Se acabó lo que se daba. La Vuelta a España termina este domingo en las calles de Madrid con una etapa homenaje a los propios ciclistas y en la que sólo los kilómetros finales serán realmente una competición por la victoria de etapa. Así que, si no media una desgracia que implique abandono, Nairo Quintana va a ganar la carrera tras rematar bien la faena este sábado en el Alto de Aitana. Finalmente, el colombiano hizo lo que tenía que hacer: marcar a Chris Froome y no darle ni un metro en la última gran subida de la carrera. [Así hemos contado la vigésima etapa]
Lo cierto es que la general seguía viva después de la contrarreloj de ayer, pero si el escalador del Movistar hacía bien su cometido no debía tener grandes dificultades para mantener el maillot rojo y así ha sido. Sky ha puesto empeño sobre todo en la primera hora de carrera llevando un ritmo altísimo que desgastase al pelotón, pero cuando se formó la escapada buena –que fue en torno al kilómetro 80 de etapa- la distancia aumentó de tal manera que estaba claro que llegarían a meta. A partir de ahí, el duelo a dos: “Llegaba con muy buenas sensaciones aquí tras las alergias del Tour. Hoy sabía que no podía dejarle a Chris ni un solo metro y lo he hecho”. [Así está la clasificación general]
Froome ha probado a sorprender en los descensos, buscando despistes o momentos de excesiva relajación, pero el colombiano estaba siempre atento. Hasta han parado juntos a hacer sus necesidades en más de una ocasión. Realmente, Nairo sólo tenía que ser hoy la sombra de su rival y lo ha hecho. Por otra parte, si el británico no está tan fuerte como en el Tour y Quintana está mejor que entonces, es lógico que las fuerzas se equilibren al menos en la montaña. Al final, el maillot rojo de esta Vuelta se ha permitido el lujo de lanzar un sprint en los 50 metros finales. Un gesto que Froome ha aplaudido, tal vez por deportividad o quizás por sarcasmo tras haber intentado remontarle: “No vi el aplauso. Si le ofendí, desde aquí le pido disculpas. Es un grandísimo corredor y mi máximo rival. Son momentos de calentura en la etapa y no hay ningún problema [con él]”, ha explicado tras la etapa.
El día ha sido una verdadera fiesta para el numeroso público colombiano que se ha dado cita en las rampas de Aitana. No sólo por Nairo, que evidentemente se ha llevado el gran premio. También por el hombre más valiente de la carrera: Esteban Chaves. En una nueva jugada acertada de Orica, el que fuera segundo en el Giro ha atacado a 50 kilómetros de meta y se ha metido en el tercer cajón del podio. Chaves llevaba a Howson en la fuga y los australianos, probablemente el mejor equipo de la Vuelta tácticamente hablando, lo mandaron parar ipso facto. Tinkoff tardó mucho más en hacer lo propio con Trofimov.
Contador se queda, pues, sin ningún premio material en esta Vuelta a España, pero con esa vitola de protagonista tras liar un verdadero destrozo en Formigal. El madrileño ha asegurado echar hoy en falta la ayuda de Movistar: “Pensaba que me echarían una mano a cambio de lo del otro día. Pero la realidad es que tampoco se puede depender de otros equipos”, ha lamentado. Lo cierto es que, como en el resto de la Vuelta, cuando Nairo y Froome aceleraron no fue capaz de seguirlos. Veremos si el año que viene regresa por sus fueros.
La fiesta pudo ser total, pero el jovencísimo Pierre Latour (AG2R-La Mondiale) se coló en un lugar donde se esperaba a Darwin Atapuma. El que fuera maillot rojo durante varios días en la primera semana de esta Vuelta ha atacado a seis kilómetros de meta en busca de Luis León Sánchez, que entonces era cabeza de carrera. A base de chepazos y un pedaleo agónico, Latour ha llegado hasta él y se han sucedido un sinfín de cambios de ritmo entre ambos. Finalmente, el joven galo se llevó la palma pese a que pensaba que lo tenía perdido: “A 800 metros me ha arrancado Darwin y pensé que ahí se acababa todo. Pero justo después la pendiente suavizó y aproveché para enganchar. No soy un ciclista rápido al sprint, así que haber logrado este triunfo es increíble para mí”, ha explicado el francés.
Aquí termina la Vuelta a España 2016, al menos en su fase competitiva. Mañana se anotará un nuevo ganador de etapa y nada más. Nairo Quintana será coronado como nuevo rey rojo, mientras que Chris Froome tendrá que volver otro año para tratar de saldar estas cuentas pendientes que tiene en la ronda española. Los aficionados estarán, a buen seguro, encantados por tener de nuevo a este corredor que honra toda carrera en la que participa.