El Real Madrid de Pablo Laso ha sido capaz de abrir un debate que no hace mucho parecía cerrado para siempre: ¿el legado de Pedro Ferrándiz y Lolo Sáinz en el club es intocable o podría ser superado? La actual sección de baloncesto madridista ha hecho méritos para que la comparación entre las tres grandes épocas de la historia del equipo esté de plena actualidad. ¿Y quién mejor para contrastar si Laso y sus chicos están a la altura de las palabras mayores de la canasta blanca que Sáinz?
Primer entrenador del Madrid entre 1975 y 1989, a la par que jugador y asistente con Ferrándiz años atrás, Lolo atiende a EL ESPAÑOL para ponderar pasado y presente. También para analizar una final de la ACB (primer partido este viernes a las 20:30, #0 de Movistar+) que, con un hipotético tercer doblete consecutivo como premio para el conjunto blanco (algo inédito en la competición española), promete tintes históricos.
La comparación entre las tres épocas
“Va a ser imposible que la gente no la haga. Yo no creo mucho en las comparaciones y en que un equipo sea mejor que otro. Creo que cada uno en su época marcó una trayectoria ganadora y de estilo de juego que Laso, con muy buen criterio, ha incorporado a su equipo. No me atrevo a decir que el Madrid de hoy sea mejor que el de Ferrándiz o el mío.
Eran diferentes épocas, maneras de jugar y de afrontar una competición. En mi época, por ejemplo, era muchísimo más importante ganar la liga que la Copa de Europa, porque entonces el campeón de liga jugaba la Copa de Europa. Como ahora puedes plantearte ser tercero en liga y jugar la Euroliga… Yo entiendo que la gente haga esas comparaciones”.
Similitudes
“Posiblemente, la filosofía de juego, la manera de enfocar cómo debe jugar un equipo. Ahora quizá el Madrid de Laso lo hace un poquito menos, porque ya estamos casi a final de temporada y eso a veces pesa. El equipo actual es muy competitivo, defiende muy bien y corre mucho al contraataque. Esa era un poco la filosofía del Madrid de baloncesto desde la época de Ferrándiz. Yo también intenté seguirla. Laso, como jugador, entendía muy bien lo que era este juego. Él veía que jugando rápido conseguías muchas alternativas positivas.
En mi época, intentábamos bajar al mínimo la posibilidad de hacer una canasta, devolverla en el tiempo mínimo: cuatro, cinco, seis segundos. Eso implicaba hacer una transición muy rápida. El equipo de Pablo lo hace. Ahora menos porque hay mucho cansancio acumulado. También hay una similitud clara en el afán de ganar. Ferrándiz, Laso y yo buscábamos un equipo ganador desde todos los puntos de vista. No nos gustaba perder ni los amistosos. Eso es muy positivo para que el jugador coja arraigo y entienda lo que es este club”.
Diferencias
“Lo que ha podido variar un poco es el juego estático. Hoy día, el baloncesto en sí no requiere tantos sistemas. Ahora se da el balón a la superestrella, se juega un dos contra dos y se originan algunos movimientos positivos a la hora de meter canasta. Eso se hacía menos en nuestra época. El gran punto fuerte de este Madrid es el ataque, pero también es capaz de defender muy bien”.
Polivalencia
“Mi Madrid era más parecido al de Laso en ese sentido. El de Ferrándiz, exceptuando la incorporación de Luyk y Burgess (hombres muy fuertes y poderosos, que jugaban mucho con el físico), no defendía tan físicamente como ahora. Yo tenía jugadores con mucho físico, rapidez y visión defensiva. Pero hoy en día poder meter una canasta cerca del aro cuesta un trabajo… Por las grandes moles y los jugadores tan atléticos que hay”.
¿Hay algo de Ferrándiz y Sáinz en Laso?
