Qué difícil es ir a la guerra contra el Real Madrid. Y qué difícil es también plantarle cara a los blancos con tanta valentía, tan de frente, como el Baskonia este miércoles. Por eso tiene tanto mérito el triunfo de los hombres de Laso: hacía mucho tiempo, quizá demasiado, que el sufrimiento les era esquivo. El rival llegó a merecer más la victoria, a controlar el tempo del partido mejor que el conjunto local. Pero, al final, el desacierto de los últimos minutos (motivado, en parte, por una gran defensa contraria) se acabó pagando caro: con empate a 73 en los segundos finales, Rudy Fernández aniquiló al enemigo vitoriano con la sangre fría que tanto le caracterizó antaño (75-73).
El mallorquín ratificó, otro partido más, su recuperación. No sólo con su canasta decisiva, sino también en una primera parte en la que su fusil ya empezó a disparar con precisión quirúrgica. Sus porcentajes de tiro nunca han estado mejor y Fernández quiere aprovechar ese buen feeling lo máximo posible. Y lo que es más importante: el físico, más o menos, acompaña. Lo cual hace pensar que quizá es menos descabellado de lo que parecía que el Madrid se reencuentre con un Rudy importante en lo ofensivo. Puede que no tanto como hace unos años, pero sí en cierta medida.
Lo que está claro es que se mereció ser el jugador más vanagloriado de su equipo en el que también fue el día para reencontrarse con la zozobra. Ya eran demasiados partidos sin tenerla enfrente: algún día debía volver a la palestra. ¿Cómo vencerla? Sin perder la compostura ni dejar de apretar los dientes en todo momento. Aunque el Baskonia siempre pareció un puntito mejor, el Madrid nunca dejó de encontrar la forma de hacer cosquillas a los vascos. Desbocarse en ataque fue una opción tan válida como vaciarse en defensa. Eso sí, hubo que ir alternando el planteamiento según las necesidades que fue trayendo a colación el duelo.
Porque, sí, Pedro Martínez y sus pupilos se movieron como peces en el agua en todos los escenarios posibles. Mérito no de uno, sino de varios de sus jugadores. Aunque con un gran nombre propio como el de Rodrigue Beaubois. El francés hizo gala de la fama de killer que ya viene arrastrando desde hace tiempo con los de Vitoria y cuajó una actuación prácticamente intachable. Estuvo muy bien acompañado, eso sí: la magia de Vildoza en el primer cuarto, el coraje de Granger, la precisión exterior de Janning y Voigtmann, la fortaleza interior de Shengelia… Tocó sudar, y mucho, para hacer frente a un Baskonia que, por si no estaba ya suficientemente claro, vuelve a ser el que era.
El empate al final de la primera parte no era un resultado nada descabellado: tanto unos como otros se dejaban la piel en la cancha. Y la lucha sin cuartel se acentuaba de manera especial en los últimos minutos de los cuartos. El Madrid también tenía múltiples alternativas para ganarse el respeto de su adversario. Mostró todas esas cartas, sobre todo, en un tercer cuarto magistral. Ese en el que Fabien Causeur no tuvo ningún reparo en gustarse, y mucho, ante su exequipo. En el que Trey Thompkins supo engrosar su estadística en los momentos más oportunos. En el que Campazzo dio las asistencias más valiosas y en el que Tavares se puso el disfraz de monstruo de los tableros. Antes o después, Luka Doncic (desde el tiro libre, el rebote y el pase) y Felipe Reyes (desde su entrega incondicional) también tuvieron mucho que decir entre los suyos.
Y, aun así, la decimotercera victoria consecutiva peligró lo suyo en los 10 minutos de la verdad. Eso sí, hasta que al Baskonia le duró la pólvora. En cuanto se dejaron de cantar 'bingos', llegaron las dudas. Muchas, y demasiado entrada en materia la cosa como para no pasar factura. También las hubo en el caso del Madrid, pero la seguridad defensiva acabó contagiándose a la parcela ofensiva. Carroll empezó a abrir la veda de la resolución favorable con un triple y, para terminar, Rudy cogió su fusil otra vez. Para no fallar. Para que la racha siga en pie. Para que ni el sudor, de momento, provoque un resbalón a Laso y sus chicos.
Ficha técnica
75 - Real Madrid (18+16+25+16): Causeur (13), Campazzo (3), Taylor (2), Thompkins (13) y Tavares (11) -equipo inicial-, Rudy (12), Doncic (12), Reyes (4), Maciulis y Carroll (5).
73 - Baskonia (17+17+27+12): Timma (5), Voigtmann (10), Janning (10), Granger (7) y Shengelia (9) -equipo inicial-, Vildoza (8), Huertas, Beaubois (18), Diop, Poirier (4), Jones (2) y Garino.
Árbitros: Robert Lottermoser (ALE), Elias Koromilas (GRE) y Arturas Sukys (LIT). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoctava jornada de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 10.075 espectadores.
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