El All-Star de la NBA lleva un tiempo muerto en lo que respecta a su evento central. Un partido de las estrellas que ha ido perdiendo cada vez más lustre en beneficio de los concursos de triples y mates, que sí han intentado revitalizarse. Qué tiempos aquellos en los que realmente había competitividad entre los equipos del Este y el Oeste. Quizá recuperar esa sensación de cierta seriedad, y disfrazar un poco más la pachanga, ha sido lo que ha llevado a cambiar el formato del encuentro 66 años después.
Habrá dos equipos frente a frente en la edición de 2018, sí, pero confeccionados por los propios jugadores. Los dos con más apoyo en las votaciones, uno en representación del Este y otro en la del Oeste, serán elegidos capitanes de uno y otro conjunto (el año pasado, por ejemplo, lo habrían sido LeBron James y Stephen Curry). Ellos elegirán a sus acompañantes (de entre una lista de titulares y suplentes) en una suerte de Draft: podrán jugar junto a estrellas de su conferencia y también de la contraria.
¿Cómo se elegirá a los jugadores seleccionables para el evento? Los titulares (10) saldrán de los votos de público (50%), prensa (25%) y los propios jugadores (25%). Por su parte, los reservas (14) serán seleccionados por los entrenadores. Los dos que mejor balance lleven cuando se acerque el partido (ni Steve Kerr ni Brad Stevens, que ya participaron en el All-Star de 2017) serán los encargados de dirigir a los dos equipos en liza.
Por lo tanto, y como siempre, habrá 12 jugadores por equipo, con la diferencia de que ya no estarán separados por conferencias. La otra innovación para el encuentro que se disputará en Los Ángeles el próximo mes de febrero es que el conjunto vencedor del duelo donará el premio recibido por ganar a la organización benéfica que elijan sus componentes.
El plazo para votar se abrirá el 25 de diciembre, dándose a conocer los capitanes y titulares el 18 de enero y los reservas el día 23 del mismo mes. Todavía no se conoce la fecha de ese Draft con el que el All-Star quiere dar una vuelta de tuerca a un formato que necesita algo, lo que sea, para volver a adquirir interés. Aún está por ver si lo conseguirá o no con esta medida.
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