“Coincidimos en que, cuando las cosas no están saliendo demasiado bien, nos agarramos unos cabreos monumentales (risas). Pedro se enfadaba mucho. Yo también y Pablo igual. Es una manera de intentar motivar más al jugador. Cuando yo jugaba, me llevé muy buenas broncas por parte de Ferrándiz (risas). Intentaba motivarte para estar todo el rato metido en el partido. Es el fin de las broncas. Yo lo hacía para estimular más a mis jugadores. Supongo que con Laso será lo mismo”.
¿Qué tenían Ferrándiz y Sáinz que no tiene Laso?
“Hoy día, el baloncesto está muy movido por tener unas plantillas largas y buenas, como la de Laso. Esto permite hacer muchas rotaciones. Quizá tanto Pedro como yo teníamos seis o siete jugadores muy buenos y el resto (no es que fueran malos) eran más jóvenes y a lo mejor se jugaba con menos rotaciones”.
Los jugadores
“La manera de enfocar el juego sí que puede ser parecida. Yo tenía a Corbalán, con unas directrices estupendas que me pueden recordar un poquito a Llull. O un Petrovic, cuya manera de jugar y de buscar los puntos me puede recordar a Llull. Me hubiera encantado tener en mi equipo a un jugador como Doncic. Habría disfrutado como un enano.
A Nocioni no creo que se pareciesen, también me hubiese encantado incorporarle al Madrid cuando yo era mánager del equipo. Da un carácter muy positivo. Tuve a Fernando Martín (tremendamente duro), Romay (un gran intimidador que no daba opción a hacer el tiro al contrario)… Me acuerdo mucho de Brian Jackson, un magnífico tirador y que tenía unas manos muy buenas para robar balones”.
Diferentes baloncestos
“El baloncesto de ahora lo veo muy diferente en cuanto a sistemas de ataque. Antes estábamos bastante influenciados por el baloncesto universitario. Sobre todo en la época de Ferrándiz. Era un juego a base de sistemas que hacía que los jugadores pudiesen encontrar sus buenas situaciones.
Yo también empecé así y después me dejaba influenciar mucho también por el juego NBA. El juego de hoy en día es parecido al que se desarrolla allí. Se juega mucho dos contra dos y uno contra uno. Quizá no se aprovecha en excesivo a los hombres altos cuando están cerca del aro, cuesta trabajo pasarles. Pero el Madrid lo sigue haciendo y eso es importante para romper cualquier tipo de defensa”.
¿Todos habrían triunfado en la época del otro?
“Yo creo que sí. Tanto los equipos de Ferrándiz como los míos siempre han estado físicamente de perlas. Aguantaban. Podíamos tener algunos baches y eran siempre a mitad de temporada. Pero eso se arreglaba con rapidez. En mi última época en el Madrid y cuando estuve en el Joventut de Badalona, ya jugábamos casi tantos partidos como ahora.
Y naturalmente que el equipo de Laso podía haber competido en nuestra época. Bien no, muy bien. A nosotros quizá nos faltaba un poquito de fuerza física, aunque Fernando Martín, Romay, Iturriaga, Biriukov y Corbalán también habrían sido jugadores importantes ahora físicamente”.
¿Más o menos críticas que Laso?
“Creo recordar que Ferrándiz no recibía ningún tipo de crítica. Él cogió al Madrid en una época difícil, no se le daba mucha importancia al baloncesto y transformó a ese equipo en uno campeón. Yo ya recibía críticas, por supuesto. El baloncesto se hizo popular, había más medios de comunicación y la gente ya entendía más. Tenía mi filosofía y mi manera de pensar y no me la hacía cambiar nadie. Si Laso no sigue fiel a sus principios y cambia porque le critican, está muerto como entrenador”.
Valencia Basket
“Creo que son sorpresivamente buenos, me gusta cómo juegan. Conozco muy bien a Pedro Martínez, le tuve de ayudante en la selección. Es un hombre muy metódico, que trabaja muy bien y hace las cosas muy positivamente. Ha conseguido hacer un equipo de tenerlo presente, no de pensar que ya está hecho. Puede dar un susto a cualquiera.
