson como mejor triplista (44.8% de los intentados, con sus 11 triples de récord en playoffs incluidos). Teniendo en cuenta el total de puntos conseguidos de cualquier forma por cada 100 posesiones, han promediado 109.8: ¡hasta siete menos que Cleveland!
Cuando antes (temporada regular) había un dominio estadístico incontestable de Golden State (ganaban a los Cavs en acierto en tiros de campo, acierto en triples y puntos por partido), ahora las tornas han cambiado. Cleveland llega mejor a las finales en todos los aspectos mencionados salvo en puntos por partido y se mantiene por delante en defensa, como en la temporada regular.
Aunque, atendiendo a los puntos encajados por cada 100 posesiones, ganarían los Warriors (100.9 frente a 102.9). Lo que parece evidente es que la superioridad de los Warriors en los dos duelos previos entre ambos equipos durante la temporada (victorias por 89-83 y 132-98) será más difícil de lograr en las finales. Teniendo en cuenta, también, que David Blatt todavía entrenaba a los Cavaliers entonces y que el mejor juego de los Cavs, como el de Golden State, ha llegado con su técnico primerizo.
¿Cómo están rindiendo los 'Big Three'?
Tener a sus tres grandes estrellas sanas ha sido la mejor noticia posible para Cleveland. Sin duda, han sido unos buenos playoffs para LeBron James (24.6 puntos, 8.6 rebotes y 7 asistencias de promedio), Kyrie Irving (24.3-2.5-5.1) y Kevin Love (17.3-9.6-2.4). Nada que envidiar a los de Stephen Curry (26.7-5.9-6.1 a pesar de la lesión), Klay Thompson (26.2-3.9-2.4) y Draymond Green (15.1-9.8-5.9).
Sin embargo, Golden State tiene una fuente principal de anotación menos que Cleveland, que cuenta con un cuarto jugador que promedia más de 10 puntos por partido: J.R. Smith (12). Aunque los Warriors, atendiendo a los datos, tienen hasta cuatro jugadores cerca de las dobles cifras anotadoras: Harrison Barnes, Andre Iguodala (atención a su defensa sobre LeBron, fundamental el año pasado), Shaun Livingston y Marreese Speights. Podríamos decir que son sus principales secundarios, mientras que Channing Frye es el otro principal escudero del 'Big Three' de los Cavs según los números.
Olvidarse de hombres como Richard Jefferson, Tristan Thompson o Matthew Dellavedova (factor sorpresa en las últimas finales) resulta impensable, pero el banquillo de los Warriors parece partir con algo de ventaja. Aunque, sin duda, LeBron James estará mucho menos solo ante el peligro de lo que lo estuvo en 2015.
Fijándonos en los principales ránkings estadísticos de estos playoffs, el '23' de los Cavs se lleva la palma al aparecer entre los 10 mejores anotadores (séptimo con 24.6 puntos de media), asistentes (cuarto con 7, mejor entre los que juegan las finales) y ladrones (quinto con 2.2, también el mejor antes de pelear por el título) de la temporada. Kyrie Irving (octavo en puntos con 24.3 y décimo en asistencias con 5.1) y Kevin Love (sexto en rebotes con 9.6) completan la representación de Cleveland.
Por parte de Golden State, Klay Thompson sobresale al ser el mejor anotador de los playoffs entre los jugadores que disputarán las finales (26.2 puntos por partido, quinta mejor marca de la postemporada). Draymond Green es el mejor reboteador antes de las series (quinto con 9.8 capturas de media), además de aparecer como octavo mejor asistente de estos playoffs (5.9). De forma sorpresiva, aunque influido por sus dolencias, Stephen Curry no aparece bien posicionado en ninguna de estas categorías estadísticas.
El Rey contra el Mesías
Pero si hay algo que realmente centre la atención de todos en la ronda decisiva de la NBA, ese algo son ELLOS: LeBron James y Stephen Curry. Uno llega a sus sextas finales consecutivas, como su compañero James Jones, como los jugadores de los Boston Celtics cuando el baloncesto aún se disputaba en blanco y negro. El otro enlaza dos citas consecutivas con el título, a la par que dos premios al Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada. La primera final, contra LeBron, se saldó con victoria de sus Warriors.
Ambos jugadores han calentado las series por el campeonato de esta temporada antes de que éstas llegaran a producirse. Todo a colación del MVP unánime de Curry. “Se merece el galardón, pero cuando estás hablando del jugador más valioso, hay muchas interpretaciones que hacer”, declaró James. Aunque el '23' dejó claro que no cuestionaba los méritos de los ganadores del premio, el base de los Warriors no tardó en recoger el guante de LeBron. “En los dos últimos años he mejorado mucho en una faceta: ignorar a la gente”, comentó.
De hecho, el pique dialéctico entre los dos mejores jugadores de baloncesto del mundo ya tuvo un episodio deportivo hace meses. En enero de este año, la última vez que estuvieron frente a frente y en la peor derrota como local de la carrera de LeBron, éste tiró al suelo a Curry después de forcejear con él en un bloqueo.
Ahora, con la llegada de las finales, las declaraciones se suavizan. Aunque las palabras de Curry (“Estamos listos para luchar”) sean menos altisonantes que las de LeBron (“Estoy bendecido. El ser que está por encima de nosotros me ha dado una habilidad increíble, y sólo trato de sacar el máximo provecho de ella”).
Los Cavaliers están “mejor formados como equipo que el año pasado” según su principal estrella. Los Warriors vienen de un año cargado de récords y marcado por un 73-9 histórico, pero también de sufrir más que su rival en los playoffs. A la hora de la verdad, se impondrá la corona de LeBron o la aureola de Curry. Porque sólo puede quedar uno.
Horarios de las finales NBA en España
Primer partido: Warriors – Cavaliers. Madrugada del jueves 2 al viernes 3, 03:00.
Segundo partido: Warriors – Cavaliers. Madrugada del domingo 5 al lunes 6, 02:00.
Tercer partido: Cavaliers – Warriors. Madrugada del miércoles 8 al jueves 9, 03:00.
Cuarto partido: Cavaliers – Warriors. Madrugada del viernes 10 al sábado 11, 03:00.
Quinto partido (en caso de que fuese necesario): Warriors – Cavaliers. Madrugada del lunes 13 al martes 14, 03:00.
Sexto partido (en caso de que fuese necesario): Cavaliers – Warriors. Madrugada del jueves 16 al viernes 17, 03:00.
Séptimo partido (en caso de que fuese necesario): Warriors – Cavaliers. Madrugada del domingo 19 al lunes 20, 02:00.