No ha tenido mucha suerte en las otras dos finales, pero realmente es un equipo con mucha fortaleza mental y física. Quizá tengan un pequeño hándicap: ser un poco bisoños en finales. Si no es este año, con el Valencia va a haber que tener mucho cuidado en años venideros”.
El fenómeno Llull
“No había visto nada parecido últimamente. Ya lleva dos-tres años que lo está haciendo muy bien. Además, es un hombre que tiene tanta fe en lo que hace... A veces le ves levantarse y piensas para ti: 'Vaya tiro que se está pegando este'. Y va dentro. Es un prototipo digno de mención. Otro jugador que me hubiese encantado tener”.
Doncic y Randolph
“Doncic, por supuesto, es muy joven. Creo que ha sido el jugador al que más le ha afectado la pérdida de la Euroliga. Ha estado un poco perdido. Se ha apostado muy fuerte por él, todo el mundo habla de él y cuando algo no le sale bien, que es normal a su edad, parece que se ha acabado el fenómeno Doncic.
Randolph me tiene un poco más despistado. Tiene unas magníficas cualidades: buen reboteador, buen jugador ofensivo, defensivamente confía demasiado a lo mejor en su poder de poner tapones en vez de cerrar bien al defensor… Pero me parece un jugador muy interesante. Yo, en determinados momentos, le he visto como si se perdiese un poquito en la cancha. Parece que desaparece. Para ser un figura total, tienes que estar siempre en la cancha. También me ha gustado mucho Felipe Reyes. Ya es un gran veterano, pero parece que tiene 15 años cuando sale a jugar. El carácter es fundamental, te da alas para ganar. Él y Nocioni lo tienen y son ganadores”.
¿El puesto de Laso peligra sin liga?
“El Madrid, y supongo que el Barça también, son dos equipos que salen a competir. Y, para ellos, competir es ganar. El equipo en sí se tiene que meter en la cabeza que no basta con decir, 'bah, hemos hecho una buena temporada'… Si no ganas, no has hecho una buena temporada. Ser subcampeón no es una carta credencial para el Madrid. A lo mejor habría que tacharlo no de fracaso, pero sí de una temporada que no ha sido buena por las exigencias del club.
Claro que podría pasar algo. No creo, porque realmente la trayectoria de los tres-cuatro últimos años ha sido impecable. Sería una tontería. El equipo está francamente bien. De todas maneras, pienso que el Madrid va a ganar la liga. Con todo el respeto hacia el Valencia Basket. No me parecería adecuado que se echase a Laso.
Por un año que no te han salido bien las cosas, no hay que romper los moldes. Hay que seguir insistiendo. Si ya son dos años, ya se le pondría peor a Pablo. Pero, si no, no creo que ocurra así. Antes no se conformaban con ganar. Además había que jugar bien y ganar de más. Siempre es una exigencia total. A veces, eso te puede distraer un poco”.
¿El Madrid mima más al baloncesto ahora?
“Florentino (Pérez) ha cambiado de manera de pensar y está apostando muy fuerte por el baloncesto. En mi época eran impensables determinados fichajes. Teníamos un buen presupuesto, pero no el que hay ahora. Se ha dado cuenta de que en la sección de baloncesto tiene una perla mágica por la que hay que apostar. Hay que cuidarla e invertir en ella. Lo está haciendo”.
El resumen de tres épocas
“Los equipos de Ferrándiz eran disciplinados y luchadores a tope, con gente con entusiasmo. Se empezaba a vislumbrar lo que sería el Madrid del futuro: ansias de ganar. El mío era un sucesor de esas ideas. Intentamos por todos los medios mantener esas ansias de ganar y de no bajar la guardia. Nos abrimos un poco a que también era importante intentar hacer un juego colectivo. Y el Madrid de Laso sigue con la tradición. Es un magnífico equipo. Quizá en determinados momentos se respeta más el individualismo, pero no es tan fuerte como el que había antes. Es un equipo de armas tomar”.
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